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En su primera aparición en esta temporada, en un torneo oficial del PGA Tour de Estados Unidos, el ex número uno del mundo Tiger Woods volvió a mostrar toda su jerarquía al ganar con comodidad el Famers Insurance Open. El torneo tuvo un desarrollo anormal, ya que una densa niebla proveniente del océano Pacífico en la tarde del sábado 26, llevó a la suspensión del juego de la tercera ronda. A partir de esa decisión, las autoridades debieron reprogramar el resto del torneo, el cual finalmente recién se definió el lunes 28.
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Tiger empleó 274 golpes, catorce bajo el par de las espectaculares canchas del Torrey Pines Golf Course —son 36 hoyos— ubicadas en La Jolla, California. Segundo con cuatro golpes más finalizó el defensor del título Brandt Snedeker.
Evidentemente, Woods se siente muy cómodo en Torrey Pines, donde juega desde los 11 años. Prueba de ello es que allí ganó tres campeonatos juveniles, un US Open y el Farmer Insurance Open en siete oportunidades.
Luego de 17 temporadas los números de Tiger en el principal circuito del mundo son realmente sorprendentes. Esta fue su victoria 75ª y tras dejar atrás a Jack Nicklaus ahora solamente está a ocho triunfos de superar la marca de Sam Snead para convertirse en el mayor ganador de torneos oficiales en la historia del PGA Tour. Por otra parte, tras su victoria en el Farmers Insurance, de 54 veces que llegó como líder a falta de una vuelta, Tiger ganó en 50 oportunidades. Por su última victoria además recibió un cheque por U$S 1.100.000 dólares americanos con los cuales lleva ganados solamente en premios oficiales la friolera de U$S 100.950.000. Realmente impresionante.
Atrás parece haber dejado los peores momentos de su carrera, cuando debido principalmente a problemas extra golf, llegó a caer en junio del 2011 al puesto 14º del ranking mundial. Una franca recuperación que comenzó en la temporada pasada lo ubica en la actualidad en el segundo lugar de dicho escalafón.
Mentalidad ganadora
En el último campeonato, Tiger dio muestras de su categoría y por momentos llegó a parecerse al extraordinario jugador que ejerció una supremacía absoluta por más de una década.
En la ronda definitoria, por ejemplo, hizo un solo putt en los primeros cinco hoyos, desestabilizando cualquier reacción de sus perseguidores. Da la impresión de que Tiger lentamente está recuperando ese juego sobre el green, el cual fue característico en sus épocas doradas.
“Es una buena forma de comenzar el año” afirmó sonriente Woods, en la conferencia de prensa posterior al torneo. “Cada vez que pego el primer tiro en un campeonato trato de ganarles a todos mis rivales, siempre fue así y no va a cambiar ahora. Esa es mi actitud para enfrentar los desafíos, agregó el ex monarca mundial.
“La única forma de recuperar el número uno del ranking es ganando torneos. Hay que ser consistente en el juego, por ejemplo que en una mala semana no quedes fuera del top 10”.
En cuanto a la comparación con otras temporadas, Tiger fue categórico al afirmar: “no es válida la comparación, ya que es otro físico, otro swing. Lo único que importa en el golf es ganar torneos y eso es lo que espero hacer en esta temporada”, concluyó.
El futuro
El calendario de Woods siempre fue “un secreto de estado”. El año pasado, por ejemplo, jugó solamente 16 torneos. En esta temporada arrancó jugando en el Abu Dhabi Championship, donde recibió una cifra fabulosa por participar.
Ahora se especula que podría participar a partir de hoy jueves 7, en el Pro-Am de Pebble Beach, certamen con larga tradición y fines benéficos.
El golf ha tenido a lo largo de toda la historia grandes rivalidades que marcaron distintas épocas en este deporte. Así a comienzos del siglo XX fueron los tiempos de Harry Vardon y Walter Hagen. Luego llegaron Bobby Jones, el más grande jugador aficionado de todos los tiempos enfrentando a Gene Sarazen. Sam Snead y Ben Hogan también marcaron otra época. Más cerca en el tiempo y ya con la llegada de la televisión a transmitir en directo los campeonatos, los duelos entre Arnold Palmer y Jack Nicklaus resultaron decisivos para la masificación del golf.
El australiano Greg Norman y el español Severiano Ballesteros también dejaron su huella. Y así fue transcurriendo el tiempo hasta la llegada de Tiger Woods a mediados de los 90 para ejercer una supremacía única en el golf.
Sus ocasionales rivales como David Duval, Vijay Singh, Ernie Els, y Phil Mickelson entre otros, no pudieron hacerle sombra a Woods.
Es así que la atención en este año está planteada en el nuevo duelo entre el joven norirlandés Rory McIlroy, número uno del mundo de apenas 23 años y el número dos, Tiger, con sus 37. Desde fines del año pasado ambos han venido jugando desafíos, principalmente en Asia, donde, con grandes incentivos mediante, McIlroy y Woods realizaron varias exhibiciones. Además el promocionado cambio de marca por parte de McIlroy, al pasar a engrosar al igual que Tiger, las filas de Nike, es una característica de esta nueva rivalidad.
Un dato a tener en cuenta de cara a la temporada que está comenzando: cada vez que Tiger ganó en Torrey Pines también ganó un Major.
