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EDAD: 59 • OCUPACIÓN: PRESIDENTE DEL CLUB DE GOLF DEL URUGUAY • SEÑAS PARTICULARES: JUGÓ AL FÚTBOL EN ALBION, LLEGÓ HASTA 8 DE HÁNDICAP EN GOLF, ESTÁ PENSANDO EN RETIRARSE DE LA ABOGACÍA
Jugó en Albion Football Club desde los 18 hasta los 31 años y lo dirigió Antonio Pippo. ¿Cómo era su relación con él? Cuando Pippo me dirigía en el Albion, en 1984, también era director general de Telemundo 12. Mi relación con él era muy buena; entablé una amistad que mantengo hasta hoy. Sigo teniendo el honor de atenderlo cada vez que requiere de algún consejo o consulta. A esta altura ya es una amistad de más de 35 años.
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¿Por qué decidió retirarse del fútbol y empezar a jugar al golf? Me había casado a los 35 y le había prometido a mi señora que a los 37 iba a dejar de jugar para dedicarme a la vida social. Pero cuando teníamos cinco o seis años de casados me enganché con el golf y realmente me atrapó. Al principio me trajo problemas familiares; mi esposa me decía: “Ibas a dejar de jugar al fútbol” y le respondía: “No te mentí, yo dejé de jugar al fútbol. Descubrí el golf que no sabía que era tan atrapante”.
¿Cuál fue la mejor categoría en la que llegó a jugar? Llegué a 8 de hándicap hasta el momento en que decidí empezar a involucrarme en la actividad política del club. Eso llevó a que, indefectiblemente, tuviera menos tiempo para entrenar y empezara a jugar mucho peor. En este momento mi hándicap se fue de 8 a 14. En la medida en que siga como presidente del club seguramente voy a seguir empeorando, con mucho orgullo, porque es un deporte que para jugarlo bien requiere de mucha práctica.
En las elecciones anteriores su lema fue “Un club para los socios”. ¿cuál será el de este año? El lema de este segundo período es “Un club para la familia”. Estamos convencidos, no solo nuestra agrupación, sino la gran mayoría de los socios, de que el club familiar es lo que va a permitir su continuidad y su crecimiento. El golf está limitado a la cantidad de jugadores que pueden entrar en un día en la cancha (no pueden jugar más de 200 o 220 personas), por lo tanto no podés tener 2.000 jugadores de golf porque no van a poder jugar, y por eso tenés que crecer yendo hacia los otros deportes. Así evitás que algunos miembros de la familia, que no juegan golf, se vayan.
¿Qué decisiones inmediatas tomaría si saliera nuevamente presidente? Tenemos pensado tres anteproyectos; un ascensor, que una los tres niveles del club y lo empezaríamos a ejecutar el año próximo; una reforma en el vestuario masculino, que está pendiente desde hace más de 30 años, en donde vamos a sacar los lockers para pasar a unos de madera o símil al igual que en todos los clubes de golf de jerarquía como el nuestro, y por último, el plan más ambicioso, es llevar al predio de Mendoza, del que somos propietarios, el resto de las actividades para la familia: canchas de hockey, fútbol, una piscina, barbacoas, y servicios para que pueda ser un lugar de disfrute para la familia. Además, vamos a continuar con las reformas que implementamos a partir de una auditorÍa interna para que nos dijeran cuáles eran las debilidades que teníamos como organización.
¿Cómo compatibiliza la presidencia del club con la abogacía? Asumís estas responsabilidades cuando ya lograste cierto equilibrio y estás pensando más en el retiro que en la continuidad de tu actividad profesional, si no, es muy difícil hacer alguna de las dos cosas en serio. Cuando lo hago es porque sé que voy a cumplir y le voy a dedicar el tiempo necesario. Por ser presidente del club no cobro nada y ni siquiera queda exonerada mi cuota, y eso hace que los dirigentes tengan que ser, generalmente, personas mayores. Hoy la abogacía está pasando a un segundo plano para terminar siendo, en un futuro no muy lejano, un retiro. Por suerte estoy casado con una señora que tiene 12 años menos que yo, es escribana, y como no hago cuestión de género, encantado voy a estar de que ella trabaje y sea el sostén de la familia.
¿Por qué decidió estudiar abogacía? De joven tuve dos vocaciones muy definidas y vinieron por las ramas materna y paterna. Por el lado paterno soy hijo y nieto de abogados, por lo tanto era una cosa natural y hasta fácil, porque una vez que lograra mi título ya iba a tener las posibilidades laborales en el estudio. Por el lado materno, soy nieto del doctor Vicente Basagoity, un cirujano reconocido de las décadas de los 40 y 50, que junto con Luis Batlle fundaron la Lista 15. Allí recibí todos los cuentos de su vida política, no tanto de él, porque murió cuando era chico, sino de mi abuela.
¿Cuál de las dos profesiones prefiere? Son bien diferentes. La abogacía, además de ser una vocación de siempre y heredada, fue mi medio de vida. Me dediqué y trabajé de eso. Tiene en común con la otra vocación que es la actividad política, el relacionamiento con la gente, el manejo con los clientes. Fui asesor de empresas y cooperativas como Raincoop, que tenía 540 familias y, por lo tanto, debía atender los 540 reclamos por cada tema que pasaba en la cooperativa. Todo eso lo puedo volcar como experiencia al club y me ayuda muchísimo. La gran diferencia que tienen es que esto lo hago por vocación total; es honorario, pero lo hago con mucho gusto.