Hace exactamente seis años, Graciela Bianchi renunció a su cargo de confianza en el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Cerraba así una larguísima carrera en la enseñanza, que la llevó de docente de Historia a la dirección del simbólico liceo Francisco Bauzá y luego a la Secretaría Administrativa del Codicen.
Hoy, en su despacho del Poder Legislativo —donde es diputada por el Partido Nacional— por un instante Bianchi vuelve a conectarse con su vida en la ANEP. “Es insólita esta carta. A pesar de que pasó tanto tiempo puedo suscribir palabra por palabra todo lo que dice. Solo tendría que cambiar la fecha”, admite entre la incredulidad y la desazón.
La carta es la renuncia que presentó en julio de 2010 al Codicen, donde afirma que en la educación pública el criterio de selección de personal que prima es el origen sectorial, sub-sectorial o de fracciones dentro del Frente Amplio, y quien enfrenta más problemas es aquel que es independiente pues no acepta “órdenes excepto las que corresponden al orden jerárquico”.
Aquellas afirmaciones las pudo constatar de primera mano el miércoles 6, cuando recibió en la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Representantes a distintos jerarcas de la enseñanza, entre ellos a una de las consejeras del Consejo de Educación Secundaria, Isabel Jaureguy, quien hizo explícita ante los legisladores la falta de debate, análisis y trabajo de equipo que existe en el organismo.
De lo denunciado por Jaureguy y de la situación actual de la educación, Bianchi conversó con Búsqueda.
—¿Qué conclusiones le dejó lo sucedido el miércoles pasado en el Parlamento?
—En los 42 años, 4 meses y 23 días que trabajé en la ANEP nunca vi un episodio de las características de lo que pasó el otro día. Yo creo que lo que Jaureguy dijo es una bisagra en todo este proceso que se inició en 2005. ¡Nunca vi algo similar! Dijo dos cosas fundamentales: que hay una destrucción de la institución y que no se discuten temas académicos y educativos. ¿Qué más quieren? Es la consejera electa por los docentes. A confesión de parte, relevo de pruebas. Si viviéramos en un Estado de derecho, porque vivimos en un Estado de derecho muy defectuoso, obviamente que tendrían que caer todos, desde la ministra de Educación para abajo. Si se mantienen en sus cargos están absolutamente deslegitimados.
—¿Por qué le atribuye tanta importancia a lo denunciado por Jaureguy?
—Porque por primera vez los trabajadores pusieron en la ANEP a una persona con mucha formación y convicción, que puede renunciar a cargos de privilegio si no le gusta lo que ve. Está defendiendo una visión independiente desde el punto de vista técnico y desde el punto de vista político. A todos sus predecesores los ató la alianza político-sindical. A esta mujer no. Para mí hay un antes y un después de lo que ella dice.
—Tras su comparecencia anunció que su sector tomará medidas. ¿Cuáles serán?
—Uno sabe que a la mecánica parlamentaria hay que respetarla, pero evidentemente vamos a tratar de tomar las medidas más fuertes que podamos y que nos permitan el sistema democrático y nuestra capacidad respecto a los votos. No descartamos absolutamente nada ni a nadie.
—¿Qué balance hace de la presidencia de Wilson Netto al frente del Codicen?
—Cuando nombraron a Netto en 2012 dije que si hubieran nombrado al Pato Donald sería exactamente lo mismo. Yo lo conozco a él, es un inimputable intelectual porque no tiene formación ninguna desde el punto de vista técnico, nunca se profesionalizó, nunca estudió, falta constantemente al liceo. ¿Qué fue lo que hizo más grave la designación de Netto? Que a él le dio la picardía, porque inteligencia no puedo decir que tenga, de acercarse a Mujica. No tiene moral, no tiene ética, no tiene ningún tipo de valor cívico como para haber buscado cualquier mecanismo para acercarse a Mujica. Y luego, cuando cambió el gobierno, Mujica le planteó a Vázquez que el nombre de Netto como presidente del Codicen no era negociable. Así Netto se siente muy respaldado y ha destruido institucionalmente el sistema de ANEP. Ha colocado gente de confianza. Ha viajado por todo el mundo, es el Marco Polo de la ANEP, lo único que hace es viajar. Viene acá al Parlamento y tiene un discurso vacío, repite lo que le dicen sus asesores pero no sabe de educación. En el liceo Bauzá le decían Cantinflas: va para adelante y para atrás, dice una cosa y dice lo contrario. Era un pobre tipo y sigue siéndolo. Es un pobre tipo al que le decían Cantinflas.
