Lo bueno está todo inventado. Desde el dulce de leche hasta el whisky, desde los goles de tu cuadro en el clásico hasta los besos y los abrazos de los nietos. Para qué andar aguzando el cacumen con el fin de inventar algo más.
, regenerado3Lo bueno está todo inventado. Desde el dulce de leche hasta el whisky, desde los goles de tu cuadro en el clásico hasta los besos y los abrazos de los nietos. Para qué andar aguzando el cacumen con el fin de inventar algo más.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáPor eso nuestro gobierno hizo bien, en la reciente Cumbre de las Américas, en no votar esa tonta resolución exigiéndole al duro de Maduro que suspenda el fraude electoral de su reelección, que libere a los presos políticos, que no siga masacrando a los estudiantes que protestan, aplastando a la oposición, inventando órganos complacientes integrados con sus esbirros, ignorando y ninguneando a los órganos constitucionales integrados democráticamente por el pueblo, protegiendo a los narcomilicos apoyado en los cuales gobierna, negándole a su gente la libertad de expresarse, clausurando medios de comunicación opositores, sumiendo a su país en el caos de la inseguridad, provocando muertes de niños por desnutrición y de enfermos por falta de medicamentos, en un incendiario clima inflacionario calculado este año en un 13.000%.
Todos sabemos que estos son argumentos falaces de la derecha y del neoliberalismo imperialista, y nuestro gobierno hace bien en no dejarse llevar por ese coro de focas aullantes dirigidas por el tránsfuga de Almagro, un Gonzalo Mujica de proyección continental.
Entonces, en plena cumbre de Lima, cuando las papas quemaban y había que votar, nuestro gobierno se asoció con la posición de estadistas de la talla del Evo, Ortega y Raúl Castro, y don Tabaré mandó votar en contra. Al fin de cuentas, qué saben los gobiernos de Argentina, Brasil (donde tienen injustamente preso a Lula, aunque la política exterior la maneja Itamaratí, pero qué importa), Canadá, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú, Estados Unidos (prueba flagrante de la intervención del imperialismo yanqui) y algunos países más.
Al fin de cuentas, Venezuela es un ejemplo a imitar, y gracias a lo que les copiaremos a los venezolanos nuestro país mejorará en forma clara y contundente.
Por ejemplo, para combatir la inseguridad reinante, podríamos transformar a la Guardia Republicana en una institución similar a las Brigadas Chavistas, formadas por eficientes soldados defensores de la paz ciudadana. Las Brigadas Charrúas saldrían a las calles armadas hasta los dientes a reprimir a los delincuentes, metiéndoles en el cráneo balas calibre 22 hasta lograr su desaparición, o al menos una amortiguación de su agresiva presencia en nuestras desprotegidas calles. Es bueno recordar que las Brigadas Chavistas han incorporado niños de edad escolar, a partir de los 10 años. Con esto, el sistema de las Brigadas Charrúas podría colaborar con otro tema en crisis en el Uruguay, como lo es el de la educación. Los niños sometidos a los entrenamientos de combate serán más obedientes y organizados, aprenderán a dispararle al enemigo y a hacer los deberes, pasando de año, y sus calificaciones ya no irán en el carnet de notas, sino en el Carnet de la Patria, otro invento de Maduro que don Wilson Netto debería tener en cuenta para mejorar el clima escolar actual, lleno de repetidores insolentes que no solo sacan malas notas, sino que, cuando se las llevan a su mamá, esta se va a la escuela y casca a la maestra. El orden militarizado contribuye a que estos fenómenos disminuyan o desaparezcan.
A Astori sin duda le va a venir muy bien estudiar primero, y aplicar después el sistema del petro coin, la moneda virtual creada por Maduro y sus economistas, para contribuir al mejoramiento de la economía venezolana. El petro tiene como respaldo la riqueza bolivariana, y cada Petro equivale a un barril de petróleo. El uru coin, nueva moneda virtual uruguaya, tendría por respaldo una vaca, y con esto se les acaban los berrinches a los “autoconvocados” de Un Solo Uruguay, que podrán de ahora en adelante pagar las contribuciones inmobiliarias de sus latifundios, sus impuestos y el gasoil con uru coins, girándolos desde el sistema virtual que tendrán en sus computadoras 4x4, sin tener que hacer transferencias de dólares desde sus cuentas en los bancos suizos y de las Bahamas.
Esta semana, el alcalde de Caracas, para hacer frente al envilecimiento del bolívar y a la escasez de circulante en plaza (seguramente con el visto bueno de don Nicolás), inventó el caracas, otra moneda virtual que sirve para hacer compras en los mercados y las ferias vecinales de la capital (sí, no es broma, aunque usted no lo crea). Los productos, cada vez más escasos y más caros, en las ferias subsidiadas por el gobierno, ahora se pueden comprar con caracas, aliviándoles así la economía familiar a los sufridos caraqueños. ¿Dónde se consiguen los caracas, y cuánto valen en relación con el bolívar? Ya veremos, es un tema de reglamentación, pero en una economía controlada por el gobierno todo es posible, y los consumidores tendrán ahora otro instrumento de pago más, para vivir más felices y tranquilos.
La inflación del 13.000% es otro fantasma de la derecha continental y de la amenaza del gobierno de Donald Trump, uno de cuyos objetivos más obsesivos (además de perseguir conejitas de Playboy y tirarles misiles virtuales a los rusos, que les pegan a los sirios) es destruir el sueño bolivariano del socialismo del siglo XXI, para volver a enterrarlo al coronel Chávez y desprestigiar al estadista Nicolás Maduro. Pues bien, la semana que viene don Nicolás ha prometido que aprobará un decreto transformando los puntos porcentuales de mil a uno, con lo que la inflación venezolana para este año pasará a ser tan solo del 13%.
Ahí la tenés, Danilo. Copiá el decreto y pasamos al 0.7% de inflación, y al 0.1% de desempleo.
Eso sí: no se sorprendan después, de ver colas en el consulado chileno en Montevideo, como las que hay en el de Caracas, para conseguir las visas para emigrar a Chile. Aunque Jara siga jugando en la selección.