Si las elecciones fueran hoy, el Frente Amplio tendría el 37%, el Partido Nacional el 18%, el Partido Colorado un 9% y un 30% está indeciso, según el último sondeo de la encuestadora, realizado a 1.004 personas entre el 15 y el 24 de agosto. Respecto a la medición anterior, realizada en abril pasado, los indecisos bajaron cuatro puntos, el Frente Amplio creció uno, el Partido Nacional tres puntos y los colorados se mantienen igual.
En el trabajo se indica que en la intención de voto influye el juicio sobre cómo se está desempeñando el actual gobierno departamental. Hoy, el 48% de los montevideanos desaprueba la gestión de Ana Olivera, un 30% la aprueba y un 22% no sabe o no opina. “Entre el tercio de los ciudadanos que aprueban la gestión de la Intendenta Olivera, el 65% votaría al oficialismo para otro período más de gobierno, el 13% piensa votar a otro partido y el 22% adicional todavía no se ha decidido. Entre la mitad de los montevideanos que desaprueban la gestión de Olivera los resultados son ‘casi’ opuestos: sólo el 14% votaría al Frente para que siga a cargo de la Intendencia y el 51% votaría a otro; entre los disconformes con el gobierno departamental más de un tercio (35%) no sabe a cuál partido votaría. El mismo nivel de indecisión se observa entre el grupo que ni aprueba ni desaprueba el desempeño de la intendenta, aunque entre ellos una mayoría relativa (44%) optaría porque el Frente se mantenga a cargo de la comuna”.
Elecciones competitivas.
Con este panorama, blancos y colorados siguen avanzando para crear un nuevo lema que les permita competir juntos en el mayor circuito electoral del país.
Una de las principales dificultades para ese acuerdo surge del lado del Partido Colorado. Según su Carta Orgánica, para autorizar acuerdos con otros partidos políticos, al menos dos tercios de los convencionales nacionales deben dar su apoyo. La convención colorada se integra por 500 convencionales electos en las internas, 100 más electos en las elecciones juveniles y los dos ex presidentes de la República. Por lo tanto, se necesitan 401 votos para habilitar el acuerdo.
Lograr este objetivo es difícil y por ello hubo largas negociaciones en la interna colorada. Es que, generalmente, las convenciones nacionales coloradas no tienen un alto quórum, por lo que no es seguro que asistan los dirigentes necesarios a la reunión. Por eso, como mecanismo alternativo se propone “descentralizar” la votación y que cada convencional vote en su departamento. Se trata de “generar facilidades” a los convencionales del interior, argumentó el secretario general colorado Max Sapolinsky el martes 3 en radio El Espectador.
Los convencionales deberán, el 14 de setiembre, expresar su voluntad mediante una hoja en la que se decidirán por la opción “Sí” o “No” al acuerdo. Al pie de esa hoja deberán poner su firma y aclaración de nombre.
Para algunos dirigentes colorados, de esta manera se está ante un voto “cantado”, ante lo cual reclamaron en la Comisión Electoral partidaria que la decisión se tomara por voto secreto o que en su lugar se convoque a la convención para aprobarlo en sala.
Ante las dos posturas, el tema fue finalmente laudado el lunes 2 en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que por unanimidad resolvió apoyar el mecanismo de voto con firma al pie de la hoja. Las diferencias internas llevaron a que el presidente de la Comisión Electoral y su secretario general, Miguel Rodríguez y Leonardo Martín, presentaran renuncia a sus cargos.
Los dos principales sectores colorados, Vamos Uruguay y Batllistas de Ley, están a favor del acuerdo, aunque han surgido voces contrarias. Una de ellas es la del diputado por Montevideo Fernando Amado, quien está en contra de este acuerdo. Amado se reunió ayer miércoles 4 de noche con los convencionales que pertenecen a su agrupación y resolvieron dejar en “libertad de acción” a los dirigentes.
