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Denuncian presuntas irregularidades en la Intendencia de San José
Falero adulteró facturas de proveedores para disimular el déficit de 2017, sostiene un libro periodístico; el intendente evaluará los pasos a seguir, aunque asegura que siempre está abierto “a que se investigue” su gestión
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La Intendencia de San José adulteró los registros y eliminó unas 2.200 facturas que representan una deuda de alrededor de $ 40 millones mediante la modalidad de pasar el gasto de la Rendición de Cuentas 2017 a la siguiente, según un libro del periodista maragato Pablo Fernández Arechiteguy, a cuyo adelanto accedió Búsqueda.
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Las facturas adulteradas habrían permitido abatir el déficit de la comuna conducida por el intendente blanco José Luis Falero de $ 76 millones a $ 36 millones. “La maniobra fue sencilla, una importante cantidad de guías (facturas) fueron anuladas y transferidas al año 2018. De esa forma, aquellos compromisos económicos contraídos en 2017 que estaban pendientes de pago, es decir, eran deudas, fueron eliminados de los registros en 2017 y se inscribieron para 2018” y eso permitió que “el déficit oficialmente admitido fue inferior al real” en unos $ 40 millones, afirma el libro Patas cortas. El camino de la corrupción en San José, que se presentó el viernes 28 en el Club San José.
Según el autor, “es absolutamente impensable que el intendente Falero haya desconocido esta maniobra de anulación de guías” en las que “participaron varios funcionarios pertenecientes a distintas reparticiones de la Intendencia”.
El libro también hace mención a la actuación de algunos integrantes del oficialismo del departamento, entre ellos el diputado Ruben Bacigalupe, el exsecretario general Alexis Bonahon y el funcionario José Luis Falero Tirelli, a los que acusa de “mentiras” y “amenazas” para ocultar irregularidades en la gestión. Entre otras supuestas irregularidades, se menciona el trato con proveedores como la imprenta Megaimpresos, cuando el actual diputado Bacigalupe era director de Deportes, un asunto que fue abordado ya en 2014 por una comisión investigadora de la Junta Departamental de San José.
El intendente Falero dijo a Búsqueda que los procedimientos con las guías 'son normales' y que una vez que conozca el contenido del libro tendrá que hacer las consultas a Jurídica. 'Siempre estamos abiertos a que se investigue la gestión' expresó.
“Balastro jodido”
Otro de los contenidos del libro refiere a supuestas maniobras por parte de los jerarcas Nelson Acosta y Marcelo Pricolli en la Dirección General de Obras.
Según Fernández, ambos funcionarios “han mostrado un ostensible crecimiento patrimonial desde que Falero está en el gobierno” gracias a “coimas” y “sobreprecios”.
Una de las actividades en las que se registraron presuntas irregularidades, afirmó el autor, es el bacheo de calles y caminos del departamento. “En resumen, por cada 400 bolsas que efectivamente se colocan en la obra, el registro alcanzaba a un monto equivalente a 750 bolsas. Casi el doble. La consecuencia de esta maniobra abusiva es que la Intendencia tiene un desembolso de dinero muy por encima de lo realmente usado, pero además hay una caída trascendente en la calidad de la obra”.
Las fuentes consultadas por el periodista indicaron que para realizar 1.000 metros cuadrados de bacheo se requieren unas 500 bolsas de portland, pero que en realidad se facturan 750 y se hacen los trabajos con apenas unas 400.
Otro de los aspectos que afectan las obras de la comuna maragata es la mala calidad del balastro, un asunto que fue motivo de denuncias de vecinos de Libertad, Ciudad del Plata, Ecilda Paullier, San José de Mayo y otras localidades.
El tema de la calidad del balastro llegó a la opinión pública maragata en una medida tal que el propio intendente tuvo que hacer mención al asunto durante un acto de balance de la gestión en junio pasado. “Hemos tenido algún balastro jodido”, dijo Falero en el acto que se realizó en el Teatro Macció sin entrar en detalles respecto a la mala calidad del material que contenía, según el libro, “una alta carga de arcilla o tierra, lo que lo hace inútil para trabajos de reparación de calles y caminos”.
El libro de Fernández también menciona el caso en el que se utilizó una licitación pública para realizar trabajos en un edificio privado propiedad del diputado Bacigalupi.
En la casona, ubicada en el centro de la capital departamental y donde durante años estuvo la sede de la Dirección General Impositiva (DGI), se efectuaron trabajos de bituminizado con doble capa de asfalto con materiales proporcionados por la Intendencia en beneficio del propietario y de los nuevos inquilinos, la empresa fúnebre San José.
“Medallas y trofeos”
Otro de los capítulos del libro hace referencia a “los tentáculos de la lista 50” que dirige Bacigalupi. Entre otros, menciona a la directora general de Políticas Sociales, Carolina Hornes, la esposa del líder de la agrupación, la edila Bettina Cerdeña y Adrián Laca, proveedor frecuente de analgésicos de la Junta.
Otra de las maniobras que habría realizado Bacigalupi fue hacer que la Intendencia y la Junta pagaran, camufladas en varias facturas realizadas en diversas fechas como “medallas y trofeos”, una deuda de $ 250.000 que la lista 50 tenía desde 2013 con la mencionada empresa Megaimpresos por la realización de material de propaganda para las elecciones internas del precandidato blanco Luis Lacalle Pou.
Según el libro, desde 2016 el caso está en la Justicia “con lujo de detalles”.
“La profundización de la imparable corruptela de Bacigalupe solo ha sido posible por la obsecuencia de tres ambientes: el político, el institucional y el periodístico”, sostiene el periodista del portal sj.uy.
Falero, que proviene del sector del exintendente Juan Chiruchi, es el jefe comunal del departamento desde 2010, cuando fue electo con el 56,5% de los votos. En 2015 resultó reelecto, y es titular de una banca en el senado por la agrupación Todos, de Lacalle Pou.