En la permanente búsqueda de ídolos que tiene el deporte de alto rendimiento, la figura del joven Jordan Speith ganando el Masters de Augusta hace dos semanas pareció construir la historia perfecta. Al ganar su primer Major con apenas 21 años, Speith despertó las comparaciones con el inicio de la fulgurante carrera de Tiger Woods y la posibilidad incluso de arrebatarle el número uno del ranking mundial al norirlandés Rory McIlroy.
Sin embargo, el domingo 3 McIlroy respondió de la mejor manera, confirmando su liderazgo en el golf mundial con una brillante victoria en el Cadillac Match Play, torneo perteneciente a la World Golf Championships.
El joven norirlandés, que el lunes 4 cumplió 26 años, derrotó en la final al inglés Gary Woodland —una de las tantas sorpresas que tuvo el campeonato— por un categórico 4 y 2.
El torneo repartió 9,25 millones de dólares de los cuales 1,57 millones fueron para McIlroy, 930.000 para Woodland y 640 para el inglés Danny Willett, que derrotó en el match por el tercer puesto al norteamericano Jim Furyk.
Una nueva victoria para McIlroy —la décima en el PGA Tour, el principal circuito del mundo— que confirma las grandes condiciones que tiene el número uno del mundo. Pudo a lo largo de diferentes etapas del campeonato quedar eliminado primero en la fase eliminatoria de grupos y más tarde en los cuartos y semifinal. Sin embargo, en esos difíciles momentos surgió toda la clase y categoría del mejor golfista del mundo. Es que McIlroy pega los tiros que tiene que hacer en los momentos precisos de la vuelta o de un match además de embocar (punto fundamental en este juego) la gran mayoría de los putts de compromiso. Así lo hacen los verdaderos fenómenos, así lo hizo sin ir muy lejos por ejemplo a lo largo de una década Tiger Woods.
Cambio de formato
El Mundial Match Play se jugaba en Tucson, Arizona, desde hace varias temporadas con un sistema de eliminación directa entre los primeros 64 jugadores ubicados en el ranking mundial. En las últimas ediciones fue notoria la ausencia de las principales figuras, quienes argumentaban que era un viaje muy largo con la posibilidad de quedar eliminados en el primer partido, por lo cual varios de ellos desistían de participar.
Este año el certamen cambió de auspiciante y se trasladó a la hermosa cancha del TPC Harding Park ubicada en San Francisco, zona de grandes trazados de golf. El campo de larga tradición fue diseñado por Willie Watson e inaugurado en 1925.
Además pasó a jugarse en una fase de 16 grupos integrados por cuatro jugadores cada uno. Los ganadores de cada serie pasarían a jugar octavos de final, cuartos de final, semifinal y la final todo en la modalidad de 18 hoyos match play (juego por hoyos). De esta manera los organizadores aseguraban a todos los participantes un mínimo de tres partidos.
De acuerdo con las evaluaciones primarias, los resultados en el público y especialmente en la televisión han sido más que satisfactorios, por lo cual con algunos pequeños ajustes ya señalados, el formato se repetirá en la próxima edición.
Tensión desde el inicio
Muy temprano en la mañana del miércoles 29 de abril dio comienzo la disputa del primer campeonato de la temporada de los que componen la Serie Mundial de Golf.
Así comenzaban sus partidos los primeros 64 golfistas del escalafón mundial en los que, lamentablemente, no había ningún participante latinoamericano.
Todo el dramatismo, tensión y nervios que contiene la modalidad match play ya se dio en la primera jornada con la derrota de algunas grandes figuras a mano de jugadores “desconocidos”. Ello se explica por el alto nivel de juego que muestran los integrantes de los principales circuitos del golf mundial en cada torneo. Esas sorpresas de la jornada inicial volverían a darse en las restantes rondas y al terminar la fase eliminatoria el viernes 1º, varios candidatos al título quedaron fuera de la competencia.
Mientras, McIlroy iba sorteando los diferentes obstáculos, lo cual le permitió llegar a la final del domingo 3. Su peor momento lo pasó en el match contra Billy Horschel al estar dos hoyos abajo a falta de dos capítulos. Ganó esos dos hoyos para forzar en forma dramática un desempate y terminar ganando el partido recién en el hoyo 20.
En cuartos de final, también el norirlandés las pasó feas, ya que venía en el tee del hoyo 17, uno abajo contra el inglés Paul Casey. Ganó ese hoyo, empataron el siguiente y terminó luego imponiéndose en el cuarto hoyo del playoff.
En la semifinal, disputada en la mañana del domingo 3, McIlroy enfrentó a Jim Furyk en uno de los mejores matches que tuvo el campeonato. El norirlandés tuvo un cierre fabuloso al hacer birdie en el 16, también en el 17, para cerrar con un águila impresionante en el hoyo final ante el delirio del público y ganar así su partido en forma increíble.
En la otra llave, Woodland derrotaba a Willett por un score final de 3 y 2 accediendo así a la final del certamen.
En la tarde de ese mismo día se llevó a cabo la final, donde rápidamente McIlroy tomó la delantera colocándose luego de 10 hoyos con una ventaja de cuatro arriba. Cuando todo indicaba que sería una cómoda imposición del norirlandés llegó la reacción de Woodland, quien ganó dos hoyos y tuvo una clara posibilidad de ganar también el 13, en el que sin embargo falló un corto putt que lo desmoronó psicológicamente.
“Si hubiera embocado ese putt del hoyo 13 para ponerme solamente un hoyo abajo con cinco por jugar, otra pudo haber sido la historia de este match. Lo fallé y contra el mejor golfista del mundo uno no puede darse esos lujos”, fue el comentario del inglés en la conferencia de prensa.
Orgulloso ganador
“Estoy realmente orgulloso por la forma en que me sobrepuse a algunas circunstancias complicadas que tuve que enfrentar en algunos partidos a lo largo de todo el campeonato” , declaró McIlroy mientras exhibía el hermoso trofeo.
“Fue mi segundo título de los World Golf Championships y eso me deja muy feliz”, agregó, para destacar luego las cualidades del nuevo formato de juego del Mundial Match Play.
Si bien todavía le falta para mostrar lo mejor de su juego como lo hizo en el 2014, cuando ganó dos Majors (el British Open y el PGA Championship), McIlroy ha dado muestras en lo que va de la actual temporada de una clara mejoría que incluyó un cuarto puesto en el último Masters de Augusta.
Sin embargo, su formidable victoria en el Mundial Match Play puso las cosas en su lugar y le demostró al mundo del golf quién es el número uno.
The Players
Championship
Hoy jueves 7 comenzará una nueva edición del Players Championship, para muchos “el quinto Major” por la importancia que encierra este campeonato. Se jugará como es tradición desde 1982 en el TPC Sawgrass de Pontevedra, ubicada al norte del estado de Florida, con diseño de Pete Dye, una de las mejores canchas de golf del mundo.
Allí estarán los mejores golfistas del mundo (Tiger Woods incluido) además de los argentinos Ángel Cabrera y Andrés Romero buscando la gloria. En esta competencia no hay clasificaciones previas, tampoco invitaciones o participación de ex campeones. Solamente se juega de acuerdo con la posición en el ranking mundial. El alemán Martin Kaymer es el defensor del título.
La enorme bolsa de premios que reparte, U$S 10 millones, le dan al Players Championship, además de la relevancia deportiva, una importancia económica igual o mayor a la de los cuatro Majors.