En medio de presiones ruralistas el director de Bienestar Animal denuncia “censura” y el gobierno evalúa una salida

REDACCIÓN  
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El director ejecutivo del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA), Gastón Cossia, está en el ojo de la tormenta desde hace meses. Al menos desde mitad del año pasado.

Cossia asumió en marzo de 2021 como el único miembro designado de este organismo que se creó en este gobierno en sustitución de la Cotryba (Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal) con un presupuesto que pasó de US$ 40.000 a cerca de US$ 3.000.000 anuales. Cossia ingresó con entusiasmo al nuevo instituto. Él mismo se había encargado de redactar los proyectos del área de bienestar animal en el programa de gobierno multicolor. En una entrevista publicada en abril del año pasado por El Observador, declaró que el INBA tenía planes “ambiciosos” y sin “precedentes”. Habló de las miles de castraciones caninas que proyectaba, de la campaña de estímulo para la adopción de perros para retirarlos del sistema de refugios y se detuvo especialmente en el tema de las jaurías de perros que atacan al ganado. Enfatizó que la tenencia responsable era una parte fundamental para enfrentar ese problema. Por ahí empezarían los chispazos con la Federación Rural, que desde fines del año pasado está reclamando su destitución.

No es el único frente abierto para Cossia. En julio de 2021 terminó de designarse el Consejo Directivo Honorario con un amplio elenco de miembros. Hay un delegado del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), que preside el instituto, un representante de Salud Pública (MSP), otro del Ministerio del Interior, uno del Congreso de Intendentes, otro de los productores rurales, otro de las sociedades protectoras de animales, uno de la Facultad de Veterinaria y un delegado de las sociedades veterinarias. Cossia sostiene que desde que se formó este consejo comenzaron los cuestionamientos a su persona. Dice que hubo preguntas sobre el carácter de su designación y reparos respecto del perfil y la impronta que le quería dar a su gestión. Los principales choques empezaron a darse con las sociedades rurales y con la delegada del MGAP, Marcia Del Campo, que además preside el instituto. Una fuente de la Torre Ejecutiva dijo a Búsqueda que hoy por hoy es “insostenible” su relación con la dirección y dejó la puerta abierta para una posible remoción.

El director del INBA, dirigente del Movimiento Nacional de Rocha y electo como diputado por la Lista 40, suma apoyos de la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, y del senador banco Sergio Botana. Es un jerarca de gobierno que ocupa un cargo de confianza. Pero en la interna blanca las aguas están dividas sobre la continuidad mientras soporta las presiones de las agremiaciones rurales que piden su cabeza. El 11 de diciembre pasado, después de un Congreso Extraordinario, la Federación Rural emitió un comunicado en el que señaló la importancia de la consolidación del INBA, pero cuestionó la “falta de medidas efectivas para solucionar el problema de la tenencia no responsable de los perros”, que son el “principal factor de cuantiosos daños a la producción pecuaria”. Y de la mano de esta crítica fue la solicitud al Poder Ejecutivo de la destitución de Cossia bajo el argumento de que “su perfil y desempeño no han satisfecho las expectativas del cargo”.

“Censura” y “vergüenza”

En diálogo con Búsqueda, Cossia aseguró que hoy no tiene acceso a las reuniones del Consejo Directivo del organismo del cual es director ejecutivo.

A mediados del año pasado hubo una serie de resoluciones expresas en las que quedó por escrito la intención de no dejarlo participar de algunas actividades a las que era invitado y de limitar sus declaraciones a la prensa. En una fechada el 3 de agosto de 2021 se decidió designar como “único vocero” del INBA a la presidenta del Consejo Directivo ya sea en “comunicaciones que se realicen a la población, tanto en prensa oral como escrita”. Cossia dijo que no conoce antecedentes de “este tipo de censura con un tono tan autoritario”.

También en agosto, el director ejecutivo del INBA fue invitado a un evento relacionado con su área en Salto. El Consejo Directivo votó no aprobar su participación, según consta en una resolución. “El Consejo Directivo no me puede inhibir a mí que divulgue lo que yo hago. Hay una confusión de roles”, se defendió Cossia.

En diciembre pasado la Comisión Especial de Tenencia Responsable y Bienestar Animal, de la Cámara de Diputados, invitó al director ejecutivo del INBA, y a través suyo al Consejo Directivo, para una reunión con fines informativos acerca de la instrumentación del plan de bienestar animal, el programa de castraciones y los convenios con las Intendencias. Cossia trasladó la invitación. Y la respuesta fue que concurría “solamente el Consejo Directivo en pleno” y, que “en consecuencia, el director ejecutivo se debe abstener de ir”. Esa contestación de las autoridades del INBA motivó una llamada de Argimón al ministro de Ganadería, Fernando Mattos. Pero aun así, Cossia no asistió a la comisión.

El jerarca insistió en que nunca vio “un desaire de esta naturaleza”. Y agregó: “Estas resoluciones son una vergüenza para el sistema democrático”.

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2022-01-20T01:23:00