El reporte diario de los casos nuevos de coronavirus informó el 16 de enero que hubo 12.574 personas contagiadas. La cifra marcaba un nuevo récord, que sería superado días más tarde por un crecimiento exponencial de los infectados en ese mes de temporada alta. Esa fecha fue también un punto de inflexión para el turismo uruguayo: hasta ahí, el movimiento de turistas había dejado satisfechos a los empresarios, pero las consecuencias de la contagiosa variante ómicron y las lluvias de la segunda quincena cambiaron las tendencias positivas. En esto coincidieron operadores y jerarcas del sector consultados por Búsqueda.
Aunque todavía quedan algunos días de verano, los números de esta zafra ya se dan prácticamente por cerrados. La que está terminando fue una temporada definida desde el gobierno como el inicio de una “recuperación” tras un verano de fronteras cerradas y dos años de una pandemia que tuvo al turismo como uno de los sectores más golpeados. Las expectativas tanto de las autoridades como de las gremiales empresariales eran alcanzar el 70% de la temporada 2020, una cifra a la que finalmente no se llegó “ni en cantidad” ni en “gasto”, según la presidenta de la Cámara de Turismo, Marina Cantera.
Balnearios
“El entusiasmo” que había entre los operadores de Rocha era “desbordante”, afirmó el director de Turismo de la intendencia de ese departamento, Federico Zerbino. Los primeros días del año tuvieron “la potencia” de la temporada 2019, con destinos que llegaban hasta el 100% de ocupación, al punto que nada indicaba que los resultados se fueran a “desmayar”, dijo. Pero, agregó, el aumento de casos de Covid influyó “mediáticamente” en las cancelaciones de reservas.
El jerarca destacó la “valentía” de los empresarios rochenses, que siguieron “apechugando con condiciones adversas”, ya sea pidiendo “un crédito para seguir abriendo, mantener los empleos, negociar constantemente”.
En los balnearios de la costa canaria la temporada “no fue buena”, indicó el director Horacio Yanes. El pico de casos de Covid y el “mal tiempo” fueron una “combinación fatal”: “Se desplomó la temporada”.
El director de Turismo de Maldonado, Martín Laventure, dijo que fue “una temporada aceptable” con turistas que viajaron “menos veces” pero se quedaron “más tiempo”, aunque la “recuperación” fue “irregular”.
Lamentó que “los días que se perdieron” son “difíciles de recuperar”, y resaltó que la pandemia confirmó “que el camino a seguir es tener productos complementarios al sol y playa”.
Desparejos
Cantera coincidió con que la evaluación es “despareja” según los distintos sectores vinculados al turismo.
Los destinos que “trabajan con turismo interno” –algunos de Rocha, Piriápolis, Canelones y “en parte” Colonia– tuvieron una “buena movilidad” en la primera quincena de enero, pero las siguientes semanas el resultado fue “mediocre”, con “ocupaciones magras” y poco movimiento entre semana. El “nicho de lujo en Punta del Este estuvo muy bien”, destacó Cantera, aunque este segmento también tuvo un bajón hacia la segunda quincena del primer mes del año, que habitualmente es la más activa.
El cinco estrellas The Grand Hotel, por ejemplo, tuvo una ocupación de 67% en enero y de 75% en febrero (con tarifas más bajas), informó su gerente general, Alejandro Gómez.
El ejecutivo dijo que “sorprendió la cantidad de gente que llegó”, aunque habían estimado que llegarían más desde Argentina. “El segmento de argentinos que tenemos nosotros viene igual, no le importa el nivel del precio; son de clase alta, tienen dólares”, comentó. A diferencia de otros veranos “normales”, la cantidad de uruguayos “fue muy alta”, ponderó. El de “poder adquisitivo alto vino y se dio cuenta de que Punta del Este tiene opciones para ese nivel”, explicó Gómez.
En el Enjoy, la facturación de los primeros días de enero fue similar al promedio de los últimos tres años previos a la pandemia, informó su gerente general, Ignacio Sarmiento. Pero a partir de la segunda quincena la temporada pasó a ser “muy mala” y el establecimiento registró una caída de ingresos de 20% respecto a enero y febrero del 2020, antes de la emergencia sanitaria. El hotel recibió al público “histórico”, que llegó desde Brasil y Argentina y son, principalmente, “clientes del casino”.
La recuperación, dijo Sarmiento, será en “U” y no en “V”, y estiman que en 2024 se recuperarán los niveles del 2020. La idea es ir “poco a poco”, comentó.
Los restaurantes, por su parte, facturaron en enero un 25% respecto del mismo mes del 2020. Este verano se conjugó “la alegría de volver con los números que están todavía lejos de la prepandemia”, y se le sumó la particularidad de que “subió todo” y el sector está “endeudado”, analizó el presidente de la Corporación Gastronómica de Punta del Este, Sebastián Freire. En el sector esperaban mejores resultados en la temporada porque la actividad en noviembre –con el efecto de las finales de la Conmebol en Montevideo– dejaron la vara alta: “Volver a escuchar el portugués y al extranjero daba una expectativa superior. Igualmente estamos felices de volver a tener una relativa normalidad”.
Hay otros sectores que tienen dificultades para hacer evaluaciones, como el inmobiliario, apuntó Laventure. “La mayoría” de los alquileres no pasa por el mercado formal y en general se concretan a través de plataformas o de forma directa.
Cantera agregó otros rubros que están en una situación “compleja”, como la aeronáutica, las agencias de viajes para el turismo receptivo y el transporte turístico. Las aerolíneas están “con dificultades importantes” porque hubo un “aumento creciente” en las tarifas de los combustibles, que derivará en la suba del precio de los pasajes. Las agencias que ofrecen viajes al exterior, en tanto, están “retomando la actividad” y “con esperanza”.
Precios
En Colonia pusieron “todo lo que hay que poner para que a un destino le vaya bien”, dijo el presidente de la Asociación Turística del departamento, Andrés Castellanos. Destacó que trabajaron en tener “tarifas recontra competitivas” y “brindar servicios muy buenos”.
En condiciones normales, el 70% de los visitantes a Colonia llegaban desde Buenos Aires. Pero este verano Uruguay fue un destino “caro” para los argentinos, por la diferencia cambiaria.
Sin embargo, un estudio de la consultora PricewaterhouseCoopers tuvo un resultado “sorpresivo”. Al comparar los precios entre el destino uruguayo con otros de Argentina, concluyó que Colonia es más caro que Buenos Aires, pero más barato que Mendoza y Mar del Plata. El estudio fue hecho “para despejar algunas dudas, como que Uruguay era carísimo e imposible. Cosa que no es real y que se toma de forma arbitraria para sacar ventaja”, comentó Castellanos. Según él, se suele extrapolar “la cotización de una pizarra” de una casa de cambio al “consumo” y se manipula con “la peor ecuación posible”.
Mientras, los empresarios de Salto ven con preocupación un tema: la competencia que se puede dar con las termas del lado argentino, que tiene precios más bajos que el uruguayo, comentó Cantera. Los complejos de Salto en verano estuvieron en temporada baja, pero pese a eso quedaron “conformes” con el flujo de visitantes que recibieron.
(*) La versión original fue corregida, incorporando el apellido correcto del presidente de la Corporación Gastronómica de Punta del Este, Sebastián Freire.