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En los últimos años, ha existido una explosión de tecnología en la medicina; sobre todo de la tecnología con imágenes. La incorporación de esta tecnología no se ha visto acompañada de mejoría de resultados en la mortalidad ni morbilidad.
Los costos se han aumentado 10 veces; si los enfermos no reciben beneficio; ¿a dónde van esos recursos? A las compañías que fabrican las maquinas, a los técnicos que realizan los estudios y a los técnicos que reparan las máquinas. No se debe olvidar a los representantes de las compañías. Los vendedores y sus socios, los empleados del sistema que firman las órdenes de compra.
A todos nos consta que el Uruguay no produce ninguna tecnología médica, ningún insumo, ningún repuesto; queda claro que el mal uso de tecnologías de la imagen es un despilfarro.
A los precedentes se debe sumar que la imágenes que surgen de estas técnicas, se interpretan por médicos jóvenes, que al recibirse descubrieron que es mas rentable informar que relacionarse con un padeciente.
Dr. Goldaber elaboró un acrónimo: VOMIT (victim of medical images technologies) que hace referencia a gente a quien se le ve una mancha y se le inician otros estudios que se complican y por lo tanto estas personas terminan muriendo o con un diagnóstico de algo irrelevante (pero que lo dañó). Ya hemos comentado en estas cartas que 40% de las biopsias que muestran células cancerosas en la próstata no muestran un cáncer.
Recordemos la obra de teatro “Le prenom” donde una ecografía para el diagnóstico del sexo de un feto (cosa irrelevante si las hay) provoca la destrucción de la familia.
El sexo era el otro.
El déficit del Fonasa se corrige: no se corrige con más fondos, sería como echar nafta al fuego.
Se corrige controlando los balances y gastos de las instituciones, las cuentas bancarias de funcionarios que toman decisiones, reestructurándolo. Basta ir a mi policlínica a la sala de espera donde uno se da cuenta que no le sirve al paciente, no le sirve al médico y no le sirve al sistema.
Yo tengo 10 minutos por paciente, solo usar sistemas informáticos está estudiado que lleva 10 minutos. Me queda una cosa para no tener problemas con la justicia —ya los tuve, fui procesado— pedir muchos exámenes: despilfarro.
Dando más tiempo con los pacientes, estableciendo qué técnicas y cuántas por patología financiará el sistema.
Declarando a partir de cuándo mantener una vida deja de ser medicina para transformarse en tortura disfrazada de ciencia: seudociencia. No estamos hablando de eutanasia, sino de no mantener vivo un cuerpo muy enfermo por patología crónica no curable y muy avanzada.
Si después de hacer esto sigue el déficit, se justificarían más fondos.
Dr. Pedro Amonte