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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn la edición del semanario de fecha 1° del corriente y en la sección de Cartas al director figuran dos misivas relativas, de una forma diferente cada una, al Holocausto judío. Todo surge originalmente de lo actuado por alguien que es docente y negó expresamente la existencia de tal hecho histórico, primero por las redes sociales y además —hasta donde sé— se habría sacado una foto junto al memorial que lo conmemora calificándolo como monumento a la mentira o algo similar, y por tanto debió responder judicialmente.
La primera carta no me interesa demasiado, es el pensamiento sabido y reiterado de las comunidades judía en todo el mundo. Me interesa la segunda, mucho más breve. En efecto, se sabe que en nuestro país la negación de cualquier genocidio no es punible según el artículo 149 bis del Código Penal, que en mi humilde forma de entender es una sabia disposición que protege la libertad de expresión, pero…, cuidado, sí es punible la incitación al odio, al desprecio o a la violencia hacia determinadas personas. Esto permite lo que el autor de la segunda misiva señala acertadamente de que se pueden aceptar interpretaciones de diferentes matices o hasta totalmente opuestas.
Yo no tengo dudas de que la persecución al pueblo judío —y a otros colectivos— existió durante la Segunda Guerra Mundial sin necesidad de que alguien me lo cuente en una película; es más, estando en Alemania visité el campo de concentración de Sachsenhausen, no demasiado lejos de Berlín, el cual, curiosamente, no fue clausurado en 1945 sino en 1950 porque durante esos cinco años fue utilizado por los soviéticos, dicho sea de paso. Pero las interpretaciones del suceso deben ser libres, eso es lo muy rescatable de la segunda carta. Lo que estuvo incorrecto además fue la foto junto al monumento al que calificó de mentira, que no sé si llegó a ser una incitación al odio, aunque sí algo innecesariamente agraviante y despreciativo.
La historia no se enseña panfletariamente sino que se estudia con seriedad académica o de lo contrario la dejamos para Hollywood, que no está obligado a ello, ya que no es una institución dedicada a los estudios históricos.
Dr. Esc. César Eduardo Fontana
CI 1.060.462-0