En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Cuarto libro de este narrador bosnio (Sarajevo, 1964) que escribe en inglés desde que se radicó en Chicago a mediados de los años 90. Los dos primeros trabajos de Aleksandar Hemon fueron editados por Anagrama (“La cuestión de Bruno” y “El hombre de ninguna parte”) y el tercero por Duomo (“El proyecto Lázaro”), y el resultado siempre fue inteligente, creativo y removedor.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Ahora estamos ante una colección de cuentos unitarios con referencias autobiográficas que van desde los convulsionados Balcanes y la Sarajevo de la niñez hasta el 11/S y la extrañeza que sienten los inmigrantes europeos en Estados Unidos, como el pobre Bogdan, recién llegado de Bosnia, quien no tiene más remedio que aceptar la habitación que le ofrece el despreciable Szmura, además de pequeñas lecciones de la peor historia norteamericana: la televisión como forma de cultura, las justificadas guerras contra los que odian la libertad y las sublimes bondades del capitalismo (“La habitación de Szmura”).
Todos los relatos tienen interés, pero la perla del volumen está en la última historia, “Las nobles verdades del sufrimiento”, en la cual Hemon es invitado a una fiesta en la Embajada de los Estados Unidos en Sarajevo en honor a un escritor norteamericano, un tal Macalister que bien podría estar inspirado en la figura real de Tim O’Brien. Aligerando las cargas de los camareros, Hemon se emborracha y encara al escritor homenajeado: primero le interrumpe los galanteos con una bella dama, luego lo convence para dar un paseo de beodos por la desolada ciudad y finalmente lo invita a comer a su casa. Y Macalister, contra todos los pronósticos, acepta. Y come la carne ahumada y cortada en lonchas que ha cocinado la madre de Hemon, a pesar de ser vegetariano. Y contesta las imprevistas preguntas del padre de Hemon (“Dígame la verdad: ¿mi hijo es un buen escritor?”), mientras el propio Hemon se muere de vergüenza. Y mucho tiempo después Macalister, que a pesar de ser un alcohólico y un ex combatiente de Vietnam va por la vida con relax y tranquilidad —no así sus libros—, devolverá la gentileza de la invitación pero esta vez de un modo literario.
Un libro rebosante del mejor humor —el que se descubre tanto en las cosas nimias como en las más importantes de la vida— y con pasajes de una gran sensibilidad y valentía para hablar de los rincones oscuros que todo ser humano tiene aunque intente ocultarlo en un cajón o bajo la alfombra.
“Amor y obstáculos”, de Aleksandar Hemon. Duomo, 2011, 230 páginas, $ 430.