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Es una guerra de palabras. Por un lado las organizaciones sociales y grupos políticos que acusan al ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, de no hacer suficiente o directamente impedir el esclarecimiento de casos sobre detenidos desaparecidos durante la dictadura (1973-1984). Por otro, el ex guerrillero tupamaro que sostiene que varios de los que lo critican son “imbéciles”, “enfermitos” y “mienten” porque su misión es “intoxicante” y que durante su gestión tanto en el actual gobierno como en el anterior se ha trabajado “incansablemente” por aportar nueva información en relación con esos hechos.
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En uno de los temas más delicados de la política uruguaya, la posición confrontativa de Fernández Huidobro puso de punta a militantes, activistas y colegas del Frente Amplio que lo ven más como un obstáculo que como un facilitador a la hora de descubrir entre los militares datos sobre los delitos cometidos durante la dictadura.
Durante el Día del Ejército el 18 de mayo, Fernández Huidobro sostuvo que hay una estigmatización de los militares por parte de organizaciones sociales y de algunos sectores del Frente Amplio. Esos dichos generaron varias respuestas críticas.
El ministro de Defensa no se calló y dos días después dijo que quienes lo acusan de no entregar información “mienten descaradamente” y aquellos que lo insultan “tienen un trauma”.
“Todos los que hablan mal de las Fuerzas Armadas y los militares (…) son enfermitos y enfermitas”, dijo.
Renuncias y respaldos.
La polémica no se fue y el 22 de mayo la Mesa Política del Frente Amplio emitió un comunicado señalando que no comparte las declaraciones de Fernández Huidobro. La senadora Mónica Xavier, presidenta del Frente Amplio, declaró ayer miércoles 27 en radio Montecarlo que las expresiones del ministro son “absolutamente incompartibles” y que no dejará de responderle porque “hay desagrado” tanto en los sectores como entre los militantes.
Además, tres grupos de esa fuerza política (Casa Grande, PVP y Vertiente Artiguista) solicitaron la renuncia del ministro de Defensa.
El domingo 24, la Vertiente Artiguista emitió un comunicado respaldando la declaración de la Mesa Política y señalando que Fernández Huidobro “no debe mantenerse al frente” del Ministerio.
Un día después, Casa Grande, liderado por la senadora Constanza Moreira, emitió un comunicado criticando las recientes declaraciones del ministro, tildándolas de “injuriosas” y que están “en flagrante contradicción con el pensar y sentir de los frenteamplistas”.
Además, Casa Grande entiende que su permanencia al frente del Ministerio de Defensa “es una señal muy negativa”.
El presidente Tabaré Vázquez no removerá al ministro, al menos por ahora.
“A Tabaré no le gusta que le armen los equipos y mucho menos que se los desarmen”, comentó a Búsqueda una fuente del círculo más allegado a Vázquez.
Agregó que el presidente no sustituye a sus jerarcas cuando alguien lo pide en público. “Así actuó en su primer gobierno y lo está haciendo ahora también”, comentó la fuente.
Según otras fuentes frentistas, el mandatario está conforme con el trabajo que ha realizado el ministro hasta el momento y como sus declaraciones son personales, por el momento no hay “argumentos suficientes” para removerlo.
Comunicados.
El ministro no se quedó callado ante las nuevas críticas y publicó el martes 26 una carta que había entregado a Vázquez y al resto del gabinete.
“La actitud de este ministerio ha sido siempre la de aportar la información al alcance de sus posibilidades, abriendo el camino a las investigaciones e investigadores en todo momento”, se lee en el texto. Agrega que “las acusaciones imperantes se propinan de forma genérica, sin conocer la particularidad de los pedidos de la justicia y carecen por tanto del manejo de la información pertinente”.
Fuentes del Ministerio dijeron a Búsqueda que el secretario de Estado “está firme” y que su trabajo y buen relacionamiento con los militares “lo respaldan” para “seguir cuatro años más”.