Danilo Astori había llegado a la chacra por tercera vez en dos semanas. Él decía que la perra Manuela le daba miedo, entonces se veía con el dueño de la perrita en otros ámbitos, pero ahora, muerta la perra, se acabó el temor. Ya se metía en la chacra como Danilo por su casa.
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Cuando salieron, Danilo dijo que había sido una charla cordial sobre el pasado y el futuro, parados firmemente en el presente, que la cordialidad, que el compañerismo, que las visiones compartidas, y todos esos lugares comunes, para los que tiene un PhD. Nadie le creyó nada. Y se fue.
—Acajtamo viendo shi encontramo alguno que shirva pa candidato, y le dije al Danilo queshungrande, que tiene todo el derecho de candidatiarse, que yo lo apoyo, pero la barra no she la yeva. Anduve bujcando algún cura independiente que quishiera predicar el bien y la felishidá, y al final she me ocurrió que un tipo idial paesho é Murro, y le voy a dar padelante. Ya lo yamé y she lo dije, y quedó como cujco con tré cola, quedó. Vayan a preguntarle y vanavé —aseveró el veterano líder del MPP.
Los periodistas fueron a buscarlo a Murro, y les dio trabajo encontrarlo. Lo hallaron saliendo de la tercera imprenta a la que había ido a averiguar precios para imprimir las listas, y aseguró que iba para lo de Fernández, a ver si le financiaba la confección de la banda presidencial. Les dijo que se miraba al espejo más que antes, y que no le abrochaban las camisas de lo orgulloso que estaba por el ofrecimiento de apoyo que le había dado el Pepe.
Pero a los tres días, dos ignotos diputados del MPP —debidamente mandatados por el Pepe Mosqueta— le dijeron a la prensa que lo que el Pepe había dicho era “indicativo y especulativo”, y que había que seguir buscando buenos candidatos…
Los periodistas volvieron a la chacra.
—¡Pero usted nos dijo hace unos días que Murro era su elegido!
—No, papá… dije que el Murro podría andar, pero andashaber shi anda o no… tamo penshando… ¿ujtede conoshen a Liborio Machuca, de Tacuarembó? E muy laburante, luchador, tiene militanshia, ejtuvo presho, ¡tiene mucho mérito eshe muchacho, tiene!
—¿Ese es su candidato para las internas, entonces?
—¡No, papá! Eshe ej bueno panfrentarshe con lojautoconvocao, que andan jodiendo en campaña, con la banderita uruguaya pallá y pacá…
—¡Pero estamos hablando de candidatos, Pepe!
—Ujtede tan hablando, yo hablo de una cosha y otra cosha, y ahora toy hablando de la lucha política en campaña, ¡y el Liborio vanavé cómo lojtranca a esho cajetilla disfrasao de gaucho quiandan jugando al polo en lajpradera de lajestanshia queredaron de sushabuelo, papá!
—Hablemos de candidatos para las internas, por favor.
—Bueno. Tamo pensando en una mujé pacompañá la fórmula, ¿shabé? Y no hay tanta, andá yevando…
—¿Constanza Moreira, Carolina Cosse, Mónica Xavier?
—Yoqueshé… tenemo que tener en cuenta a lo comunita, el Juan Castiyo… ¿Shabé cómo me tiene pa que le apoye una mujé del peshé? ¿Shabé cómo joden lojcomunita?
—Y a usted, ¿quién le gusta?
—Como gujtarme, no me gujta ninguna, pero pa que she deje de inflarme lo catapline le viá deshí que le apoyo a la Miyel Shuare. La gordita aqueya de laj firma que fue shenadora, ¿te acordá?
—¡Pero no se la llevan ni locos! —dijeron los periodistas.
—Y bué… pero hashemo como con el Murro, mucho ruido y felishidá, y orguyo y todo esho… y dijpué… ¡humo, papá! Shiempre hay tiempo pa sheguí revolviendo acá y allá, largando un nombre hoy y otro maniana, ello she enredan y boquillean, la fuersha política she alborota, ujtede meten y meten nota, reportaje, foto, anteshedente, los hashen peliarse entreyo, y endemientra sheguimo en la lucha, bujcando y bujcando… ¿Shabé cuánto ma van a venir a la chacra a bujcar la bendishión del Pepe? ¡Un lote, papá!
—Vamos a tratar de concretar un poco, Pepe —insistieron los pobres periodistas, que ya estaban empezando a molestarse con tanto despiste, bravuconadas y pelotas al óbol—: si no va Astori, si Murro pinchó al nacer, si Sendic es un cadáver político, si todas las encuestas lo dan al intendente Martínez como el favorito, con un gran apoyo popular, ¿usted lo va a apoyar también?
—No, mijo, no. De soshialijta ya tamo hajtacá. Con el Taba ya tuvimo shufishiente de soshialijta, que renunshió al partido, pero siguió siendo soshialijta, y se apoyó en el Danilo, bla, bla, blá, ay, todo muy shoshialdemócrata, ¿shabé? ¡lajvela predida al shoshialijmo eran la del Fonde y Alashuruguay!... No shé cómo no anduvo esho...
—¿Entonces?
—¿Shaben qué? ¡Lo voy a proponé al Franklin Rodrígue!
—¡Pero eso va a ser un escándalo! ¿Usted vio la controversia que se armó con Franklin Rodríguez y el Galpón? ¿Leyó las declaraciones críticas durísimas que Franklin Rodríguez hizo sobre el Frente Amplio?
—No las via ler… shi lashabré leído y escuchao…
—¿Y entonces?
—Tonshe me shacrifico, y agarro yo de nuevo…