—La relación tiene un comienzo positivo. Si hablamos en el sentido político, miramos a Uruguay como un país que acoge los principios de Naciones Unidas, que apoya la paz, la autodeterminación de los pueblos. Esto quiere decir que Uruguay apoya la justa causa del pueblo palestino desde esta óptica. Las Naciones Unidas reconocen al Estado palestino y el derecho del pueblo palestino a tener un Estado independiente y soberano, en las fronteras de 1967. El mundo y Naciones Unidas optan por una solución pacífica sobre la base de dos Estados: el Estado palestino y el Estado de Israel.
—Políticos de la oposición aseguran que durante el gobierno de Mujica se produjo un gran acercamiento entre ambos Estados, lo que supuso un cambio de posición. ¿Está de acuerdo?
—La posición de Uruguay no es nueva, porque reconoce al Estado palestino desde la firma de las Naciones Unidas de crear dos Estados. No es nuevo, sino que se tardó la aplicación de esa posición.
—La comunidad judía uruguaya y el gobierno de Israel consideran que la llegada de Tabaré Vázquez a la Presidencia de la República estuvo acompañada de decisiones que permitieron mejorar la relación bilateral, que se había deteriorado durante la administración Mujica. ¿Cree que, por el contrario, el cambio de gobierno produjo un deterioro en las relaciones entre el Estado Palestino y Uruguay?
—No lo vemos así realmente. No vemos señales en ese sentido. Notamos mucho cariño, mucha estima del pueblo uruguayo hacia la causa palestina. Sentimos profunda solidaridad con la justa causa del pueblo palestino, que se manifiesta en todos los lugares.
—¿En dónde ve esa solidaridad?
—El pueblo uruguayo apoya la libertad y la paz, y la causa palestina necesita apoyo. El pueblo palestino reclama justicia y paz, vivir en su tierra libre de ocupación. Es por eso que hoy estamos intensificando nuestro trabajo diplomático a nivel internacional, para que Naciones Unidas asuma su responsabilidad moral e histórica con el pueblo palestino, para que intervenga el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y obligue a Israel a cumplir con las resoluciones que plantean la retirada del ejército de ocupación. Es la ocupación el tema fundamental que el mundo tiene que hablar, no de otras cosas secundarias. Estamos enfrentando a un colonialismo de asentamientos, un colonialismo muy agresivo, con un gobierno de Israel que es de ultraderecha, que apoya a los colonos que queman a las familias palestinas y asesinan a los niños palestinos.
—¿Por qué dice que el gobierno de Israel apoya a los colonos que queman palestinos?
—Estos colonos hacen sus crímenes apoyados por el ejército y el gobierno israelí. Llevamos muchos casos de delitos de lesa humanidad a los tribunales internacionales.
—Israel sostiene que el gobierno palestino apoya los ataques terroristas contra ciudadanos israelíes.
—Nosotros no vemos a los civiles israelíes. Lo que nosotros llegamos a ver son colonos, ocupantes. Cuando usted tiene ocupantes extranjeros en su país, ¿qué hace? Nosotros no pretendemos dañar a ningún civil israelí.
—¿Por qué diferencia a un civil israelí de un colono?
—El colono es ilegal. Son ladrones que vienen a quemar palestinos y a robar sus propiedades.
—¿Por lo tanto se justifica un ataque?
—No es cuestión de justificar. Si yo vengo a su casa y quemo a su hermano, ¿usted qué hace? ¿Qué hacen los ciudadanos cuando su país está invadido por tropas extranjeras?
—¿No hay vías pacíficas para solucionar el conflicto?
—Claro. Nosotros tenemos un acuerdo de paz firmado en 1993 con Israel. Firmado por el presidente símbolo de la lucha palestina, Yasser Arafat, y por el primer ministro de Israel Isaac Rabin; hombres valientes que firmaron la paz. Ese acuerdo consiste en tierra a cambio de paz. Israel se retira de los territorios ocupados desde la guerra del ‘67 y puede tener en su frontera, en paz, nuestro reconocimiento. Nosotros no tenemos problema con Israel como Estado.
—El grupo Hamas no opina lo mismo…
—¡Olvídate de Hamas! Estamos hablando del gobierno palestino. Hamas es una organización como ellos tienen organizaciones que no reconocen a los palestinos. Ellos tienen un ministro de Justicia que se sienta en el Parlamento y dice que hay que matar a los árabes. ¿Por qué no se habla de esto? Nosotros decimos que la única solución para los dos es por vía pacífica, mediante la aplicación del acuerdo de paz.
—¿Qué seguridad tiene Israel de que no habrá atentados si se retira?
—¿Seguridad de qué tipo? ¿De qué amenazas? ¿Qué miedo puede tener Israel?
