Emprender pensando en el “bien común”: “Si nos fijamos” solo en el dinero, Pablo Escobar sería el empresario “más exitoso”

Para María Emilia Correa, fundadora de la organización, el surgimiento de las empresas B es necesario ya que se debe“avanzar hacia un planeta con mejores soluciones”, ante los problemas económicos y ambientales.“No se trata solamente de que la economía crezca sino también generar bienestar para las personas y la naturaleza. Ese es el éxito”, aseguró durante la conferencia.

Economía del bien común.

“Si nos fijamos solamente en el dinero, entonces el empresario más exitoso sería Pablo Escobar”, el extinto líder narco colombiano. Con ese ejemplo, que pone al dinero como fin que justifica todos los medios, fue que Gerardo Wijnant, socio líder de la Fundación Avina, de origen chileno, habló a favor de la“economía del bien común” como una modalidad a la que las firmas podrían adherirse. Se trata de un sistema económico en el que las empresas pasan“de la competencia extrema a la colaboración” y que traslada“los balances financieros como máximo objetivo” hacia otro principal: “medir cuál es la mayor contribución de las empresas al bien común”. “Hay una incongruencia entre muchas constituciones de países que dicen que la economía debe ir dirigida hacia el bien común” cuando luego, en la práctica, “las desigualdades existen”, afirmó. “Cuando uno desarrolla un emprendimiento, apoyando al emprendedurismo local, después hay una empresa que importa productos chinos, hechos en condiciones de casi esclavitud y paga el mismo número de impuestos (...)”, advirtió.

Para Wynant, las herramientas que deberían utilizarse para medir la contribución de las empresas al bien común tienen que estar relacionadas con indicadores de sostenibilidad, justicia social, dignidad humana, participación y democracia. Todo esto debería enfocarse hacia los distintos grupos de interés al que la organización desee llegar.

En Chile, la carga fiscal para las empresas que trabajan con energías renovables es menor. En Suecia y Dinamarca, la industria del vino tiene beneficios fiscales si está producido bajo la lógica del“comercio justo”, es decir, propendiendo a una relación equitativa entre comerciantes y productores. “Estas son cosas que se pueden hacer” con el fin de promover ese tipo de inversiones, señaló Wynant, que incluso marcó que las compras públicas deberían ir en ese sentido.“Un municipio puede discriminar hacia esas empresas, que no ofrezcan el precio más bajo sino su mayor contribución al bien común”, afirmó.

Economía circular.

Durante la conferencia también fue resaltada la economía circular, en tiempos en que el paradigma es usar y tirar. Es un momento en donde el plástico abunda y se convierte en un desecho importante en un mundo donde el mercado de los residuos es mayor que el de los commodities.

Hoy los problemas ambientales obligan a evitar su uso y promueven el reciclaje y la utilización de productos biodegradables.“No se puede cambiar los problemas de hoy con las mismas ideas que lo generaron”, afirmó, citando a Albert Einstein, Manuel Albaladejo, representante de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial. Enfocado en la pata de la producción fabril, destacó a las nuevas modalidades como el blockchain, la manufactura aditiva y las empresas que encajan en la economía circular como forma de evitar los problemas ambientales.“No es solo el reciclado, se debe atacar el problema desde el diseño, diseño cero waste”, afirmó, y aseguró que los países pueden ser competitivos con esa modalidad. “Cada vez hay más empresas gestoras de residuos y de reparación que generan empleo que es algo que se necesita imperiosamente”, dijo.