El único tren a vapor activo del país está “al borde del cierre”

Pese al éxito de la iniciativa y a que aún les queda más de un mes del permiso de 90 días que les otorgó a AFE para operar, el “Tren a Vapor a Peñarol” está “al borde del cierre”. La principal causa es “una complicación financiera” que impide pagar a los guías, informó Fontela.

Otra fuente allegada al emprendimiento confirmó a Búsqueda que un recorte del presupuesto de la Intendencia pone “en riesgo que el paseo continúe tal como estaba comprometido”.

Cuando la Intendencia dejó de brindar apoyo, en forma provisoria el municipio G pasó a financiar las guías. Pero es una solución que “tiene un horizonte” bastante cercano: el viaje del próximo sábado 20 es el último para el que cuentan con apoyo.

Para cada viaje se necesitan seis guías que cobran $ 600 cada uno por viaje. “No sale tanto”, alentó Fontela.

La Sociedad Uruguaya de Amigos del Riel busca ahora tener una nueva reunión para solucionar el problema y que el servicio pueda seguir.

“No se qué vamos a hacer si a partir del 20 no conseguimos una financiación para los guías. Los guías son la columna vertebral, el éxito de esto. La gente queda absolutamente agradecida. Aplauden”, relató.

Consultado por Búsqueda, Polakof sostuvo que no existe un compromiso de la Intendencia de financiar las visitas guiadas. El jerarca sostuvo que la Intendencia “ya está aportando mucho dinero” con un “presupuesto anual”, que entre otras cosas incluye el sueldo de un coordinador.

“Están buscando más respaldo económico porque quieren hacer muchos más viajes de los que hacían hasta ahora”, añadió.

“Lucha tremenda”.

Para recuperar los costos que le implica poner el tren sobre la vía, la Asociación Uruguaya de Amigos del Riel tiene casi que agotar los boletos disponibles. Es que tienen un gasto importante en mantenimiento de la locomotora de 1910.

Pero más aún les complica el monto que AFE les cobra por el uso de la vía. Fontela asegura que a nivel internacional se cobra entre U$S 2 y U$S 5 por kilómetro a los privados por transitar las vías. En cambio, AFE les pide U$S 25 por kilómetro. “Y somos una sociedad sin fines de lucro”, enfatiza.

Según dice, la ferroviaria estatal “le cobra más barato a Samán y Ancap”. El precio por el uso de la vía es sólo una parte de una “lucha tremenda” que mantienen con el ente.

AFE tampoco permite que las visitas guiadas del tren a Peñarol puedan entrar al taller mecánico, uno de los puntos más atractivos de la zona. Los sábados, cuando el tren viaja a Peñarol, el taller está cerrado.

“Claro, abrir el taller de Peñarol es mostrar sus propias miserias. Es mostrar todo lo que pueden hacer y no hacen”, analiza.

En esa lucha con AFE Fontela rescata a Jorge Setelich, actual presidente de la empresa, como “el único que les dio vida”. En su opinión el jerarca tuvo “una visión distinta” de “generar valor” y por eso “ya lo quieren liquidar”.

La locomotora y los dos vagones que corre la Asociación de Amigos del Riel fueron cedidos por AFE durante el pasado período de gobierno. Ese material estaba calificado como “irrecuperable” por los técnicos de la empresa en informes internos.

Para Fontela “no hay nada irrecuperable” y a veces “hay cosas para hacer pero no se las quiere ver”. Fue así que, en su opinión, los técnicos de AFE “no se dieron cuenta de lo que estaba pasando” cuando cedieron la locomotora y los vagones.

“Cuando quisieron ver lo teníamos en la vía recuperado y para ellos fue como un cachetazo. Ese es el origen de la oposición que nos hacen”, contó.

Esa oposición, recuerda, llegó a puntos absurdos durante el pasado período de gobierno. Por ejemplo, en un momento sólo pudieron llevar en el tren a turistas de cruceros porque contaban con una declaración de interés del Ministerio de Turismo pero AFE no les permitía usarlo para el mercado local, aunque no había competencia. También les pidieron que devolvieran a AFE otros cuatro vagones de pasajeros que les habían cedido y que hoy, según Fontela, están tirados.

“Tienen una visión estatista, estatista. Nosotros para ellos somos una multinacional, somos los privatizadores. No entienden que esto no tiene fin de lucro. No lo pueden entender”, dijo.