En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Para el poeta T. S. Eliot, gran lector de los cuentos protagonizados por Sherlock Holmes, el mayor misterio de ese personaje es que cada vez que alguien lo menciona, parece que realmente existiera. Así lo cuenta el prologuista Andreu Jaume en la edición de bolsillo Relatos (Penguin Random House), publicados en dos tomos y protagonizados por el famoso detective inglés creado por Conan Doyle (1859-1930).
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Este personaje, que dejó para siempre asociada la pipa y la gorra de cazador a la investigación policial, surgió de varias influencias literarias de Doyle. La principal fue E. A. Poe, pero también tomó aportes del francés Émile Gaboriau, de Dickens y de Henry James. Por primera vez, apareció en la novela Estudio escarlata, de 1887, pero tuvo verdadera popularidad a partir de Escándalo en Bohemia, novela de 1891.
Después llegó el personaje de Watson, médico (como el propio Doyle) y futuro biógrafo de Holmes, un verdadero contrapunto del detective excéntrico, culto, experto en química, anatomía y aficionado al violín. Ambos compartirán el apartamento en el 221 B de Baker Street, hasta que Watson se case. Porque Watson es un tipo bastante normal.
Con el correr de los relatos, se va conociendo la faceta oscura de Holmes, sus caídas en la depresión cuando no surgen nuevos casos y su adicción a la cocaína. Todos aspectos que lo hacen muy complejo y real, tal como lo percibía Eliot, a la vez que un personaje atractivo para el cine y las series televisivas.
Tal fue la vida independiente que adquirió el personaje, que cuando Doyle quiso matarlo en el cuento El problema final de 1893, en un enfrentamiento con Moriarty, su mayor enemigo, los jóvenes protestaron luciendo crespones negros en sus sombreros y miles de lectores cancelaron su suscripción a la revista Strand, que publicaba los relatos.
Los dos tomos recientemente editados incluyen cuatro novelas y 56 relatos. Para disfrutar al lado del fuego, con aroma a buen tabaco de pipa.