El próximo 1° de setiembre comenzarán formalmente los trabajos de la Plataforma de Salud Animal (PSA), ya con el laboratorio en la estación experimental de La Estanzuela en funcionamiento, el 100 % de los técnicos previstos contratados y dos proyectos concretos sobre los cuales se está avanzando. Los tres pilares donde se apoya la PSA, según dijo a Campo Franklin Riet Correa, asesor estratégico de INIA en temas de salud animal, son la necesidad de conocer mejor las enfermedades a partir de los nuevos sistemas productivos, la salud pública y un sistema nacional de vigilancia donde se conozca y se pueda evaluar el riesgo del ingreso o la presencia de alguna enfermedad para poder anticiparse y mitigar sus posibles efectos.
Entre las premisas evaluadas para poner en funcionamiento la Plataforma, fueron considerados aspectos relacionados con el rezago en la investigación en salud frente a otras áreas de investigación agropecuaria, y la valoración de “imprescindible” el avanzar en la materia para conocer y solucionar problemas sanitarios actuales para la producción animal, incluyendo enfermedades infecciosas, parasitarias, metabólicas, tóxicas, nutricionales y de la reproducción.
Uruguay tiene instituciones de investigación consolidadas en el área de Medicina Veterinaria (Facultad de Veterinaria, Dilave Miguel C. Rubino, INIA) y en las ciencias básicas (Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, Facultad de Ciencias, Instituto Pasteur de Montevideo), y a partir de la unión de esfuerzos de estas instituciones en el Sistema Nacional de Salud Animal y de proyectos multidisciplinarios y multiinstitucionales es que se podrá avanzar “mucho más rápidamente” en la producción de conocimientos para resolver problemas reales, contribuyendo a la evaluación y mitigación de los riesgos de las enfermedades de interés para Uruguay.
Explicó que se marcó el 1° de setiembre para esta etapa, pero que mañana viernes 14, en una reunión con el Comité Gerencial, se va a definir la forma en que se procederá para trabajar con los veterinarios en la forma más ordenada posible y que no se genere una demanda de servicios que no puedan ser atendidos con la infraestructura dispuesta inicialmente.
Hasta el momento no está definido tampoco el radio de acción que comprenderá esta primera etapa, pero Riet indicó que “probablemente” se comience con los establecimientos ubicados en el departamento de Colonia, ya que no se tiene una idea clara de qué número de animales se van a recibir. “No sabemos si van a ser 5 o 50”, señaló, y aclaró que una vez que tengan una idea del ritmo de trabajo se irá determinando la ampliación del programa a otras zonas de la cuenca.
El segundo proyecto en marcha es el referido a la resistencia parasitaria, donde el inicio de los proyectos de investigación “está un poco más atrasado”, dijo Riet Correa. Se está evaluando resistencia a los insecticidas o antihelmínticos, en garrapatas, en parásitos gastrointestinales y mosca de los cuernos, además del control de estas enfermedades que “son problemas graves que está teniendo el país”.
Mencionó que hay otros temas “en carpeta” que también son importantes y sobre los cuales “en algún momento” se va a trabajar, como leucosis y tuberculosis, entre otros, que todavía no comenzarán fundamentalmente por razones de tiempo. “No elegimos solo las más importantes, sino de ellas, aquellas en las que podemos realizar el trabajo con la seriedad que corresponde”, apuntó.
También dijo que habrá casos en que determinadas enfermedades podrán ser investigadas por Facultad de Veterinaria, el instituto Miguel C. Rubino, el Pasteur, el Clemente Estable o el Dilave, todos grupos que están trabajando ahora en forma coordinada. El objetivo, según señaló, es que todos los trabajos sean “multiinstitucionales” y que “entre todos se pueda abarcar a todas las enfermedades”, a través del desarrollo de un Sistema Nacional de Salud Animal.
Riet destacó la fecha de 1° de setiembre como el inicio de los trabajos “formalmente” en el laboratorio del INIA que por ahora será temporario, pero que “teóricamente” sobre mediados de 2016 quedará construido finalmente el laboratorio nuevo en La Estanzuela, a partir de lo cual comenzará una nueva etapa.
