En un alto de los entrenamientos, el destacado profesor mantuvo una extensa charla con Búsqueda, en la que abordó una amplia temática que giró en torno a la Copa Los Andes, la enseñanza del golf en la actualidad, además de la distinción que recibiera de la revista Golf Digest. Este es un resumen de las declaraciones de Pablo Sola.
El golf uruguayo hoy.
“Son más de treinta años de relación con el golf de este país, por lo cual no es fácil resumir en pocas palabras tanto agradecimiento, tanto respeto, tantas amistades logradas en ese tiempo”, comenzó Sola. “En cuanto al trabajo, siento una gran satisfacción por los logros que se han conseguido desde aquella primaria Escuela de Golf que apuntalamos a principios de los 90. Tengo un gran afecto por el Club de Golf del Uruguay, cada vez que llego aquí me siento como en casa”.
El coach celebró que “de alguna u otra forma” estuvo “vinculado” al club de Punta Carretas durante tanto tiempo, y dijo que le “reconforta” el hecho de que sus “sugerencias y opiniones han sido escuchadas, valoradas”.
Destacó que incluso en aquellos momentos en que no pudo venir a Uruguay de “forma permanente” porque tenía otros compromisos, recomendó profesores que también “han dejado su huella en el trabajo con los menores”.
La enseñanza del golf.
Sola destacó que el golf está en una etapa en la que “la distancia que alcanzan los jugadores”, en buena medida ayudados por la evolución de los materiales de las pelotas y las varas, es muy superior al de antes. “Dicha evolución en los últimos 15 años ha sido tremenda, donde además los golfistas también han entendido la importancia de la parte física, algo en lo que 20 años atrás no se hacía tanto hincapié”, añadió. “Hoy el golf es mucho más físico, incluso el swing se ha vuelto más físico”.
La enseñanza del deporte, explicó, “también ha tenido que acompañar” esa evolución. “En 1986 comenzamos junto a Tito Bartolomé a realizar clínicas basadas en el video, lo cual representó una gran novedad para Latinoamérica. La instrucción se basaba, en esos tiempos, en la prueba y error, mientras que actualmente la tecnología ha revolucionado por completo”, describió. “Los adolescentes que han crecido viendo a jugadores de elite como Koepka, Johnson, McIlroy, entre varios, alcanzando distancias impresionantes, buscan imitar a estas figuras. Y está muy bien, porque a esa edad la mejor forma de aprender es imitando”.
“Los mejores golfistas son verdaderos atletas y buena parte de sus entrenamientos están basados en la parte física”, concluyó.
“Tiempo atrás, la enseñanza del golf se basaba en trabajar el ritmo, la armonía del movimiento; esto ha cambiado radicalmente, ya que lo que más importa hoy es generar distancia. Pero, en este sentido, quisiera remarcar mi pensamiento en cuanto a que el golf se sigue definiendo desde las 50 yardas hasta el hoyo. Cuanto más corto el tiro que tengo que enfrentar, mayor importancia tiene, por lo tanto, es lo que más hay que practicar”, dijo. “Usted lo sabe, un putt de un metro y medio importa más que un tiro de 160 yardas”.
Copa Los Andes.
En su nueva etapa asociado al golf uruguayo, Sola tendrá un arduo trabajo por delante. “El hecho de jugar como local representa un gran desafío, así lo marca la propia historia de la Copa Los Andes. Desde que la AUG me contrató como coach de los equipos, la idea me entusiasmó sobremanera, lo siento como una gran responsabilidad por la relación que tengo con el golf de este país de la cual hablábamos al principio”.
“Estamos trabajando, a mi criterio, muy bien junto con los jugadores y los capitanes. Quisiera destacar que la entrega ha sido espectacular en todo sentido, algo fundamental para cualquier proyecto que uno quiere afrontar, sin esa actitud no hay posibilidad de lograr nada”, declaró.
“En el golf no hay fórmulas mágicas, va a ser un torneo que dependerá de muchos factores y, en ese sentido a lo único que podemos aspirar es a hacer una buena preparación”, prosiguió. “La modalidad del Sudamericano es muy exigente, entonces hay que crear un buen grupo y mentalizarlo en esa dirección”.
“Tenemos que sentir la tranquilidad de que hicimos una buena preparación, luego llegará la competencia, pero esa es otra historia. Los resultados son una combinación de varios factores, en este caso con el agregado de los nervios y presión que implica la localía”, aseguró Sola.
El entrenador evitó especular acerca del posible resultado del torneo. “Nuestras aspiraciones, y para lo cual estamos trabajando, es salir campeones sudamericanos, luego veremos en la competencia cómo nos va”, dijo. “Aventurar una posición, por todos estos factores, es muy difícil en una competencia que ha mejorado mucho en cuanto a su nivel de juego en los últimos tiempos, cuando la mayoría de los países tienen algún jugador o jugadora compitiendo en el golf universitario de Estados Unidos”.
Como dice el entrenador de básquet, el norteamericano John Wooden: “El éxito viene de la certeza de que diste el 100% de lo que eres capaz. Dar el 100% es ganar la batalla que enfrentamos con uno mismo”.
Sola añadió que está trabajando con su equipo en que “no hay que presionarse con los grandes nombres” que disputarán el torneo, y puso como ejemplo que en la última Copa Ryder “los favoritismos quedaron de lado”. “En match play en partidos a 18 hoyos no hay favoritos”, insistió.
“Si logramos una buena cohesión en los equipos, algo fundamental para esta competencia, me sentiré por demás orgulloso. A través de los entrenamientos, intentamos lograr esa unión entre los jugadores, capitanes y el coach y cuando el sábado termine el Sudamericano, ojalá sigamos teniendo esa misma unión, porque lamentablemente a veces los resultados cambian a las personas”.
La nominación de Golf Digest.
Consultado acerca del reconocimiento internacional que recibió por su trabajo, Sola relató: “Fue una encuesta que hizo la revista Golf Digest en dos períodos, 2011-2013 y 2013-2015, donde se numeraban los mejores 50 profesores del mundo sin contar a Estados Unidos. En verdad, es un mimo para el alma(se ríe). Es un reconocimiento que me aporta orgullo a una larga carrera dedicada a la instrucción”.
“Por cierto, esta distinción no cambia mi forma de ser, trato de vivir siempre en el presente, no hay grandes proyecciones, la vida me enseñó a vivir así. Inevitablemente, hay proyectos de futuro, pero trato que esas ideas no se vayan muy largo en el tiempo”, concluyó.