Impulsores del referéndum contra la LUC tienden puentes a votantes del oficialismo y ponen en el centro al rol del Estado

En su charla en Paysandú marcó distancia de una interpretación bastante extendida entre los analistas políticos: la de comparar al referéndum con una elección de medio término. Para Pereira, la consulta popular contra parte de la LUC “está muy lejos de ser una elección de medio período” en la que se laude entre el gobierno y la oposición.

En esa misma línea, se refirió como antecedente a la consulta popular para derogar la ley de empresas públicas en 1992. En ese entonces, la izquierda representaba aproximadamente el 30% del electorado y, sin embargo, el referéndum logró más de 70% de apoyo.

“Los ciudadanos cuando van a resolver sobre leyes no se atan a lo que votaron sino a lo que piensan que es mejor para su país”, concluyó.

Buscando un punto común entre las numerosas modificaciones que introduce la LUC, Pereira ubicó al rol del Estado como el “trasfondo” de la discusión. El dirigente sostuvo que las posiciones que se van a expresar en el referéndum son las de quienes defienden “al Estado como herramienta redistributiva” y la de quienes “creen que es el mercado el que tiene que distribuir y el Estado tiene que ser el mínimo”.

El presidente del PIT-CNT estimó que en la recolección de firmas ya hubo apoyos de miles de votantes de los distintos partidos del oficialismo.

En esa primera parte de la campaña para impulsar el referéndum, aseguró que también se vio un fuerte nivel de incidencia de un sector de población que también excede a las organizaciones tradicionales que impulsan la iniciativa. En el último mes de recolección de firmas fue decisiva la participación de “los mismos jóvenes” que lideraron la oposición contra la baja de la edad de imputabilidad y después contra la reforma “Vivir sin miedo”.

“Son una cantidad de jóvenes uruguayos que a muchos de mi generación nos gustaría verlos con nuestras banderas, pero levantan sus propias banderas. A veces son comunes a las nuestras y a veces no”, describió. Según su visión, esta vez las causas coincidieron.

El dirigente recordó que la proyección de la campaña que habían hecho tenía cinco etapas y al llegar a la cuarta debían superar las 620.000. Sin embargo, cuando pasaron raya a unos 15 días del límite constitucional, tenían unas 50.000 menos. Fue en ese momento en el que Pereira sostiene que los que tomaron la posta fueron los jóvenes y las mujeres.

“Fue apabullante. Fueron el diferencial que propició el avance de los días siguientes”, afirmó.

Sobre todo considera que fueron ellos quienes marcaron “un nuevo estado de ánimo”. Pereira le llama a ese factor la “cultura de cambio” y considera que es el ingrediente fundamental para “empezar a construir una nueva mayoría”.

Aunque por un lado evitó salirse del contenido de la ley como eje de discusión, por otro el presidente del PIT-CNT reconoció que hay “otras molestias” que influyen para que la campaña recoja más apoyos. Una de las que más remarcó es la extensión de la concesión de la terminal de contenedores del puerto de Montevideo a la compañía belga Katoen Natie. También se refirió al aumento de los combustibles, a la pobreza y a la reforma de la seguridad social. Una cosa en común, detrás de esas situaciones, es la introducción de cambios importantes y reformas sin un “diálogo social profundo”.

Pereira contó que, de cara a la próxima etapa de la campaña, la Comisión Nacional Pro Referéndum está organizando cursos de formación sobre la LUC para preparar a decenas de dirigentes. El Instituto Cuesta Duarte es uno de los actores que está liderando esas instancias. Los cursos apuntan a preparar a los militantes para argumentar en las charlas y recorridas barriales.

“Tenemos un mejor elenco para debatir que el que tienen ellos. Y no es una confianza simplemente de mayor inteligencia. Es de razones. Tenemos más razones para defender”, sostuvo en Paysandú, y como prueba dijo que la gente conoce más de la LUC como resultado de la campaña para derogar parte del articulado que por el oficialismo impulsándola como piedra fundamental de su programa de gobierno.

Parlamento rodeado

Con varios frentes de discusión abiertos, la conflictividad sindical muestra un incremento y se hace sentir. Varias movilizaciones con diferentes reclamos rodearon el Palacio Legislativo.

La Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay (CSEU) realizó un paro de 24 horas y se manifestó en reclamo de mayor presupuesto para la educación en la Rendición de Cuentas, y por un ajuste salarial equivalente a 100% de la inflación en 2021, entre otros puntos.

La Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE) también llegó hasta el Palacio Legislativo con una caravana de vehículos. Varios de sus sindicatos también lo hicieron en el marco de un paro de 24 horas. La plataforma era contra la rebaja salarial, la pérdida de puestos de trabajo, el desmantelamiento de varias reparticiones del Estado y la desarticulación de las políticas sociales.

Mientras afuera se manifestaban, en la Cámara de Diputados se trataba la Rendición de Cuentas. En la Cámara de Senadores, en tanto, era interpelado el exministro de Transporte y actual ministro del Interior, Luis Alberto Heber, por la extensión de la concesión de la terminal de contenedores en el puerto de Montevideo hasta 2081 a la empresa belga Katoen Natie.

La interpelación era seguida en una pantalla instalada al lado de la plaza 1º de Mayo por manifestantes del Sindicato Único Portuario y Ramas Afines (Supra), que también realizó un paro en protesta por ese acuerdo, que consideran que perjudica al Estado y pone en riesgo fuentes de trabajo.

Este viernes 20 se reunirá la Mesa Representativa del PIT-CNT y uno de los puntos a abordar es la definición de un paro parcial de toda la organización para mediados de setiembre.