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Un recorrido foodie por las calles de Nueva York

La agenda de propuestas de este destino dinámico, vibrante y camaleónico cambia permanentemente e invita a descubrir nuevas paradas gastronómicas

Un catálogo de originalidad, despliegue de delicias, creatividad en ambientación y diseño de experiencias hacen del circuito culinario neoyorkino una exquisitez para todos los sentidos.

Para capturar el alma de cada destino que uno visita es imprescindible tomarle el pulso a la gastronomía. Las opciones van desde rooftops sobre hoteles o museos con visuales panorámicas del skyline local, hasta barcitos relajados con una vibra muy cool y restaurantes innovadores inmersos en edificios históricos renovados.

Con mayores o menores inversiones en oferta gastronómica y en equipamiento, hay muchísimas variables para disfrutar de buenos platos en un entorno diferente. La clave es detectarlas y abrir la mirada no solo a los sitios mejores ranqueados, sino a aquellos que incluyen un mix interesante en calidad de comida con autenticidad y sorpresa en la ambientación.

Lo cierto es que en Nueva York cada centímetro cuadrado vale a la hora de agregar valor diferencial y potenciar un recorrido foodie que parece no tener principio ni fin. A continuación, una curaduría con lo mejor de la escena actual. 

Corner Bar y Swan Room

El chef uruguayo Ignacio Mattos deleita a comensales de todas partes del mundo en su enclave mágico de Bajo Manhattan. Todo ocurre en el edificio de un antiguo banco, construido en 1912 y reconvertido en el elegante hotel Nine Orchard, donde se despliega una triple propuesta gastronómica: el Corner Bar, el Swan Room y el Dining Room, todos bajo el liderazgo de Mattos y la puesta en escena de Fernando Santangelo, también uruguayo, ambos protagonistas desde el back de esta apertura hotelero-gastronómica convertida en el “must visit” de Manhattan.

Mostrador NYC

El chef ejecutivo Fernando Trocca combina su pasión por la cocina argentina, europea y libanesa en Mostrador NYC, con Martín Pittaluga como socio. El alma del restaurante es un simple mostrador de madera, pero con el sello glamoroso de la esencia de Manhattan. La ambientación recuerda a los antiguos bares porteños, al igual que su menú familiar de sabores tradicionales. Mostrador NYC bien podría ser una extensión transatlántica de su restaurante original Sucre, en Buenos Aires, la nave insignia que llevó a Trocca a la escena gastronómica mundial.

Cecconi’s Dumbo

Con vistas al mar del horizonte de Manhattan, Cecconi’s Dumbo es un restaurante italiano clásico y a la vez moderno abierto para la cena, así como para el almuerzo de los viernes y el brunch de fin de semana. Ubicado en Brooklyn Bridge Park, este elegante y exclusivo spot sirve cocina de alta gama con especialidad en pastas y mariscos. Para reuniones más íntimas, además de las áreas de comedor público y una terraza al aire libre, está disponible una sala privada para alojar hasta 40 invitados.

Sake No Hana

Inserto en el hotel Moxy Lower East Side, este restaurante de estilo japonés sirve platos de espíritu libre revitalizados con una actitud neoyorkina. El menú incluye desde teppanyaki a la parrilla hasta brochetas de yakitoni, carne wagyu, piezas originales de sushi y una selección de sakes, cervezas y cócteles. Todo el espacio rebosa una energía seductora y perfecta para celebrar cualquier ocasión. Con toques de cuero, ladrillo, madera y terciopelos exuberantes, los huéspedes acceden al restaurante a través de una doble escalera semicircular que conduce al subsuelo. Sus interiores están diseñados por el arquitecto japonés Kengo Kuma y las presentaciones de los platos son arte puro (con una explosión de sabores en el paladar).

The Modern MoMA

Dentro del Museo de Arte Moderno, un restaurante contemporáneo con dos estrellas Michelin despliega una cocina refinada con el sello del chef Thomas Allan. Situado en un entorno de alto valor artístico, con vistas a un jardín de esculturas, se ofrece una carta en constante evolución que se complementa con vinos galardonados. La experiencia diferencial es The Kitchen Table, una mesa de acceso VIP para hasta cuatro invitados con un menú de degustación presentado por el propio chef del restaurante. El diseño realizado por el estudio de arquitectura Bentel & Bentel es un escape perfecto al bullicio de Midtown.