—¿Con Netto al frente se mantiene el predominio del MPP en la educación, como ocurrió en el período pasado?
—No es Netto. ¡Netto no es nadie ni nada! Es la traición que yo le adjudico al Frente Líber Seregni y al astorismo. Ellos en el gobierno pasado para quedarse con el Ministerio de Economía vendieron toda la educación al MPP al vil precio de sus cargos. Los considero los más responsables del estado de la educación pública, porque el MPP y todos los radicales no tienen personas formadas, en cambio en el astorismo las tienen y las dejaron caer para dar lugar a los radicales.
—¿Pero siguen esos radicales que usted menciona controlando hoy la educación?
—Absolutamente, si no, no hubieran caído Juan Pedro Mir y Fernando Filgueira. Yo a Filgueira lo respeto, era una figura renovadora. ¿Por qué cayó entonces con Mir? Porque ambos son de los sectores moderados y en su propuesta estaba en gran parte contemplada la reforma de Germán Rama, y los radicales no la quisieron. Y entonces triunfó el statu quo.
—Según el panorama que describe, el Frente Amplio no tiene un proyecto en común para la educación.
—No hay plan, no hay proyecto educativo, no hay nada. Nunca lo hubo. Por ejemplo, el plan Reformulación 2006, el cambio de currícula que se hizo en Secundaria cuando el Frente Amplio llegó al gobierno, es un refrito. ¡Y ahora se quiere cambiar! La caída es libre, la caída es libre en la medida en que no intervenís, sino que emparchás o hacés algún retoque o refritos.
—¿El problema es en Secundaria o en todos los niveles?
—Todo el sistema está complicado. ¡Ojalá fuera solo Secundaria! La UTU tiene peores resultados que Secundaria. Que en Primaria promuevan al 95% de los alumnos no me dice nada, si son semianalfabetos. Si a mí me traen chiquilines desde Primaria que sepan leer, escribir, razonar, comprender un texto básico de idioma español, tengan algunos principios elementales de historia, ciencia y geografía, entonces bárbaro. La cosa empieza en Primaria. Y la madre de todas las batallas es Formación Docente.
—¿A qué se refiere?
—No hay reforma en educación si no tenemos buenos maestros y buenos profesores. Y ya estamos al nivel de traer docentes de afuera y tener que hacer lo que hizo Corea del Sur, lo que hizo Finlandia, lo que está haciendo Ecuador, que está trayendo profesores europeos. Se necesita generar una masa crítica de formadores de formadores. Hoy nos quedamos sin masa crítica y para peor no egresa nadie de Formación Docente.
—¿Qué responsabilidad le atribuye en esta situación al Ministerio de Educación y al Poder Ejecutivo?
—A este gobierno no le interesa la educación pública. Si sus hijos van a la educación privada, bien cosa de nuevo rico. Si le interesara por lo menos podrían, sin violar la Constitución, destinar dinero al Ministerio de Educación para coordinar algunas líneas estratégicas en las que están de acuerdo los técnicos de todos los partidos. Que fueran al Ministerio líneas de crédito y coordinar con la ANEP cómo utilizarlas.
—Si los técnicos de todos los partidos políticos están de acuerdo, ¿por qué no se aplican esas estrategias?
—Que no se hayan aplicado esas políticas tiene obviamente una explicación política. El Frente Amplio no es el Frente Amplio original, es un juntadero de gente que no sabés lo que está defendiendo, no hay una coherencia ideológica. Hay un radicalismo exacerbado por parte de sectores que no son de raíz democrática que hace que en la educación no se elija a los mejores. Vamos camino a Mussolini. ¡Ojo que esto es Mussolini! ¡Ojo que esto es peronismo! El mejor ejemplo de que Vázquez no gobierna fue la caída de Filgueira y Mir.