Un sistema creíble
Aseguró que la PSA “va a contribuir a que Uruguay tenga un sistema de vigilancia y un sistema de investigación en salud animal que sea creíble por los mercados internacionales”, lo cual calificó como “muy importante”.
Explicó que el país tiene ya un excelente sistema con el que se han conquistado muchos mercados, pero aseguró que el futuro es que cada vez más los países compradores exijan “más cosas” y por tanto sea necesario conocer mejor las enfermedades para poder “convencer a los potenciales compradores de que tenemos un sistema que va a diagnosticar las enfermedades a tiempo y que vamos a saber controlarlas”.
Investigar en salud animal significa también contar con un sistema de vigilancia y respuesta temprana adecuado para diagnosticar enfermedades exóticas, emergentes y reemergentes, con recursos humanos capacitados para recomendar y desarrollar medidas de prevención y control rápidas y eficientes, que eviten la introducción de estos agentes y, en caso de que superen las barreras establecidas, impedir la difusión y minimizar el impacto que puedan ocasionar en la salud pública y en las exportaciones de productos de origen animal.
Otro aspecto que fue destacado por Riet es el relativo a los “nuevos sistemas productivos” hoy existentes en el país a partir de la intensificación de la producción. Sostuvo que Uruguay está produciendo más cantidad de producto en la misma extensión, lo cual hace que también las enfermedades sean diferentes y haya que estudiarlas puntualmente.
Y la tercera parte a la que hizo referencia este investigador como un elemento importante fue el relativo a la salud pública. “No podemos estar vendiendo alimentos de calidad para el exterior y nuestros ciudadanos no estar comiendo alimentos de la misma calidad”, afirmó. En ese sentido se refirió a un proyecto para investigación en leptospirosis vigente con el Instituto Pasteur.
En las consideraciones que se tuvieron en cuenta para la creación se aclara que la contaminación de los alimentos se puede originar en los sistemas de producción, y que el problema se torna más crítico a medida que estos se intensifican; el desarrollo de la investigación en salud animal es necesaria para garantizar la inocuidad alimentaria para los consumidores.
Se especifica que permitirá, además, minimizar los riesgos de transmisión de enfermedades zoonóticas al ser humano, incluyendo los trabajadores rurales. Es una contradicción tener un nivel alto de inocuidad para entrar a mercados internacionales y no tener el mismo nivel para nuestros consumidores y trabajadores.
Sobre el sistema nacional de vigilancia, Riet apuntó que el país ya cuenta con el el Dilave, con los laboratorios de Paysandú, de Montevideo, Treinta y Tres y Tacuarembó y se suma ahora La Estanzuela, para controlar todas las enfermedades que aparecen, haciendo diagnósticos de estas o investigando sobre su prevalencia.
Mencionó especialmente la formación de recursos humanos en la PSA. “Vamos a formar gente donde el país ha tenido un déficit importante en los últimos años, especialmente en las áreas orientadas”, afirmó Riet y dijo que se apunta a gente joven, “con mayor capacidad de trabajo y más garra”, para formar un sistema que cumpla con todas las exigencias internacionales.
Objetivos específicos
Según se definió institucionalmente, los objetivos específicos de la Plataforma de Salud Animal pueden sintetizarse en los siguientes puntos:
• Proteger al país del impacto que puede causar la introducción de enfermedades transfronterizas, exóticas, emergentes o reemergentes.
• Minimizar las pérdidas económicas causadas por enfermedades que afectan los diferentes sistemas de producción.
• Diagnosticar y caracterizar las enfermedades y sus agentes etiológicos.
• Conocer la epidemiología y el impacto de las enfermedades y desarrollar herramientas de prevención y/o control.
• Contribuir a disminuir la frecuencia o erradicar zoonosis de interés en salud pública.
• Producir ciencia de excelencia según los patrones internacionales para los intereses del Uruguay.
• Participar de la organización del Sistema Nacional de Investigación en Salud Animal.
• Desarrollar proyectos multiinstitucionales, multidisciplinarios y crear redes permanentes de investigación.
• Formar investigadores con visión multidisciplinaria.
• Interaccionar con todas las instituciones que hacen investigación, con los sistemas productivos, con las empresas y con la sociedad.