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El Directorio del Banco de Previsión Social (BPS) resolvió ayer miércoles iniciar una investigación urgente en torno a un equipo de radiología que la institución adquirió seis años atrás para el Centro de Referencia Nacional en Defectos Congénitos y Enfermedades Raras (Crenadecer) y que hasta ahora no se instaló.
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En una recorrida por el Crenadecer, el jerarca se encontró con esa aparato que despertó su curiosidad. Según informó ayer en una conferencia de prensa, técnicos del centro le contaron que ese equipo estuvo en su embalaje original durante tres años y medio, lo que le significó al BPS el pago de un seguro. Además, al desembalarlo, se encontraron con que no era el que se había encargado. “Compramos un Mercedes Benz y nos entregaron un Fiat 600”, le aseguró un técnico al vicepresidente de BPS, según su relato.
En su contacto con los periodistas después de la sesión del directorio, Graffigna dijo lo que se pagó por el equipo en cuestión: fueron US$ 147.000. Pero aclaró que el perjuicio no es solo económico, sino también de calidad de atención para los pacientes del Crenadecer. Se trata de personas con patologías severas, que en la actualidad deben ser trasladadas a otro hospital para realizarse estudios cardiológicos que podrían haberse hecho con el equipo adquirido.
Según Graffigna, el aparato sigue sin instalarse y hay intenciones de hacerle un “injerto” para probar su funcionamiento. El vicepresidente del BPS opinó que se trata de un problema “grave”, que responde a una “consecución de errores, omisiones a nivel de la gestión”.
En el Directorio del BPS, la denuncia que llevó el vicepresidente resultó sorpresiva. Según dijo en la conferencia de prensa, los directores manifestaron no tener conocimiento del asunto del equipo que no llegó a utilizarse. Aseguró que le llamó “poderosamente la atención que nadie (...), sobre todo del directorio anterior”, se hubiese percatado de esa irregularidad hasta ahora. Tras el cambio de gobierno, solo se mantienen en el directorio los representantes (“sociales”) de los trabajadores, los empresarios y de los pasivos.
Después de informada la situación por parte de Graffigna, Búsqueda consultó ayer a Heber Galli, quien presidió el BPS desde 2014 (supuestamente, el año en que se hizo la compra) hasta el cambio de gobierno. Galli no quiso hacer declaraciones al respecto.
En abril de 2018, las autoridades del BPS y varios integrantes del Poder Ejecutivo del último gobierno del Frente Amplio inauguraron un área de rehabilitación de pacientes con fibrosis quística, mielomeningocele, parálisis cerebral y otros males del Crenadecer. El proyecto requirió una inversión de US$ 4 millones entre instalaciones y equipamiento.
