Editorial | El presente, la Navidad y la habilidad de saber disfrutar

Salvando las distancias con Caparrós, hábil a la hora de sortear ese inconveniente y narrar los pequeños grandes hechos de la actualidad, creo que el presente, además de ser difícil de contar, es difícil de disfrutar. Es bisagra entre el pasado que nos define y el futuro que marca los sueños. Nace y muere cada día. Y transcurre siempre con la cuenta regresiva pisándole los talones. Todo eso, en diciembre, parece que se agudizara, que se corriera hacia los extremos.

En este número se mezclan, sobre todo, la coyuntura política y el espíritu navideño. Hay una nota sobre la residencia de Suárez -impulsada por la polémica sobre los pros y los contras de que la familia presidencial vuelva a vivir allí-, con un recorrido por su historia, anécdotas de los expresidentes y testimonios de algunos funcionarios que hacen que aquella casa se mantenga en pie de la mejor forma posible. A partir de esa investigación surgió otra que resultó una joya periodística, sobre todo por los datos históricos y pintorescos que fue descubriendo Elena Risso. Se trata del recorrido de la famosa cachila de Herrera -un Ford V8 Club Cabrolet- que Luis Lacalle Pou planea usar para ir desde el Palacio Legislativo hasta la plaza Independencia el próximo 1º de marzo.

La Navidad está presente en varias notas, incluso en los "De más y de menos" y en las recomendaciones de actividades y espectáculos. Una de ellas es la que muestra cómo varios embajadores celebran las fiestas en Uruguay -algunos por primera vez-, fusionando tradiciones de aquí y allá sin perder la esencia de su país de origen. La otra es la producción que ilustra la tapa, para la cual convocamos a varios diseñadores y equipos de diseño a que propongan un look festivo según distintos escenarios. Los resultados, comandados por Sofía Miranda, superaron las expectativas. Producto de esa sinergia semanal que la revista tiene con los referentes de la moda local, no solo no recibimos un "no" como respuesta, sino que todos los convocados se hicieron un lugar en su apretada agenda de fin de año para la sesión de fotos, con outfits especialmente pensados o hechos para la ocasión y la mejor energía posible. Entendieron cuál era el espíritu de la nota sin necesidad de explicar demasiado. Allí vuelve a aparecer la importancia de disfrutar, ya sea en familia, entre amigos, en la playa, en la ciudad, con calor o en invierno. Esa era, en gran medida, la idea que queríamos transmitir. Una de las entrevistadas dio como respuesta a la pregunta "¿qué deseás para 2020?" una frase que también podría estar en el prólogo del libro de Caparrós. Fue Florencia Ottonelo, diseñadora de Pastiche, que dijo: "Trato de no pedir deseos, de ser feliz con lo que tengo". Aquí y ahora. Viviendo, disfrutando.