Frigoríficos alertan que su viabilidad económica está en peligro

En esas misivas —a las que accedió Búsqueda— esas dos gremiales empresariales solicitaron al Poder Ejecutivo una mayor tasa de devolución de impuestos indirectos para las exportaciones de carne bovina y ovina, con carácter “especial y transitoria”, como la que reciben otros sectores industriales (vestimenta, cueros, automotriz).

Como contexto, explican que “el funcionamiento del sector ganadero en el país se percibe públicamente y a través de la información que circula en la prensa, como que se encuentra viviendo un momento de prosperidad excepcional, basándose en información parcial como es el precio FOB (sin incluir costos de flete y seguro) de exportación de la carne vacuna y ovina y el precio de la hacienda”.

Tomando como punto de partida el 2007, las gremiales del sector reconocen que se dio hasta hoy un “notable e histórico aumento de 91%” en el precio promedio de exportación de la carne vacuna. Eso, añaden en las cartas, se sustentó en “una excelente sanidad animal”, al “esfuerzo” del Poder Ejecutivo, el Instituto Nacional de Carnes (Inac) y de los agentes privados, a lo que se sumó la “tonificación de precios en los mercados internacionales de todas las producciones agropecuarias”.

“Al mismo tiempo el precio del novillo puesto en frigorífico pasó de U$S 1,8 el kilo en enero de 2007 a U$S 3,8 el kilo en enero de 2013, lo que representa un incremento de 107%”, destacan las gremiales. Añaden que los “valores de otras categorías ganaderas —terneros, para recría e invernada, es decir la reproducción y el engorde de animales— se beneficiaron con incrementos inéditos”.

Observan que el precio del ganado en Uruguay es mayor al de los países competidores en el mercado internacional de la carne. El kilo de la carcasa del animal faenado es de U$S 3,29 en Australia, U$S 3,02 en Brasil y U$S 2,98 en Paraguay, frente a U$S 3,85 en Uruguay, indican citando datos del Inac de fines de enero. Eso implica que en el mercado local el ganado vale 17% más que en Australia y 27% por encima al de Brasil y Paraguay.

“Actualmente existe una transferencia mayor a la adecuada desde la industria (frigorífica) al sector productor”, sostienen la CIF y la Adifu. Señalan que pese a ello “la producción ganadera no aumentó”. De 2007 a 2009 hubo una mayor extracción de cabezas de ganado —que es la suma entre la exportación de animales vivos y la faena—, al pasar de 2.239.932 a 2.540.591, según datos mencionados en las cartas.

Las gremiales de industriales frigoríficos consignan seguidamente que en los siguientes años hubo una caída en la producción de ganado: 2.416.227 en 2010, 2.248.049 en 2011 y 2.148.685 en 2012. De 2009 a 2012 la disminución fue de 15,4%.

“Esta situación no debe sorprendernos dado que la reaparición de la agricultura, y más específicamente la explotación de la soja, ha desalojado los mejores campos ganaderos del país volcándolos a esa producción, que es inicialmente más rentable que la ganadería, pero claramente no sustentable en el largo plazo en lo medioambiental”, advierten en las misivas.

Luego analizan la evolución que registraron —siempre desde 2007 hasta el presente— otros componentes de la ecuación de costos de su sector, como los salarios y la energía eléctrica. Considerando “el salario básico nominal de cada uno de las laudos, incluyendo la reincorporación de los aportes patronales, se constata un aumento de 176% en dólares, mientras el precio de la exportación de la carne se incrementó 91%”, indican.

Agregan que el costo de la energía eléctrica subió 121% entre esos años para los grandes consumidores.

En tanto, en un informe publicado este mes sobre el valor del “novillo tipo” el Inac señaló que en este primer trimestre se está observando “un nivel más alto de faena que en el año anterior, sin producirse al mismo tiempo una caída de los precios de la hacienda”, lo que “estaría indicando una mayor competencia en la industria por la captación de la materia prima”.

En enero el valor de ese novillo tipo aumentó 2% (U$S 1.205 por cabeza) en comparación a diciembre. De ese monto, U$S 975 corresponden a precio pagado por la hacienda, y U$S 230 a costos y beneficios de los frigoríficos. “Las condiciones climáticas en enero han sido mejores que en años anteriores, lo que también aumenta el poder negociador de los ganaderos, que pueden diferir el envío de ganado al frigorífico si los valores ofrecidos no les conforman”, afirmó ese organismo.

Cierre.

La capacidad instalada de los mataderos locales varía entre 3,5 millones y 3,8 millones de cabezas, según cifras del Inac.

En ese sentido, en las cartas remitidas a Lorenzo y Kreimerman las dos agremiaciones de industrias frigoríficas aseguran que la capacidad de faena es de unos tres millones de animales. Esa cifra —agregan— se encuentra “únicamente un 16% por encima de la faena registrada en 2006, que fue de 2,6 millones de reses”.

Consideran que una posible manera de corregir esa situación es un “cierre definitivo o transitorio de algunas unidades productivas”.

El mes pasado, el frigorífico Breeders & Packers Uruguay, instalado en Durazno, debió extender un cierre que estaba previsto para reparaciones y mantenimiento ante la “falta de ganado y sus altos precios”, según un comunicado de prensa que emitió la empresa por esos días. Argumentó que “la industria se ve privada de tener su retorno económico” y “hoy por hoy, las plantas no tienen beneficios”.

Luego, esa industria, que cuenta con algo más de 400 empleados, retomó la faena pero reduciendo la actividad laboral a tres días por semana, al igual que la planta Establecimientos Colonia, que pertenece al grupo brasileño Mafrig, dijo a Búsqueda el titular de la Federación Obrera de la Industria de la Carne y Afines, Luis Muñoz.

Ese sindicalista lamentó que algunas empresas del sector presionan a los trabajadores para rebajarles los salarios o que acepten su despido.

Del domingo 17 al sábado 23 los frigoríficos faenaron 48.315 bovinos, lo que es un 3,3% menos que la semana previa, según el Inac. En tanto, en lo que va del año la faena aumentó 19%, en comparación con el mismo período de 2012.

Muñoz comentó que ese incremento se debe a que “los frigoríficos están faenando para cumplir con la cuota Hilton”, que es un cupo de 6.300 toneladas para exportar a la Unión Europea con impuestos aduaneros rebajados hasta el 30 de junio. “Pero tenemos claro que esto va hasta mayo y de ahí en adelante la cosa se va a complicar”, indicó.

Actualmente están habilitadas en el país 38 plantas de faena. Esta industria ocupa a algo menos de 11.000 trabajadores, informó el sindicalista.

Los problemas en este sector habían sido reconocidos por el presidente José Mujica en junio de 2011, cuando advirtió que existía una capacidad “hiperdimensionada” de faena en relación con la disponibilidad de ganado. Y vaticinó que “algunos frigoríficos la van a quedar”.