N° 1959 - 01 al 07 de Marzo de 2018
N° 1959 - 01 al 07 de Marzo de 2018
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl Poder Ejecutivo anunció el viernes 23 un conjunto de medidas de estímulo tributario, de simplificación burocrática y de rebalanceo de la relación de los contribuyentes con la Dirección General Impositiva con las que, dijo, busca “mejorar el clima de negocios”. La expectativa de los gobernantes es que la inversión vuelva a ser un “motor” de la economía y que se reactive la generación de empleo.
El paquete anunciado incluye acciones diversas, desde cambios en la matriz utilizada para evaluar los proyectos de inversión que aspiran a exoneraciones tributarias, hasta una prórroga y ajustes al régimen de estímulos fiscales a las megaobras inmobiliarias. También prevé ventajas impositivas a la importación de insumos para la fabricación nacional de maquinaria y equipos agrícolas. Otras medidas están orientadas, entre otras cosas, a facilitar la puesta al día con la Impositiva frente a recargos acumulados por atrasos.
Las primeras reacciones desde el sector privado —analistas y empresarios— fueron en general poco entusiastas. El gobierno no logró sorprender ni entusiasmar demasiado con sus medidas. Es que si no hay inversión, si no se crean más empleos, es por problemas que no se atacan solamente con este paquete de medidas, más allá de que pueda ser bien intencionado.
Los empresarios sostienen que, con costos en dólares altos derivados de la presión fiscal y de los salarios, la rentabilidad de sus negocios es insatisfactoria. Esa es la realidad hoy y la expectativa a futuro no parece ser más favorable.
¿Para qué invertir si la ganancia seguirá siendo magra? ¿Para qué contratar más personal con ese panorama? En una entrevista con Búsqueda que se publica en esta edición, el presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) plantea su visión con tono desesperado: “¿Por qué el PBI va hacia arriba, los salarios hacia arriba y el consumo va hacia arriba, pero no hay inversión? No hay porque no están dadas las condiciones para que un empresario invierta. Hoy no hay rentabilidad”.
Muy clara y representativa de la realidad la opinión del empresario. Lo que hace falta no es un maquillaje que pueda servir para superar los desafíos muy a corto plazo y que se vaya diluyendo rápidamente a medida que pasen los meses. No es suficiente. Este es el momento para atacar los problemas de fondo que hacen que Uruguay no sea rentable para los inversores.
Es cierto que índices como el que elabora la Fundación Getulio Vargas de Brasil y el Instituto Ifo de Alemania posicionan bien a Uruguay en cuanto a sus perspectivas económicas. Pero también lo es que la inversión (formación bruta en capital fijo) se contrajo 4,7% en términos reales en enero-setiembre del año pasado, al comparar con el mismo lapso de 2016, según las cifras oficiales. Ese “motor”, el más genuino en términos de crecimiento de la economía y la generación de puestos de trabajo, se apagó. Por eso hace falta más que echarle combustible por la vía solo de exoneraciones tributarias para ponerlo otra vez a andar. Y la ronda salarial que se avecina seguramente será otro factor relevante para los empresarios al momento de decidir mover la llave de encendido.