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Según una cata a ciegas elaborada por galería, el top cinco de alfajores a la venta en quioscos de Montevideo es Nativo, Marley, Agua Helada, Punta Ballena Punta del Este (tipo Fiesta) y Lapataia Vaquita
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Según un estudio publicado por la Sección de Evaluación Sensorial de Facultad de Química, en Uruguay se consumían en 2001 unos 25 alfajores por persona por año, que hoy según directivos de la empresa Punta Ballena puede haber aumentado a 28 o 30, o sea, un consumo mensual relativo de 10 millones de estos dulces al mes.
En busca de un ránking, a sabiendas arbitrario, galería seleccionó 10 de estas golosinas en su versión más clásica —relleno de una capa de dulce de leche y cubierto de chocolate—, disponible en los quioscos de Montevideo (al hacer una muestra acotada, se tuvo que dejar afuera, lamentablemente, a los yoyós, espejitos y demás delicias artesanales). Con este muestrario, cinco integrantes del equipo de la revista, consumidores habituales de este producto, de entre 22 y 50 años, cataron a ciegas y otorgaron un puntaje del 1 al 10. A partir de esos resultados, Nativo fue el preferido de todos con 9.5 puntos, seguido por Marley con 9, Agua Helada con 7, Punta Ballena Punta del Este (tipo Fiesta) con 6 y Lapataia Vaquita con 5 puntos. El jurado, estuvo integrado por personas del staff de galería: Florencia Méndez (directora de Arte), Daniel Mendiverry (gerente comercial) y las redactoras Patricia Mántaras (que se confiesa imposible de empalagar) y Florencia Pujadas, y siguió la hoja de evaluación realizada por la redactora de gastronomía y vinos de la revista, y también sommelière Marcela Baruch Mangino.
El listado completo de los alfajores seleccionados fueron: Nativo, Marley, Portezuelo chocolate, Sierra de Minas, Lapataia Vaquita, Agua Helada, Punta Ballena Play, Punta Ballena Punta del Este (tipo Fiesta), y los triples de Milka y Ricard, a falta de simples. La cata se realizó en dos tardes, de siete muestras un día y tres al siguiente, donde los cinco participantes debieron identificar: color, tamaño, humedad, frescura, tipo de masa, grado de dulzor, cantidad y consistencia del dulce de leche en el relleno, el sabor del chocolate y de los conservantes, si contiene esencias y sabores extraños. En respuesta a la pregunta de qué valores destacan de un alfajor, los catadores respondieron: la cantidad abundante de dulce de leche, el tamaño del alfajor más bien grande, el sabor del chocolate, la humedad de la masa y que no tenga gusto a conservante, identificando a este último como un factor desagradable. Por último, los catadores otorgaron un puntaje hedonista del 1 al 10 a cada alfajor. A partir de esos puntajes se construyó este ránking.
Por definición del Reglamento Nacional de Bromatología, alfajor “es el producto obtenido de la unión de dos o más tapas de galletitas, batidos o similares, con preparados alimenticios (relleno), pudiendo o no estar total o parcialmente revestidos por coberturas o baños de repostería y otros ingredientes y contener dulces, maní, almendras, coco rallado y otros”. Si bien hoy las opciones parecen ilimitadas —de arroz, de coco, con baño de chocolate blanco, nieve, y más— los fabricantes afirman que las versiones más vendidas son las clásicas bañadas de chocolate. Además, según los quiosqueros la decisión de compra se divide entre quienes buscan precio, siendo 20 el máximo, y calidad, con un tope de 60 pesos por unidad.
Por otro lado, se conoce que el consumidor constante de este producto es más bien joven, niños y adolescentes, los alfajores tienen en los adultos un consumo ocasional vinculado a la necesidad de premiarse. No solo debido a las calorías de su ingesta, sino a su controversial valor nutricional, pues por ejemplo, casi en su totalidad contienen grasas trans, consideradas por expertos poco beneficiosas para la salud, dada por la utilización de grasas hidrogenadas y símiles de chocolate. Se puede generalizar el concepto de que en quioscos no existen alfajores cubiertos de chocolate de verdad, pues las empresas entienden que su costo se multiplicaría y serían muy difíciles de vender.
