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Al ver que “en la odontología se trabaja sin dejar rastro” y que había un escaso registro de los pacientes e información escasa para “investigar y gestionar”, docentes de la Facultad de Odontología de la Universidad de la República comenzaron a trabajar con el Núcleo de Ingeniería Biomédica para buscar una solución a ese problema, informó Franco Simini, profesor de Ingeniería Biomédica. Así surgió Rediente, un registro y control de calidad odontológica para los pacientes que a primera vista es una ficha médica completa.
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Pero “Rediente es más que un registro médico; es una estructura en red que permite descentralizar la información cuando se necesite”, aclaró el ingeniero. El registro está disponible en papel y en computadora porque aún “la telemática no está en todos lados”. Fue diseñado tanto para la asistencia odontológica pública como privada. Hay algunos odontólogos que lo utilizan en la práctica privada.
Este registro “ordena la información” y sustituye la necesidad de salir a hacer encuestas para recabar datos. “Antes se invertía en hacerles preguntas a los pacientes; ahora se pueden utilizar las bases de datos de Rediente”, dijo Simini.
Tiene “vocación epidemiológica, como una cédula de identidad. La idea es que todos los odontólogos en el país lo usen para poder comparar tiempos de tratamiento, zona geográfica, atención público-privada, entre otras cosas. Pero tenemos mucha dificultad para ponerlo en marcha, no es fácil y hay resistencia a su uso”, explicó Simini.
El ingeniero recordó que el Sistema Informático Prenatal, proyecto en el que trabajó, llevó diez años hasta que se comenzó a utilizar en todo el régimen de salud. Inicialmente hubo resistencia de ginecólogos y parteras.
“Con Rediente vamos ya cinco años. Este es el momento crítico en que la tecnología está entrando y ya no es una dificultad para que los odontólogos tengan una computadora en sus consultorios. Además, Rediente tampoco tiene un costo adicional”, porque lo comercializa una empresa de forma gratuita, explicó el docente.