Chapel Bar

Escondido en una antigua capilla del siglo XIX, Chapel Bar alberga un salón nocturno completo con un programa de gastronomía de autor, cócteles, eventos y shows en vivo. Si hablamos de dar nuevos usos a construcciones históricas, la propuesta de este local gastronómico es sublime, ya que logró revitalizar el espacio de un antiguo templo religioso, pero sin perder su esencia. El estudio Cetra Ruddy se encargó de renovar los interiores de esta construcción de 1860, transformándolos en un lugar íntimo y seductor con una paleta de colores cálidos y terrosos, texturas suaves e iluminación tenue.

RH Modern

En el piso superior de la galería de diseño RH New York, en el corazón del histórico Meatpacking District, este restaurante trae un menú de clásicos atemporales para el brunch y la cena con una curada selección de vinos elaborados por productores locales y europeos. El recorrido por el interior del edificio es un paseo en sí mismo, ya que está repleto de obras de arte y mobiliario distribuido a lo largo y ancho de una histórica construcción que data del siglo pasado. Un ascensor construido íntegramente en paneles de cristal conduce a los huéspedes al comedor, diseñado con estilo clásico y elegante; superficies de mármol, grandes ventanales, jazmines asiáticos, lámparas de mármol y arañas con caireles sobre cada mesa construyen una ambientación de carácter personal.

The Roof

Las puestas de sol se viven con una energía particularmente power en The Roof, una barra vibrante alojada en el último piso de Public Hotel. A lo largo de una terraza enjardinada al aire libre, los comensales pueden disfrutar de panorámicas 360 a la ciudad mientras comparten tragos y tapas. El look and feel de The Roof es realmente sexy y eleva la vara de la movida nocturna neoyorquina. Mobiliario moderno, menú especializado y música de reconocidos DJ dan forma a la propuesta integral.

Sadelle NYC

Una oda moderna a la tradición clásica neoyorkina de salir a comer afuera. Desde que abrió su primer local en 2016, Sadelle NYC ha alcanzado un estatus icónico gracias a su ambientación urbana y festiva, alternada con un menú más que aceptable que incluye los mejores bagels de Estados Unidos. El restaurante lleva el nombre de la bisabuela de uno de sus fundadores y sus platos honran la cocina hogareña, aunque con ciertas propuestas exóticas que sorprenden y rompen la tradición. La especialidad de la casa son los brunches.

Westlight

En la azotea del piso 22 del hotel William­ Vale en Brooklyn, el chef Andrew Carmellini presenta un programa de menú dinámico que incluye platos inspirados en la comida callejera mundial, licores extravagantes y cócteles de autor. Sus interiores, decorados con muebles bajos, priorizan las vistas eternas a todo Manhattan, Queens y parte de Brooklyn, volviendo protagonistas absolutas a las luces de la ciudad. Las expectativas se disparan cuando se pisa su envolvente terraza, en la que la música de DJ junto a una barra de tragos calienta hasta las noches más frías.

The Campbell Terminal

Rindiendo homenaje al legado de John W. Campbell, un financiero de la era del jazz que convirtió el espacio en su oficina privada y salón de recepción en 1923, The Campbell ha sido restaurado cuidadosa y meticulosamente en asociación con la reconocida firma de diseño Ingrao Inc. Manteniendo la integridad de la arquitectura histórica, se combinan elementos de diseño contemporáneo que evidencian la inspiración florentina del siglo XIII: techos de ocho metros pintados a mano, una gran chimenea de piedra, caja fuerte personal de acero de Campbell, una ventana de vidrio emplomado centenaria y carpintería original. La selección de cócteles clásicos y modernos se complementa con un menú de platos elevados de bar y especialidades para el almuerzo.

Bar Room The Beekman

El glamour del viejo mundo se combina con el lujo moderno en The Beekman, una joya arquitectónica en el distrito financiero de Manhattan, que acoge el sofisticado restaurante del chef y restaurador Tom Colicchio. Bajo un gran atrio de la época victoriana, Bar Room ofrece un entorno singular de Nueva York para disfrutar de cócteles artesanales y un menú elegante durante todo el día. Con aires que evocan antiguas vibras neoyorkinas, toda la experiencia se convierte en un placer para la vista y una novedad para el paladar.