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En el libro “Relato oculto-Las desmemorias de Víctor Hugo Morales” escrito por los Sres. Leonardo Haberkorn y Luciano Álvarez, se lee en la pág. 89, una expresión atribuida al suscrito que transcribo: “yo vengo a lavarle la cara al batallón Florida”, la que supuestamente habría expresado ante un detenido en esa Unidad que tuve el honor de comandar.
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Al respecto siento la obligación de señalar que ello no se ajusta a la verdad, dado que de haberlo hecho hubiera estado entonces, emitiendo un juicio de valor sobre la actuación de los señores jefes de esa Unidad que me precedieron, lo cual dista enormemente de la conducta que en tal sentido adopté siempre al relevar a un camarada en los distintos ámbitos castrenses donde presté servicios.
Por otra parte al batallón Florida, previo a mi comando, le cupo cumplir misiones destacadas durante el período de “estado de guerra interna”, declarado por el Gobierno constitucional de la época: baste para demostrar ello el aniquilamiento de la denominada por la subversión “cárcel del pueblo” con la consiguiente liberación de civiles secuestrados y hacerlo sin el uso de ni una munición, lo cual celebré entonces tanto como ahora.
Sin perjuicio de ello, por cierto que —con anterioridad, a la operación mencionada precedentemente— también pudieron haberse producido actos individuales que no compartí, razón por la cual al asumir la jefatura fui explícito en las órdenes dadas al respecto y adopté medidas conducentes a reorganizar tareas, ajustar detalles disciplinarios e impartir cabalmente los programas de instrucción al personal, en procura de mejorar la situación de una Unidad que terminaba de actuar en la reseñada guerra interna; con todo lo que conlleva esa situación. Ello sin perjuicio de cumplir con las actividades en beneficio de la comunidad, al igual que lo hicieron siempre y harán las reparticiones del Ejército.
Quiero en esta oportunidad también señalar que luego de cumplir cuarenta y cinco años de servicio en el Ejército, observo que lamentablemente “las desmemorias” que se señalan en esta publicación no son privativas de la persona a la cual se refieren, sino que por el contrario son muchos los que evidencian el mal, casi tantos como los que se esfuerzan en mostrar toda vez —cual galardón— algún episodio, por mínimo que este fuera, que otrora los enfrentara con nuestra institución fundacional de la patria.