—Atentados contra sus ciudadanos, por ejemplo.
—¿De qué atentados? ¿Qué bombas? Los palestinos no tenemos ejército, no tenemos aviones norteamericanos modernos, no tenemos bombas nucleares.
—La pregunta no iba dirigida a eso…
—Se trata de eso. Cuando un país tiene armas hasta los dientes, de fabricación norteamericana, sí tiene que ver. Nosotros tenemos policías. Hay que recordar que el problema no somos nosotros, son ellos que ocupan nuestro territorio. Nosotros somos víctimas de una ocupación. Si Israel no ocupa los territorios palestinos, ¿no vivimos en paz las dos partes? Es muy fácil. Este conflicto no es tan complicado si Israel cumple con las resoluciones de Naciones Unidas y la legalidad internacional.
—A su país le interesa que el Consejo de Seguridad, el único órgano de Naciones Unidas cuyas resoluciones son de cumplimiento obligatorio por parte de los países miembros, se expida sobre el tema. ¿Qué papel espera que desempeñe Uruguay en el conflicto mientras esté en ese Consejo?
—No tengo ni que decirlo. Uruguay históricamente está amigado al derecho internacional, por el papel valiente de las tropas de Uruguay en las misiones de los cascos azules. No tengo que esperar nada porque debe ser así. Uruguay es un país democrático que apoya la paz, la autodeterminación de los pueblos y la libertad. Creo que Uruguay va a jugar un papel importante en esta dirección.
—¿Y eso debería llevar a que Uruguay apoye la “causa palestina”?
—Naturalmente. ¿Usted sabe los cientos de resoluciones de Naciones Unidas que Israel no aplica? Nosotros necesitamos paz porque hay ocupación ilegal.
—¿Su gobierno pretende que Uruguay patrocine la discusión de ese tema en el Consejo?
—La causa palestina ya está ahí, no hay que empujar. Ahora estamos en la Asamblea General, hemos logrado una resolución para que nuestra bandera sea izada con la del resto de los países de Naciones Unidas. Vamos a solicitar al Consejo de Seguridad la protección internacional del pueblo palestino porque estamos enfrentando una guerra de exterminio. Es un genocidio contra el pueblo palestino. Es un asesinato selectivo y con decisión gubernamental de asesinar a las nuevas generaciones de palestinos. Usted observa a las víctimas ahora y ve que todos son jóvenes.
—Un genocidio tiene una definición precisa. ¿Puede hablarse de guerra de exterminio en este caso?
—Llevamos desde 1948 bajo esta situación. ¿Acaso no es sistemático eso? ¿Cuántos mártires palestinos llevamos? Exterminio total se quiere. Un genocidio, un crimen de lesa humanidad. No lo digo solo yo, lo dijeron también las instancias internacionales.
—Naciones Unidas no definió la situación como un genocidio.
—¿Qué quiere decir genocidio? Exterminar a un pueblo, matarlo. Bueno, fuimos expulsados de nuestras casas por las bandas sionistas. Trataron de borrar al pueblo palestino de la faz de la tierra.
—¿Cree que lo que está ocurriendo es una estrategia planificada para eliminar a un pueblo de la faz de la tierra? ¿Entra esto dentro de la definición de genocidio?
—Yo lo confirmo. Si usted piensa otra cosa, ok. No hay que pensar la definición, yo lo digo y no es nada difícil. Mi pueblo está eliminado. Colonos judíos han ocupado nuestras casas y no hay ley que nos proteja. ¿Por qué Israel no hace caso a las resoluciones de la ONU? Hay que ver en el terreno lo que está haciendo Israel. Desde el ‘67 hasta ahora no han dejado de construir colonias. ¿Por qué la ocupación? Esa es la pregunta. Nuestra opción es resolver a partir de las resoluciones de Naciones Unidas y realizar una resistencia pacífica. Clarito. Es lo menos que podemos hacer, porque sabemos que la ocupación produce la violencia. Israel provoca de cualquier forma y todos los días, a través de las medidas militares y de obstaculizar la vida diaria de los ciudadanos palestinos, para que reaccionen violentamente. No queremos llevar armas, queremos una resistencia pacífica contra la ocupación, porque si llevas armas Israel puede destruir todo lo que hacemos con sus armas norteamericanas.
—¿Pero todos los palestinos están de acuerdo con la resistencia pacífica?
—Bueno, la mayoría lo piensa. Un pueblo democrático… ustedes tienen varios partidos que tienen diversas opiniones. Nosotros tenemos un pueblo democrático que tiene varias opiniones. La plataforma por la que fue elegido Mahmud Abbas es pacífica. Hay quienes creen que la resistencia pacífica no funciona y que pretenden otros caminos.