En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Aunque en Santiago aún se sienten los coletazos, el episodio protagonizado por el embajador de Chile en Uruguay, Eduardo Contreras, se encamina a desaparecer de la atención pública y de los integrantes de coalición del gobierno que encabeza la presidenta Michelle Bachelet.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
La ratificación de Contreras como embajador ante el gobierno uruguayo luego de sus declaraciones a “La Diaria” el miércoles 15 causaron malestar en la Democracia Cristiana (DC) chilena, pero la cancillería evaluó que al tratarse de un embajador que no es de carrera, una amonestación es suficiente.
El embajador, que luego de conocer las repercusiones de sus opiniones pretendió que no habían sido declaraciones sino apenas comentarios en privado, lo que fue negado expresamente por “La Diaria”, provocó una pequeña tormenta política cuando sostuvo: “Creo que hay un porcentaje no inferior a 25% de la población que sigue siendo nostálgico de Pinochet y de la dictadura. La reforma tributaria, que toca los bolsillos de las grandes empresas, y la reforma de la Constitución, que para mí y para cualquier persona normal son cambios necesarios, para la derecha fascistoide son la revolución marxista. Por lo tanto, yo no tengo ninguna duda de que estos actos terroristas que se han registrado son de la ultraderecha. Es lo mismo que hacían cuando Allende, aunque usen elementos anarquistas”.
Las reacciones a la confirmación del embajador fueron de variado tipo.
“Como partido y Alianza rechazamos absolutamente la decisión adoptada por el gobierno. Lo que hizo el señor Contreras es reírse de la política de Estado”, dijo el senador del opositor Unión Democrática Independiente (UDI), Juan Antonio Coloma.
La presidenta del Senado, Isabel Allende (Partido Socialista), tampoco se mostró satisfecha por la continuidad de Contreras e indicó que “hubiera preferido que hubiera renunciado, que le hubiera nacido a él, pero respeto la decisión de la presidenta, nunca más un embajador puede hablar de la forma en que aquí ocurrió”.
El vocero de la Nueva Mayoría y presidente del PS, Osvaldo Andrade afirmó: “Nos pareció muy bien que se escuchara al embajador, las explicaciones se las dio al gobierno y vamos a respaldar la decisión”.
El presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, al que pertenece Contreras, valoró la decisión del Ejecutivo y rechazó haber tenido alguna injerencia con la determinación. “Estamos satisfechos, no fuimos a pedirle a ninguna autoridad que lo mantuviera en el cargo”, informó el diario “La Tercera”.
Como Contreras también apuntó contra la “derecha empresarial”, el diputado precisó que por esa misma razón el embajador pidió perdón a los empresarios.
Contreras, un prestigioso abogado defensor de derechos humanos que llevó a juicio al general Augusto Pinochet, no solo opinó sobre el presente sino acerca de hechos históricos. Por ejemplo, recordó que la DC estuvo detrás del golpe de 1973.
Luego de las declaraciones de su embajador, la Cancillería chilena libró una comunicación a todas las embajadas ordenando que los diplomáticos no hicieran comentarios públicos sobre política interna de su país. También se discute en Chile una reforma de la Cancillería y una ley para que los embajadores tengan venia parlamentaria.