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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáSalió en el último Búsqueda (jueves 3 de diciembre, p. 11) un muy buen artículo-informe, escrito por la periodista Victoria Fernández, cuyo título es: La Fiscalía formalizó a un hombre por amenazas a judíos e investiga a un docente de Secundaria por negar el Holocausto. Subtítulo (sobre el titulo): “El Comité Central Israelita hizo dos denuncias ante la Institución de DD.HH. por expresiones de odio en redes sociales”. Lo del hombre que amenazó a judíos por supuesto que es horrible y vergonzoso. Antisemitismo.
Pero me quiero referir en especial al caso del docente que, de acuerdo con dicho artículo de Búsqueda, es docente de Secundaria y “en varios posteos niega la existencia del Holocausto, entre otras manifestaciones antisemitas”. Por supuesto que esto es absolutamente condenable, pero igualmente bochornoso, incomprensible, es a mi juicio lo que más adelante complementa el artículo. Continúa Búsqueda: “Respecto al caso del docente, el director de la Institución Nacional de DD.HH., Juan Faroppa, informó que el 20 de agosto comunicó al CES (Consejo de Enseñanza Secundaria) sobre la denuncia recibida del CCIU (Comité Central Israelita) y que Jurídica del CES entendió que las expresiones del docente “se contextualizan en el ámbito de la libertad de comunicación del pensamiento y de información”.
“Posteriormente, se dio vista de la respuesta al Comité y se comunicó a Fiscalía”. No estoy de acuerdo con el pronunciamiento del CES. Más allá de la resolución que se tome en materia legal —la negación del Holocausto es considerada delito en varios países del mundo— me parece insólito y reitero, vergonzoso, el pronunciamiento del CES. Aun amparado en “el ámbito de la libertad de comunicación del pensamiento y de información”, un docente o quien sea no puede decir cualquier cosa, no debe faltar a la evidente verdad histórica, y lo primero que debió haber dicho el CES es: “Docente, usted está faltando a la verdad. Quizás no está en nuestras potestades sancionarlo, pero usted está mintiendo descaradamente y faltando a la verdad histórica”.
Por lo menos el CES debería haber hecho una condena moral a dicho “docente” —la institución en la cual trabaja también— más allá de que sea efectiva o no. Solamente agrego: negar la Shoah es a mi juicio (más allá de lo que se diga en materia de legislación) un acto delictivo. Hágalo quien lo haga, pero si lo hace un educador, un “docente”, peor aún...
¡¿Y que lo ampare un consejo de educación?! Preocupante y lamentable...
En aras de la libertad de pensamiento, de expresión, de comunicación, no vale todo. No vale...
En mi condición de integrante del Centro Recordatorio del Holocausto del Uruguay, institución que integramos judíos —también sobrevivientes del Holocausto— y no judíos, mi rechazo al pronunciamiento del CES.
Lic. Rafael Winter