En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
El golf es un deporte milimétrico. Un movimiento desajustado en el swing, aun imperceptible al ojo, o un golpe nervioso en el green pueden costar un campeonato. Y si bien el entrenamiento físico y técnico dan herramientas para evitar esos problemas, no son suficientes. El golf es el “más mental” de los deportes, dice el psicólogo Bob Rotella.
, regenerado3
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
El último pensamiento antes de ejecutar un golpe nunca debe ser negativo dice el profesional estadounidense, quien trabaja desde hace varios años con deportistas de elite en disciplinas como el golf, básquet, fútbol americano, equitación y esquí. Rotella es el actual director del Departamento de Psicología Deportiva de la Universidad de Virginia, una rama a la cual se dedica desde 1976. Entre los destacados golfistas que trabajaron hasta el momento con él están Davis Love, Phil Mickelson, David Duval, Paul Azinger, Trevor Immelman, Pat Bradley, Henrik Stenson, Darren Clarke, Padraig Harrington y Brooks Koepka.
En momentos en que profesionales y amateurs comienzan a retomar la actividad suspendida por el coronavirus, es oportuno recordar los consejos que este profesional brindó en dos entrevistas publicadas por Búsqueda.
El golfista promedio.
“Para jugar al golf lo mejor posible, el jugador, sin importar su nivel, tiene que centrar firmemente su mente en el golpe que tiene que realizar, el que está en sus manos, ese es el presente y es lo que importa. Estamos convencidos de que todos los golfistas jugarían mejor si se olvidasen del resultado mientras están en la cancha. Es realmente difícil para un jugador concretar el resultado que pretende si está continuamente pensando en los mecanismos del swing en el momento de jugar”.
Una de las premisas sobre las que más hincapié hace Rotella es en que el último pensamiento del golfista, antes de tirar, no sea negativo.
“El golfista nunca debe pensar, por ejemplo, ‘no la tires a la izquierda’, porque la mente trabaja por opuestos y seguramente su golpe va a terminar a la izquierda. El pensamiento correcto debe ser: ‘Tengo que tirar directamente al objetivo’. Ese proceso de pensar correctamente es la base fundamental de mi trabajo, tanto con los aficionados como con los profesionales. Dicho procedimiento le permite al jugador concentrarse solamente en el objetivo puntual”.
Sus consejos.
“Lo peor que puede hacer un golfista es entregarse y frustrarse cuando las cosas no van bien en cierta parte de una ronda. Si uno comienza a echarle la culpa a los dioses del golf, está conspirando contra uno mismo y no podrá enfocarse en el próximo golpe de forma correcta”.
“En los campeonatos generalmente las condiciones de campo están más complicadas con posiciones de banderas difíciles y greens más rápidos, por lo cual, cuando un golfista pierde el ritmo generalmente las cosas malas suceden”.
“Todos tenemos amigos con los cuales compartimos rondas a los cuales les gusta de buena manera dar consejos técnicos. Directamente no los acepte, incluso trate de impedirlo antes de que comiencen con la arenga. Tenga confianza en su juego y en lo que ha practicado”.
“Insisto de sobremanera con los golfistas que trabajo sin importar su nivel para que se aferren a una rutina física y mental antes de cada tiro. Por cierto, no es algo fácil de lograr, pero como consecuencia los mantendrá enfocados en lo que tienen que hacer, además de ayudarlos a manejar la presión. No permita que el score final o la victoria lo seduzcan antes de terminar la ronda. Trate de enfocarse en el proceso de ejecución de cada tiro y acepte finalmente el resultado”.
“Vemos que muchos aficionados llegan dos horas antes de su horario de salida y buscan en ese tiempo arreglar su swing en la zona de práctica. Cuando llega el momento de salir a jugar están totalmente confundidos”.
“El formato medal play para mí es el verdadero golf, respetando por cierto el match play, pero cuando cada golpe cuenta uno se vuelve más fuerte mentalmente. Finalmente, piense que la cancha de golf debe ser su santuario, algo que usted disfruta y no algo aterrador”.
“Gran presión”.
Dentro de la infinita cantidad de anécdotas y vivencias, el psicólogo norteamericano destacó su trabajo con la golfista Pat Bradley, ganadora de 31 campeonatos oficiales del LPGA, de seis majors y desde 1991 distinguida en el Salón de la Fama del Golf Mundial. Bradley manifestaba que nunca conversó con sus rivales a lo largo de una ronda de golf. “Era tan intenso el diálogo conmigo misma que no había posibilidad alguna de mantener una conversación con nadie más, esa fue la forma que encontré para manejar la gran presión”.
Un día Bradley fue a visitar a Rotella y le contó que al final de una ronda se dio cuenta de que había hablado con sus rivales a lo largo de varios hoyos. “En ese mismo momento me dijo que ya no podía jugar más a nivel competitivo y, con una carrera extraordinaria, se retiró”, contó el psicólogo. “El poder de la mente en el golf es algo impresionante, no me canso de repetir que para mí es el más mental de todos los deportes”.
Tiger Woods.
La figura inmensa de Tiger Woods y las repercusiones por su irrupción en el mundo del golf fue tema de consulta para Rotella.
“Muchos analistas, historiadores, coinciden que el triunfo de Tiger en el US Open de Pebble Beach por 15 golpes de diferencia fue la mayor y contundente exhibición en la historia del golf. Recién al embocar su último putt, Tiger se dio cuenta de lo que había logrado”.
“No tenía más hoyos para jugar, no había más que hacer, fue recién en ese momento que asumí que había ganado el US Open”, confesó más tarde Tiger. “Esa era su mentalidad en el campo, por algo ejerció un dominio tan contundente a lo largo de todo este tiempo”, concluyó Rotella.