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El sábado 15 habrá un nuevo Parlamento. Será el primer paso hacia un nuevo período legislativo que tendrá un desafío desde el inicio: el proyecto de ley de urgente consideración que enviará Luis Lacalle Pou apenas asuma el 1º de marzo la presidencia de la República. Esta tarea será aún más compleja de abordar para un Parlamento en el que la mitad de los integrantes no tienen experiencia legislativa previa. Habrá 53 debutantes, nueve de ellos senadores y 44 diputados, según datos del Programa de Estudios Parlamentarios del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, brindados a Búsqueda.
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El hecho de que haya siete partidos políticos representados —algunos de ellos debutantes en las elecciones nacionales— facilitó el incremento de nuevos legisladores, según el relevamiento dirigido por el politólogo Daniel Chasquetti. El estudio compara las integraciones de cada legislatura al inicio del nuevo período, ya que su integración suele cambiar a partir del 1º de marzo, cuando los legisladores pasan a ocupar cargos en el Poder Ejecutivo y en las empresas públicas.
Cabildo Abierto, partido creado meses antes de las elecciones y que impulsó la candidatura presidencial de Guido Manini Ríos, es determinante para que haya un mayor número de nuevos legisladores —10 diputados y tres senadores—. No obstante, el Frente Amplio es quien tendrá el mayor número de debutantes, con 16 nuevos diputados y cuatro nuevos senadores.
El Partido Nacional, en cambio, registrará un único caso en el Senado y 10 en Diputados. El Partido Colorado tendrá siete diputados que ingresan por primera vez y un nuevo senador.
El Partido Ecologista, Radical e Intransigente aportará también a un debutante, ya que en su segundo intento electoral logró obtener una banca inédita.
La tasa de reelección tuvo comportamientos diferentes según la cámara. En el Senado, según Chasquetti, el estudio refleja que “se está dando un recambio” y “menos senadores buscan la reelección”. Comparado con el anterior período, el porcentaje de senadores que se volvieron a postular bajó de 83% a 62% y, entre ellos, los que efectivamente fueron electos cayó de 49% a 42%. En tanto en Diputados se mantiene estable en 49%.
Entre los senadores debutantes hay varios que ya tienen previsto ocupar otras funciones. El colorado Ernesto Talvi fue electo por primera vez, pero dejará el cargo para ser canciller, mientras que Irene Moreira, de Cabildo Abierto, hará el mismo recorrido pero para encargarse del Ministerio de Vivienda.
En el Frente Amplio una de las debutantes es Carolina Cosse, quien competirá en mayo por ser la intendenta de Montevideo. El diputado electo por el Partido Nacional Rodrigo Blas, por su parte, peleará por la Intendencia de Maldonado.
El estudio de Ciencias Sociales indica que no habrá grandes cambios en cuanto al nivel de formación académica de la próxima legislatura ni en la edad (ver cuadros).
Riesgo de debilitamiento.
Más allá de los datos cuantitativos sobre su integración, al politólogo Adolfo Garcé le interesan otros aspectos del próximo legislativo.
En su opinión es un momento bisagra para que el Parlamento avance en una “agenda de perfeccionamiento de la democracia”. Entre los temas que debe incluir esa agenda, el doctor en Ciencia Política identificó la reforma del segundo nivel de gobierno, el financiamiento de los partidos políticos, el voto en el exterior y en especial el funcionamiento del Parlamento y la calidad del proceso legislativo.
Para encarar esa tarea, Garcé dijo que es necesario fortalecer la rama legislativa del gobierno. “Una democracia de calidad precisa un Parlamento fuerte”, dijo el politólogo a Búsqueda.
Desde el retorno de la democracia en 1985 el Poder Ejecutivo se fortaleció con más recursos económicos y humanos que el Poder Legislativo. Eso produjo, en parte, que dos tercios de las leyes que llegan al Parlamento surgen desde el presidente y sus ministros.
“La pregunta que habría que hacerse es: ¿creció el papel de la presidencia en detrimento de la calidad del trabajo parlamentario?”, cuestionó.
Para Garcé, las mayorías parlamentarias que tuvo el Frente Amplio durante los últimos 15 años afectaron la calidad del proceso legislativo. “Cuando los presidentes están en minoría, el poder se traslada al Parlamento”, afirmó.
“El riesgo que se corre es el debilitamiento del trabajo parlamentario”, porque los legisladores “tienen poco apoyo técnico” para contrarrestar todos los recursos que sí posee el Poder Ejecutivo.
En los albores de una nueva legislatura, el politólogo consideró oportuno volver a discutir sobre los recursos destinados al Parlamento. Garcé dijo que es necesario dotarlo con un equipo técnico propio que le permita, sea cual sea el partido que gobierno, una mayor preparación para los legisladores.
“Los asesores que tienen es un paliativo propio del siglo XIX. Otro paliativo, también insuficiente, es el recurso que utilizan las comisiones cuando convocan a expertos y asesores para estudiar las leyes. No alcanza. Se necesitan instituciones técnicas para que los legisladores no dependan de la buena voluntad para tener información”, dijo. “Esto es un problema de la calidad democrática porque el conocimiento es poder y cuando lo acumula el Ejecutivo y el Legislativo no, se pierde una de las bases de la República, que es el contrapeso”.