En líneas generales, los alfajores están compuestos por: harina fortificada con hierro y ácido fólico, azúcar o glucosa, dulce de leche, huevo, miel, almidón de maíz, leche, cacao, manteca de cacao, cobertura símil chocolate, emulsionante, aromatizante, esencias y conservantes. Y si bien al leer estos ingredientes, comerlo parece un pecado, cada tanto, un mordisco no le hace mal a nadie. A cuál de todos los alfajores disponibles hincarle el diente para que valga la pena el pecado, eso es lo importante.
Los cinco fantásticos
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Lapataia Vaquita Es de color marrón oscuro, su masa tiene textura suave pero algo crocante a la vez, el sabor es fresco, el relleno de dulce de leche es más fino de lo deseado. Al comerlo se sienten algunos cristales de azúcar y un ligero moderado gusto a esencia de naranja. Precio: 27 pesos.
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Punta Ballena Punta del Este Quienes tienen más de 30 recordarán al alfajor Fiesta como ícono de una época, ahora Punta Ballena le llama Punta del Este, y su receta recuerda bastante al sabor de este producto. Este es de color marrón de masa suave, se desgrana un poco al morderlo, su dulzor es medio, tiene una cantidad de relleno de dulce de leche satisfactoria, pero podría tener más, y es de textura firme. Su tamaño es estándar, con sabor a esencia de vainilla y naranja. Precio: 19 pesos.
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Agua Helada Es de color marrón oscuro, bañado solo en la galleta superior, grande, con aspecto a yoyó. Al morderlo, la masa que es un bizcochuelo alto, tiene textura suave y esponjosa, fresca. Está relleno de dulce de leche tipo repostero, apenas arenoso, y sabor a esencia de vainilla y caramelo. Precio: 59 pesos.
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Marley Color marrón oscuro, brillante, de tamaño pequeño pero alto y luce fresco. Su galleta está bañada de ambos lados por chocolate, lo que genera una masa firme, crocante pero no seca. Su dulce de leche es dulce de leche duro pero cremoso, y se siente al comerlo un leve sabor a conservante. Precio: 48 pesos.
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Nativo Es de color brillante, marrón oscuro casi negro, más pequeño de lo habitual pero alto, con baño en la masa de ambos lados de la galleta, por lo que resulta crocante. En el interior su masa es esponjosa, de sabor avainillado, dulce agradable, y en su totalidad sabe fresco, su dulce de leche es firme, y la cobertura de chocolate se asemeja al sabor de un chocolate real, aunque no lo sea. Precio: 45 pesos.
¿Cuánto dura un alfajor?
Según la etiqueta, se estima que la vida útil relativa de un alfajor es de dos meses. No obstante, según un estudio realizado por el departamento de Evaluación Sensorial de Facultad de Química, su mejor momento de consumo es dentro de los primeros 20 a 40 días de elaborados, dependiendo de su temperatura de conservación de entre 20 ºC y 35 ºC. Este estudio, publicado en 2001, utilizó la opinión de 50 consumidores de entre 20 y 45 años, todos habituales consumidores de alfajores, que probaron muestras de entre 0 y 80 días de elaborados, sometidos a entre 20 ºC y 35 ºC.
Se concluyó que a menor tiempo de elaborado el alfajor más aceptabilidad tenía. El rechazo del producto aumentó considerablemente después de los 60 días, y tuvo menos de 12% antes de los 28 días de fabricación. En el caso de Facultad de Química, los factores considerados fueron: olor alterado (nada o mucho), color de la masa (homogéneo o heterogéneo), aspecto del dulce de leche (liso o arenoso), color del dulce de leche (claro u oscuro), consistencia del dulce de leche (cremoso o duro/pastoso), sequedad del alfajor (poco o mucho), sabor extraño (nada o mucho).
