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    Insondable misterio

    No es broma

    Acaba de terminar hace unos días en la Universidad de Filadelfia el seminario que llevó como título Where the Shit Is Mrs. Sartori´s Fucking Money? (¿Dónde se supone que estará la fortuna de la señora de Sartori?).

    Asistieron al mismo expertos de varios países, los cuales fueron convocados por esa prestigiosa casa de estudios a pedido especial del gobierno uruguayo, que se ha visto superado por las elusivas respuestas y la actitud transgresora del senador nacionalista, quien se niega rotundamente a suministrar los detalles que la ley le exige sobre los bienes de su señora esposa.

    Consultado por esta página, el coordinador del seminario, el académico Sherlock Findthegreens, doctor en Investigaciones Financieras Ubicuas por la Universidad de Cambridge, comentó que el tema, de indudable interés, les provocó infinitas confusiones y dificultades, y que, lejos de haber llegado a una conclusión más o menos aceptable, el seminario se limitó a señalar algunas opciones que permitirán por lo menos señalar algunos caminos a explorar.

    La primera opción a estudio se centró en señalar un dato de interés, que constituía una pista razonablemente lógica. En efecto, es sabido que Sartori y su esposa contrajeron enlace en la isla griega de Skorpios, la cual fue adquirida por el padre de la novia para regalársela a su hija, de manera que la novel pareja tuviera un lugar tranquilo para ir a la playa y pescar sin que los turistas los molestaran. Pero el problema que se presentó (y que aún no ha sido resuelto) es que, cuando el multimillonario ruso le pidió al gerente de la isla que le hiciera firmar la compraventa a su dueño anterior, el armador naviero Aristóteles Onassis, el gerente le dijo que iba a ser difícil, porque Onassis no solo había muerto hacía un tiempo, sino que además su tumba estaba en la mismísima isla de Skorpios. Las dificultades que surgieron para que alguno de los herederos de Onassis firmara la escritura de compraventa se han sucedido desde entonces, razón por la cual el senador Sartori se ve impedido de mencionar a la famosa isla como un bien propiedad de su esposa. Para complicar aún más las cosas, si bien la isla es privada, decenas de yates y todo tipo de embarcaciones se acercan a pocos metros de la isla para sacar fotos, sobre todo del lado donde está el mausoleo del célebre exesposo de Jacqueline Kennedy. Y el gerente anterior de la isla, el que no consiguió la firma de los dueños actuales, cobra un arancel a cada barco que se acerca, y deposita el importe en una cuenta que él asegura que le transferirá a la señora de Sartori una vez que se resuelva definitivamente la propiedad de la isla.

    Otra de las opciones que se analizaron en el seminario fue la de que, aún sin haber hecho la transferencia de la propiedad de la isla, la señora del senador incluyó la promesa de compraventa como aporte para la constitución de la sociedad Zorba the Greek Investments Ltd. registrada en las islas Caimán, propietaria de la institución financiera turca Mustafá´s Corporate Bank. Este banco financia la venta de terrenos a muy buen precio en la zona devastada por el reciente terremoto que tuvo lugar en Turquía hace unos meses, y el propio desastre ha impedido que los adquirentes hayan podido escriturar sus adquisiciones, lo cual se estima podría tener lugar en dos o tres años. Nuevamente aquí se encuentra otra dificultad para que el senador Sartori pueda incluir el resultado de esa inversión en el patrimonio de su señora esposa.

    Siguiendo la pista de estas operaciones, los analistas en el seminario pudieron detectar asimismo que la señora del senador había recibido hace algún tiempo la herencia de un tío abuelo que vivía en Mongolia Sudoccidental, y que poseía más de ciento cincuenta mil hectáreas de campo fértil y cultivable, valoradas en muchos millones de dólares. Pero la aceptación de la herencia no ha podido concretarse aún, debido a que, con la actual situación de inseguridad que hay en la zona, fuerzas rusas han cercado esa zona del país asiático ubicado entre Rusia y China, impidiendo el ingreso de los funcionarios mongoleses que deben delimitarla para concretar la mensura y los detalles de las parcelas catastrales. Evidentemente, el senador no puede tampoco incorporar estos bienes a la declaración que la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep) le exige de acuerdo a lo que la ley determina.

    Finalmente, los asistentes al seminario en la Universidad de Filadelfia detectaron asimismo que la señora del senador sería la propietaria de dos apartamentos ubicados en Manhattan, (Nueva York), avaluados en varios millones de dólares, debido a que aparecen a nombre de una sociedad anónima registrada en el Estado de Delaware (Yekaterina Real Estate Ltd.), sociedad que lleva el nombre de pila de la esposa del senador. No obstante, entre los titulares de las acciones de la sociedad aparece una persona llamada Yekaterina Chantorski Tenganyek, que fue secretaria privada de la esposa del senador, y que ha desestimado tener nada que ver con su tocaya del mismo nombre, de cuyo servicio se alejó hace ya muchos años.

    –Comprenderán ustedes –nos dijo el coordinador del seminario– que en estas circunstancias es muy difícil llegar a conclusiones certeras y concluyentes. –Y pidió que lo comprendieran al senador, despidiéndose rápidamente de nosotros y alegando que el senador lo esperaba para ir a cenar juntos en un famoso restaurante de Filadelfia.