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“Nosotros extraemos algo que no es necesario para la vida de nadie pero que a la gente le gusta y con eso traemos dólares desde el exterior que sí son importantes para la vida de la gente”. Así resumió el negocio Carlos Sanchis, uno de los empresarios de las minas de amatistas y ágatas que conversó con Búsqueda.
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Junto con su colega Fernando Barrios se dedicaron en el último tiempo a buscar apoyo de parte del gobierno para su actividad minera en el departamento de Artigas. Si bien ya tienen el respaldo de la comuna, sienten que desde Montevideo las autoridades le dan la espalda.
“El Estado es un socio que siempre está para retirar su plata, pero no invierte en nada”, se quejó Sanchis. Junto con Barrios explicaron que las trabas burocráticas son cada vez mayores y el apoyo a la actividad es inexistente. “Tenemos la calificación, la tecnología y excelentes yacimientos, lo que falta es el apoyo para desarrollar la actividad”, señaló Barrios.
Hace algunos años Sanchis instaló una planta para vender las piedras con mayor terminación. “Hoy vendemos la amatista tal como se presenta en los comercios en China, lo que implica que agregamos todo el valor dentro del departamento. No vendemos un commoditie”, resaltó.
En dos galpones llenos de piedras violetas de distintos tamaños, brillos y tonos, se desempeñaban unas 15 personas el día de la visita. Algunas de gran tamaño son compradas por miles de dólares por empresarios de países lejanos, hoteles o casinos, para decoración.
A pesar de que en 2014 las ventas cayeron —por primera vez en 16 años—, los empresarios creen que están ante una oportunidad que hace “factible” aumentar las exportaciones a U$S 80 millones en 10 años (fueron por U$S 21 millones en 2013). “Eso cambiaría la realidad de Artigas”, dijeron con entusiasmo.