Según un video al que accedió Búsqueda los jerarcas tuvieron que lidiar con un grupo numeroso de vecinos cuya postura iba desde el escepticismo a la crítica frontal, con cantos de murga incluidos.
“Vómito de información”.
En la fría mañana del sábado, alrededor de cuarenta personas escuchaban cómo el jefe de Responsabilidad Social Empresarial de Ancap, Edison Raffaele, explicaba la dinámica del evento: hablarían representantes de Gas Sayago durante unos 45 minutos y luego se abriría un espacio de preguntas y respuestas.
La primera en hablar fue la gerenta general de Gas Sayago, Marta Jara. En primera fila la escuchaban el director de Ancap, Juan Gómez, el vicepresidente de UTE, César Briozzo (presidente además de Gas Sayago), y el gerente de Gas Sayago y ex vicepresidente de UTE, Pedro de Aurrecoechea.
Jara explicó los detalles de la obra y su construcción, que incluye la instalación de una regasificadora con capacidad de producción de 10 millones de metros cúbicos de gas diario y la construcción de una escollera de piedra y hormigón de 1.500 metros de largo. GDF Suez se comprometió a que la obra esté operativa en 2015 y en completo funcionamiento en abril de 2016.
Además se deberá dragar esa parte del río para permitir la entrada de los barcos metaneros. La regasificadora se ubicará a 2,5 kilómetros de la costa de Puntas de Sayago. Eso medirá el gasoducto submarino, y otro tramo de 12 kilómetros será enterrado en tierra y se conectará con el gasoducto Cruz del Sur.
La distancia a la que se instalará la obra “holgadamente cumple los criterios de seguridad”, dijo Jara, y agregó que la parte terrestre del gasoducto se trazó de nuevo tras las conversaciones mantenidas con los productores agropecuarios del lugar.
Luego habló Ricardo Díaz, responsable de las relaciones institucionales de Gas Sayago, quien reiteró que el trazado del gasoducto fue cambiado “para evitar interferencias que podían ser serias”. Agregó que también “se está dialogando” con los pescadores artesanales de la zona y que existe un compromiso de la empresa de que “si se los afecta se atenderá y se intentará mitigar” ese efecto.
Cuando iba a comenzar una tercera exposición, desde el público comenzaron las quejas. “Es muy largo esto. Es demasiado largo”, dijo una vecina. Durante la última presentación, en la que se estaban enseñando mapas y localizaciones en un proyector, se fue la luz.
Cuando terminaron las exposiciones, Raffaele explicó que cada participante tendría tres minutos para formular preguntas a los expositores y allí se desató una acalorada protesta de los vecinos.
“Estuvimos una hora acumulando información tipo vómito. Tres minutos no es positivo por persona. De entrada se hizo con un proceso equivocado. No atendieron la demanda de no hacerlo acá, pedimos info para que nos la dieran con tiempo y no la hicieron llegar. Nos dan una hora de información, dieron millones de datos y todavía resulta que tenemos tres minutos para hablar. Dejá que la gente hable y se exponga con tranquilidad”, le reprochó una participante.
Mientras algunos intentaban poner orden otro participante explicó que forma parte de una coordinación de vecinos que se viene preparando “legal y técnicamente para seguir de cerca este proceso”.
“Lo que vemos en la relación con la empresa es que tuvimos una instancia previa en la que solicitamos tener un intercambio con talleres, no una exposición. Queremos talleres de intercambio, no algo como esto, que es marketing. Les pedimos hacerlo en otro lugar que no fuera tan alejado del barrio y no lo consideraron”, agregó.
Cuando integrantes de Gas Sayago intentaron interrumpirlo, el vecino pidió a los gritos que lo dejaran terminar y criticó: “No vemos la voluntad de un intercambio serio, donde la ciudadanía tenga la capacidad de informarse por técnicos que no están rentados por la empresa”.
Cuando vio que Raffaele le daba la espalda comenzó una nueva serie de gritos. “¿Me podés escuchar?”, le reclamó el vecino. “Ya les dije que podemos hacer otra instancia”, replicó Raffaele. “Hace un mes y medio que se pospone este encuentro, ¿y ahora se nos dice de otra instancia? Al final va a ser cuando esté pronta la regasificadora”, interrumpió otra señora.
Al final se resolvió que los vecinos tendrían el tiempo que necesitaran para responder.
“Verdades a medias”.
Otra de las vecinas que habló fue Beate Taufer, una residente alemana militante del MPP e integrante del grupo que conformó la Corriente Acción Pensamiento y Libertad (CAP-L). Presentó una carpeta con documentos y mapas y sostuvo que en la presentación las autoridades “dijeron verdades a medias”.
“Hablaron de factores económicos pero nada dijeron del factor multiuso de la escollera. ¿Cómo se amortigua el costo de la escollera y del dragado? Compartiéndolo con otros proyectos”, sostuvo Taufer.
De hecho, mencionó que la Asociación Nacional de Puertos (ANP) “tiene en vistas un proyecto para hacer un puerto seco y cerrar la escollera”, con lo que “la corriente costera se afectaría terriblemente”.
“Hay entonces por lo menos un proyecto en curso del que no se nos dijo nada”, sostuvo, y agregó que esto también “afectará el dragado”.
Consultado por Búsqueda, Juan Gómez sostuvo que las autoridades no tienen conocimiento de ningún proyecto portuario en esa zona. Asimismo, durante las intervenciones del sábado Jara le contestó a Taufer que “los proyectos aprobados se evalúan dentro del contexto de proyectos nuevos”.
“Si en un futuro se concreta un plan maestro del puerto, la ANP tiene que hacer los estudios de todos los impactos. Es cierto que si se cierra la escollera puede pasar lo que dices tú, pero es algo que se evaluará en su momento y que nosotros hoy no podemos evaluar”, afirmó.
Murga y explosiones.
Otros vecinos también se quejaron de la modalidad del evento porque ellos querían un intercambio y no una exposición, y además pidieron todas las presentaciones por adelantado para poder estudiarlas y no se las dieron.
“Estos son simulacros de participación, pero no son reales ni verdaderamente democráticos. Esto se tendría que haber discutido con la sociedad, este proyecto que va a tener un impacto bestial en la zona oeste, donde ya tenemos un montón de problemas sociales”, dijo una participante de la reunión.
Cuando quisieron retomar la conversación, un grupo de vecinas con papeletas en la mano y dirigidas por un hombre con una guitarra en sus brazos, comenzaron a entonar una canción murguera con la letra cambiada, que reivindicaba el “Uruguay natural” y se pronunciaba contra la regasificadora, el puerto de aguas profundas y otras obras. La cara larga de los jerarcas que participaron quedó registrada en el video.
Cuando al fin reiniciaron la charla, los representantes oficiales se turnaron para despejar dudas sobre posibles explosiones del GNL, impacto visual de la planta, seguridad del gasoducto y afectación a la población pesquera.
Casi una hora después la convocatoria terminó. Algunos vecinos se retiraron más tranquilos con las explicaciones pero otros se quedaron igual de preocupados y todavía más molestos.