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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl pasado viernes, el diario “El Observador” informó: “Un vuelo de Alas Uruguay trasladó hasta Durazno las donaciones recogidas por el PIT-CNT para los damnificados por las inundaciones que registra ese departamento”.
Luego se informó que el peso de las donaciones era de 5.000 kilos y que en el vuelo también participarían integrantes del PIT-CNT.
Sin ninguna duda todos los ciudadanos están contestes en la necesidad de ayudar, particularmente a la ciudad de Dolores, así como a todos los departamentos afectados por inundaciones. Ello ha sido ampliamente demostrado por las instituciones y personas que se han movilizado con acciones enormemente solidarias cuando no emotivas.
Lo que nos llama la atención es la acción dispuesta por los dirigentes de Alas U y el PIT-CNT, en mi opinión absolutamente desproporcionada.
En los hechos, si la ciudad de Dolores estuviera aislada por tierra y la única forma de hacer llegar ayuda, en particular alimentos y medicamentes, fuera a través del aeropuerto de Santa Bernardina, o por medio de helicópteros o pequeños aviones en pistas precarias, todos estaríamos de acuerdo a cualquier costo. Pero no es el caso.
Sin tener conocimientos específicos sobre el tema, cabe preguntarse, ¿cuál es el costo de movilizar un Boeing 737-700 —programado para el transporte civil y no de carga— para realizar un vuelo de 360 km en total, ida y vuelta? En ese costo se debe incluir: combustible, uso de pistas, desgaste de cubiertas, que tienen límite, como las horas de vuelo, en la cantidad de despegues y aterrizajes, etc.
¿No hubiera sido más prudente o lógico enviar esa ayuda por medio de un camión (5.000 kilos) y, si lo que se buscaba era un efecto publicitario, con el logo de Alas U?
En momentos que Alas U está solicitando una nueva inyección de capital de U$S 6 millones, o que está buscando un socio para continuar operando, con el único atractivo que parece tener la compañía: la frecuencia Buenos Aires-Montevideo.
Todo ello indica que Alas U está en una situación financiera más que precaria. Si aun así se resolviera utilizar los fondos destinados a la movilización del avión a la compra, por ejemplo, de cemento a ser transportado en camión, también todos estaríamos de acuerdo.
En definitiva, la decisión de la dirigencia de Alas U y del PIT-CNT no se entiende y no se entiende no solo como decimos anteriormente por desproporcionada sino por ser indicativa de una administración irresponsable, por decir lo menos, que espera continuar obteniendo ayuda del Estado.
Nos parece que el futuro de la compañía, con este tipo de decisiones, no es promisorio.
Jorge Ciasullo
CI 793.978-7