Otro convencional, Carlos Mecol —dirigente de Flores— dijo esta semana que el Partido Colorado puede pedirle “todo”, pero “menos que participe del suicidio” de su colectividad.
Una postura distinta mostró el senador Ope Pasquet, encargado de negociar el acuerdo con el senador del Partido Nacional Gustavo Penadés. “Este acuerdo permite que la elección sea competitiva, aunque no garantiza ganar. Pero si cada partido va por separado seguro que no hay competencia”, dijo Pasquet a Búsqueda.
Pasquet aclaró que este acuerdo “no diluye las identidades partidarias”, ya que confluyen en un mismo lema pero votando cada uno a su candidato.
Pedro Bordaberry, el líder de Vamos Uruguay, también impulsa esta idea. El lunes pasado, durante la reunión de la bancada de legisladores, entregó una lista con los nombres de los convencionales que respaldan a cada diputado y senador de la agrupación para que se comprometan a votar.
Previo a la elección del 14 de setiembre, el sábado 7 se reunirá la Convención Nacional para aprobar la forma de elección y un documento que contiene un acuerdo básico para “ofrecer a la ciudadanía una alternativa política y electoral de cambio en el gobierno de Montevideo”.
El acuerdo a refrendar por los convencionales consta de cinco “bases políticas” y diez “bases programáticas”.
Entre las bases políticas figura que cada partido presentará un solo candidato y que blancos y colorados podrán convenir habilitar un tercer candidato a intendente.
Los partidos, además, se comprometen a abstenerse de presentar candidatos propios a la Intendencia, Junta Departamental y Consejos Municipales de Montevideo. La lista de convencionales nacionales y departamentales a elegir por el nuevo lema tendrán igual representación, se dice en el texto.
En cuanto a las bases programáticas, el documento se plantea una gestión departamental “transparente y accesible”, mejorar la “calidad de los servicios” y administrar “por resultados” los “recursos disponibles”.
También se establece que se dará prioridad a la “solución de los problemas más graves que padece el departamento, como recolección de residuos, limpieza y disposición final, transporte, tránsito y desarrollo”.
Otra propuesta tiene que ver con aumento gradual de la inversión pública y privada para que haya más obras. Asimismo, se propone tener una relación con Adeom, el sindicato de trabajadores municipales, basada en el “respeto mutuo, la autoridad, la definición clara de roles y el diálogo permanente”.
Por último, se propone una auditoría económica, financiera y de gestión de los últimos 25 años de administración para “establecer objetivamente el estado de situación y punto de partida del nuevo gobierno departamental”.
“Estos son los grandes títulos. Después se hará un programa común y luego cada candidato le dará su impronta”, comentó Sapolinsky, quien dijo que aún no está claro cómo definirán los colorados su hombre para competir en las departamentales de 2015.
Visión montevideana.
En el Partido Nacional el camino para respaldar el acuerdo está más claro. Incluso ya tiene un dirigente que se muestra como candidato: el diputado Jorge Gandini y su movimiento “Montevideo se puede”.
No obstante, hay algunas voces recelosas de la idea. A comienzos de agosto, durante la reunión del Directorio del Partido Nacional, el precandidato Luis Lacalle Pou advirtió que este acuerdo era como el “abrazo del oso” y señaló que Bordaberry es un “enemigo” de los blancos, según publicó el diario “La República”, el miércoles 7.
A la vez, el senador por Alianza Nacional Eber da Rosa también mostró reparos al acuerdo. En una entrevista en el programa “Telebuendía” de Canal 4, dijo el martes 3 que tiene sus “reservas” sobre el asunto. “Me preocupan algunos aspectos sobre lo que va a pasar después. Esto es diferente a lo que ha ocurrido en departamentos del interior, donde hubo una reacción espontánea de la gente. Esto de generar un lema departamental marca una diferencia respecto al interior y no sé qué puede pasar en el futuro. Los dirigentes de Montevideo miran con una óptica montevideana el tema”, dijo.
Contratapa
2013-09-05T00:00:00
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