La parálisis ideológica, la fractura interna y la división programática que vive el Partido Socialista hacen prever que tendrá un “negro futuro”, evaluó Alejandro Domostoj, quien hasta el miércoles 18 era parte de ese sector político.
, regenerado3La parálisis ideológica, la fractura interna y la división programática que vive el Partido Socialista hacen prever que tendrá un “negro futuro”, evaluó Alejandro Domostoj, quien hasta el miércoles 18 era parte de ese sector político.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáDomostoj presentó su renuncia al Partido Socialista a través de una carta de cuatro carillas en la que aseguró que se iba “derrotado” y con el “dolor de las traiciones” internas.
El ahora exdirigente socialista ocupó al menos seis cargos de responsabilidad en la interna de su partido y fue candidato a diputado. Su último cargo era secretario nacional de gobierno.
Domostoj sostuvo en la carta que el Partido Socialista está “literalmente partido” desde hace más de una década. Y eso provoca que esté “ideológicamente paralizado y desideologizado”, aseguró.
Es partido “ideológicamente amorfo”, que además está “programáticamente divido”, escribió Domostoj. Por ejemplo, dijo, tiene dirigentes que apoyan al kirchnerismo, a la Cámpora, al Partido Socialista Unido de Venezuela, mientras que otros se “recuestan” en el socialismo argentino, el chileno o el Partido Socialista Francés. Por esta razón no llega a “una definición clara sobre Venezuela” o si se apoya un tratado de libre comercio con Chile, advirtió.
En materia económica también hay diferencias. Por un lado se “impulsa el aumento de impuestos, el no abatimiento del déficit fiscal, la no devolución del Fonasa”, y por otro se “respalda la conducción económica actual” debido a su “dominio absoluto” de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, cuyo director es el socialista Álvaro García.
“Estas son algunas de las cosas que me llevan a vaticinar un negro futuro para el Partido Socialista. Ojalá esté totalmente equivocado. Porque yo sigo creyendo en el socialismo de don Emilio Frugoni, porque sigo creyendo en la necesidad de una izquierda ética impulsora de procesos de cambios que garanticen la felicidad de las grandes mayorías, con los valores de justicia, equidad, igualdad y solidaridad, no declarados en documentos, estatutos, o cartas, sino predicados en la acción y con el ejemplo”, afirmó Domostoj.