Desde hace algunos años Montecon y Terminal Cuenca del Plata (TCP) se reparten de manera más o menos pareja el movimiento de contenedores del puerto de Montevideo. Si bien ambas empresas se disputan los mismos clientes y cada año alguna de las dos logra llevarse algún servicio de su rival, los márgenes de actividad se han mantenido parejos, con pequeñas variaciones, en los últimos tiempos.
Ese equilibrio puede comenzar a resquebrajarse en los próximos meses. Con la medida argentina que impide que sus cargas trasborden en puertos uruguayos las dos compañías —pero principalmente TCP— verán afectados sus niveles de movimiento y, de hecho, ya comenzaron a sentir el impacto en noviembre. Ante la baja de volumen de mercadería que llega al puerto, las dos empresas tienen claro que deberán enfrentar “una competencia feroz” para mantener el nivel de negocios.
“Rompe los ojos. Esto va a terminar en una guerra por los contenedores con Montecon”, dijo a Búsqueda Fernando Correa, gerente de Relaciones Institucionales de la belga Katoen Natie, accionista mayoritaria de TCP.
En el mismo sentido, el gerente general de Montecon, Juan Olascoaga, es consciente de que TCP tenía mayor dependencia de las cargas argentinas y ante esa pérdida puede aplicar una competencia más agresiva. “Que va a haber competencia, eso no lo dudo. Que la competencia va a ser feroz porque si baja el volumen vamos a tener que repartirnos menos contenedores, tampoco”, aseguró.
Alberto Díaz, presidente de la Administración Nacional de Puertos, considera que lo que puede suceder es que se “acentúe” una competencia que ya existía. “Ninguno tenía el mercado ganado. Yo creo que ya competían, lo que pasa es que ahora puede ser más importante el resultado de esa competencia. Quizás ahora empiezan a competir un poco más”, reflexionó.
Para Olascoaga, aún cuando la competencia sea “feroz”, el puerto en general no se verá afectado ya que los contenedores seguirán en Montevideo, así los mueva una u otra empresa. Para Correa, si la competencia se vuelve agresiva “pierden todos”.
Más afectado.
En los próximos días TCP comenzará a sentir el impacto más fuerte de la medida argentina. Entre enero y mayo la terminal privada recibía los más altos niveles de carga de Argentina por la zafra frutícola de la Patagonia. Este año esa mercadería se trasladará a otros puertos regionales para salir al mundo.
La empresa pidió a las gerencias y a sus proveedores que realicen un plan de ajuste atendiendo a la baja de actividad que sufrirán, que estiman puede llegar al 48%. Correa dijo a Búsqueda que esperan que el gobierno active mecanismos de negociación con Argentina en los próximos días; de lo contrario deberán comenzar a aplicar las medidas en enero para amortiguar el impacto de la pérdida de la zafra.
El contrato de concesión de TCP establece volúmenes mínimos de movimiento de contenedores. Si la terminal no los alcanza debe afrontar multas o, llegado el caso, puede caerse la concesión.
Según dijo Correa, sin las cargas argentinas la terminal no va a llegar al mínimo establecido, que ronda los 200.000 TEU (unidad equivalente a un contenedor de 20 pies). El contrato prevé que si las metas no se alcanzan por “causas ajenas” al privado la concesión no caiga.
Sin embargo, Correa aseguró que TCP, en ese caso, deberá afrontar “una multa económica”, que se sumará al impacto que la empresa ya sufrirá por la baja en el volumen de actividad.
“Es así”.
Con ese escenario de fondo, Olascoaga ve que “va a haber una competencia fuerte” y para enfrentarla quiere que su empresa cuente “al menos con condiciones comparables”. La posibilidad de operar con grúas pórtico, con las que cuenta TCP, es a su juicio “una ventaja” de su competidor.
Con esa diferencia entre ambos, Olascoaga considera que si TCP “se pone muy agresiva” y logra “tomar mucho margen de mercado” el puerto puede llegar a avanzar “en una situación extrema hacia un monopolio”. Hasta ahora considera que le han dado “competencia fuerte” pero eso se puede caer si TCP pone en marcha una política más agresiva.
Por eso, aun tras conocer la medida tomada por Argentina, Montecon “ratificó su intención de seguir invirtiendo en Montevideo” y, según contó Olascoaga, así lo han transmitido a las autoridades del Ministerio de Transporte y de la ANP en distintas charlas. Entre esas inversiones, Montecon tiene prevista la adquisición de dos grúas pórtico pero para ello debe esperar que la ANP se expida respecto a si puede o no contar con ese equipamiento, ya que los muelles públicos son multipropósito y no especializados.
“No hemos querido ser muy insistentes en este momento de complejidad para no agregar más problemas. Pero el tema está pendiente de dilucidar”, explicó.
Respecto a la competencia con TCP, Olascoaga indicó que, aunque prevé que se vuelva más agresiva, es un fenómeno que ya existía. “(El movimiento de contenedores) no es un mercado que esté compartimentado ni que esté repartido. TCP visita a nuestros clientes y nosotros visitamos a los clientes de ellos. Y si yo le puedo sacar un cliente se lo voy a sacar y si TCP nos puede sacar un cliente nos lo va a sacar también. Es así”, concluyó.
“Mesa tendida”.
El jueves 19 Díaz y el ministro de Transporte, Enrique Pintado, mantuvieron reuniones en Paraguay con el ministro de Obras Públicas, Ramón Giménez Gaona, y con el presidente Horacio Cartes. Las autoridades pretenden, en el marco de un plan de contingencia ante la medida argentina, aumentar el volumen de cargas paraguayas que se trasbordan en Uruguay.
También preparan un plan estratégico “a mediano y largo plazo” y para eso se reunieron el miércoles 11 con representantes de Montecon y TCP para iniciar un trabajo conjunto.
Según dijo Díaz a Búsqueda, el presidente y el ministro paraguayo se mostraron interesados en aumentar el nivel de carga que mueven en Uruguay. “Está claro que va a aumentar la carga paraguaya. En toneladas posiblemente seguramente supere lo que estamos perdiendo”, resumió.
No obstante, cree que no se llegará a recuperar el movimiento de contenedores perdido por Argentina porque Paraguay “no tiene tantos contenedores de importación” como los que necesita Uruguay. De todos modos cree que se aumentará la cantidad de contenedores que llegan de Paraguay.
De hecho, como muestra de apertura y ante un pedido concreto de las autoridades paraguayas, Pintado y Díaz concedieron que “a los barcos paraguayos cuando operan no se les exija en seguida salir del puerto de Montevideo”, como se hace con el resto de los buques, “sino que se puedan fondear en las dársenas por una cuestión económica hasta que deciden irse”. “Eso ya se cambió”, dijo Díaz.
Pese al optimismo con el que volvió de Paraguay, el jerarca pidió recordar que “los gobiernos no firman contratos” de carga. De todos modos, aseguró, “está muy bien tendida la mesa para que los privados puedan hacer negocios”.