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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáCada vez más se escucha por analistas de los diferentes sectores de la actividad productiva nacional referirse al manejo del tipo de cambio como forma de tener competitivo al país para una adecuada inserción comercial internacional.
Es así como un conciso informe de la Dirección de Estudios Agroeconómicos de la Asociación Rural del Uruguay del corriente año, ha sintetizado que el deterioro de la competitividad medida a través del tipo de cambio real (TCR) ha sido una constante en los últimos tiempos. El estudio aclara que analizar el TCR para una economía como la uruguaya es fundamental, ya que de allí se determinan las decisiones de producción, inversión y de asignación de recursos de los agentes privados. Como conclusión el informe afirma que si el TCR se compara con el promedio de largo plazo de 37 años, se está en un 36% por debajo, es decir un atraso cambiario de dicho porcentaje.
¿Qué tan cierto es dicho porcentaje?
Para descubrirlo se podría tomar una de las definiciones elementales del TCR que estaría dada por el tipo de cambio ajustado por la inflación nacional y desindexado por la inflación internacional.
El asunto es saber cuál valor del dólar estadounidense se debería tener en cuenta y de qué época. Parecería razonable para realizar un análisis conservador tomar aquel valor del dólar que se encontraría más bien subvaluado que sobrevaluado, y ese podría ser el anterior a la última devaluación de junio del 2002, donde en mayo de 2002 fue de una cotización promedio de $ 17,06.
A ese tipo de cambio se le debería ajustar por la inflación del país desde junio de 2002 a junio de 2015 y “desajustar” por el incremento de precios del país emisor del dólar, que son los Estados Unidos, por dicho período. Para realizar este análisis se tomará el IPC de mayo de 2015, que fue de 144,21, y se dividirá por el IPC de junio de 2002, que fue de 47,95, dando un coeficiente de 3,0075. Por otro lado se tomará el Consumer Price Index (CPI) de EEUU de mayo de 2015 que fue de 237.805, dividido el de junio de 2002, que fue de 179.900, lo que da un coeficiente de 1,3226.
Por consiguiente, realizando el cálculo de un dólar a $ 17,06, por el coeficiente de IPC de 3,0075, y dividirlo por el coeficiente de CPI de 1,3226, daría que la moneda americana podría valer $ 38,79, es decir un 43,67% mayor al valor de hoy, o que tomándolo a ese último precio el dólar en este momento de $ 27, estaría un 30% por debajo de su valor real.
Este análisis también podría tener su crítica ya que tomar la base de mayo de 2002 es considerar un peso uruguayo que ya podría estar sobrevaluado en su momento, aunque tal vez contrastado con un dólar fortalecido que valía más que actualmente, por ejemplo, en comparación con el euro, U$S 0,96 de mayo de 2002 contra U$S 1,12 por euro de hoy, o con el yuan chino, 8,2671 yuanes de mayo de 2002 contra 6,0923 yuanes por dólar actualmente.
Otro análisis diferente podría ser usando el método de Paridad del Poder Adquisitivo, o en inglés PPP (Purchasing Power Parity), que puede demostrar la apreciación o depreciación de una moneda de acuerdo a una canasta de productos, o de un producto de consumo universal. Esto último fue lo que tomó la revista británica “The Economist” en su ya famoso Big Mac Index, que compara mediante el valor de venta de la hamburguesa si las monedas locales están sobrevaluadas o subvaluadas en relación al dólar.
Increíblemente este índice muestra que la Big Mac en Uruguay se puede adquirir a un valor de 7,40% menor que en Estados Unidos, $ 120 o U$S 4,44 contra U$S 4,79 del país del norte, lo que daría que el peso uruguayo estaría subvaluado. Pero lo cierto es que un país como Uruguay que produce y exporta carne, lácteos y otros insumos agrícolas este índice no se ajusta a la realidad si no se tiene la historia del mismo. Si se analizan todos los Big Mac Index desde el momento que comenzó en el año 1997, siempre nuestro país tuvo su moneda subvaluada y en algunos años llegó a tenerla en un 50% menos. Concretamente en mayo del año 2002 cuando en Estados Unidos la Big Mac salía U$S 2,49, aquí costaba $ 28 equivalente a U$S 1,66, a un dólar de $ 16,87, lo que demostraba que había una moneda subvaluada en un 33%. En definitiva este Big Mac Index demuestra que desde el 2002 nos encarecimos en términos reales en aproximadamente un 24%, división de 33% entre 7,40%, y extremadamente en dólares nominales en un 167%, división de U$S 4,44 entre U$S 1,66. Por otra parte demuestra, fuera de este análisis concreto, que también hubo una gran inflación en los productos alimenticios que supera ampliamente el índice de costo de vida de no sólo el Uruguay sino del mundo entero.
Como conclusión no hay lugar a dudas de que existe un atraso cambiario de consideración que debe ser corregido a la brevedad posible a efectos de no perder mercados internacionales para nuestros productos, pero con el suficiente criterio para no causar demasiada inflación y riesgos en la plaza local.
Cr. Nelson Chicurel
CI 1.378.107-5