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    Instituto oficial de capacitación dice que ganó la “confianza” del sector empresarial e impulsa modelo alemán de “formación dual”

    Parado en el último año de este período de gobierno y con números que muestran un aumento significativo de beneficiarios, el director general del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), Eduardo Pereyra, afirmó que se “rompió con la visión ideológica” que se tenía sobre el organismo respecto a que solo apoyaba a los trabajadores y ahora se ha “ganado la confianza de las empresas”.

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    “No nos es indiferente la suerte de los empresarios. Los tenemos que cuidar, muchas veces son capitales nacionales y de ellos depende el futuro del empleo”, dijo a Búsqueda mientras buscaba determinar el incremento de la asistencia técnica y los proyectos vinculados al área de empresas aprobados en el último año.

    El monto de los acuerdos dedicados al apoyo para programas de formación de firmas de la industria, las tecnologías de la información y comunicación, el comercio y los servicios, los exportadores, el sector lácteo, entre otros, rondó el equivalente a US$ 9 millones, informó Pereyra. “En 2014 se había destinado US$ 1 millón a los proyectos vinculados a empresas; eso muestra que se fortaleció mucho la intervención” del instituto, señaló.

    “Hay una apropiación del sector (empresarial) y eso se siente en el diálogo” con los distintos actores sociales, comentó.

    El Inefop, una persona pública que se rige por el Derecho Privado, sustituyó en 2009 a la Junta Nacional de Empleo. En este período de gobierno, implementó una reestructura organizativa que amplió sus cometidos, le dio más eficiencia en los procesos y propició un diálogo más productivo entre los distintos actores (representantes del Poder Ejecutivo, de la Cámara de Industrias, de Comercio y Servicios y del PIT-CNT).

    “Cambio de paradigma”

    Pereyra­ consideró que “parte del crédito” que el Inefop logró con las empresas privadas también proviene de los avances alcanzados en el desarrollo de la modalidad educativa que integra al espacio de trabajo como parte de la formación.

    Se trata del sistema de “formación dual” que articula la capacitación en el aula con una práctica laboral remunerada. Ese modelo se enmarca en el acuerdo de cooperación firmado a fines del año pasado con el Instituto Federal de Formación Profesional de Alemania y el trabajo de una comisión —Acercando Educación y Trabajo— integrada por el Inefop­, el Ministerio de Trabajo, la UTU, la Administración Nacional de Educación Pública, la Universidad Tecnológica (Utec), las cámaras de Industria y de Comercio y Servicios y el PIT-CNT.

    Pereyra informó que la UTU y la Utec están trabajando en propuestas de formación dual que se sumarán desde marzo a otros seis proyectos que desarrollan instituciones de educación privada.

    Explicó que bajo esa modalidad, un estudiante recibirá la formación académica en el aula, y llevará a la práctica los conocimientos en una empresa trabajando por el 75% del jornal de la categoría que corresponda, e ingresando con todos los derechos y coberturas de seguridad social, seguro, etc. Para estimular que las firmas participen y acepten la formación laboral remunerada, el Inefop financiará hasta el 50% del salario del trabajador, además del 100% de las horas del tutor que acompañe al estudiante-trabajador.

    “Esto para nosotros es un cambio de paradigma en los temas de educación y trabajo y le asignamos una importancia estratégica porque creemos que (esta modalidad) va a crecer de manera importante en el país”, afirmó el director general del Inefop.

    Y fundamentó: “Este modelo, pensado para el desarrollo y la formación de los jóvenes, para promover la cultura de trabajo, es para la empresa una herramienta de selección de talentos a un costo distinto, porque tiene jóvenes especializados, titulados, con experiencia laboral, además de que esos mismos jóvenes pueden generar espacios de innovación en la firma, de mejora de procedimientos, y demás. Y a la vez, el sistema educativo no tiene que correr atrás de la tecnología o de simuladores para acercar a los alumnos a los avances y puestos técnicos que se van a requerir en el futuro”.

    Y con entusiasmo, Pereyra prosiguió con su línea argumental: “Además de todo eso, es una herramienta formidable para la inclusión social y para las personas desempleadas de larga duración. Es una herramienta que el nuevo gobierno, sea quien sea, tiene para el rediseño de políticas sociales, en el cual las transferencias que necesariamente hay que hacer a las personas tengan la contrapartida de participar en estas propuestas de formación que gestiona el Inefop con la red de instituciones públicas y privadas con las que trabaja”.

    El mismo sistema podría aplicarse a los beneficiarios del Ministerio de Desarrollo Social, con propuestas formativas distintas y complementadas en habilidades blandas, socialización, cultura de trabajo, cuidados personales, derechos y obligaciones, propuso.

    Por otra parte, Pereyra destacó el acuerdo de capacitación alcanzado con UPM para la obra civil y montaje de la segunda planta que la finlandesa proyecta en el centro del país (ver recuadro).

    “Hoy somos el actor vinculado al sistema educativo más jugado a UPM”, opinó.

    Gasto “más riguroso”

    En 2018 y por segundo año consecutivo el Inefop gastó unos US$ 10 millones más de lo que le ingresaron al fondo que administra, que se nutre de los aportes de trabajadores y empleadores del sector privado por partes iguales. Pereyra dijo que eso fue posible por el nivel de reservas que sigue teniendo el instituto. En 2017 eso había sucedido a la vez que se habían multiplicado más de dos veces y media la cantidad de beneficiarios alcanzados (llegaron a 134.000), en relación con el año anterior (Búsqueda Nº 1.959). Pero en 2018, la mayor ejecución de gastos no fue acompañada por un incremento en el número de capacitaciones, que disminuyeron 10% y se ubicaron en 120.000.

    Como a partir de este año, por la modificación de la ley del Inefop, el aporte al fondo se reducirá (pasará de 0,125% a 0,100%) Pereyra dijo que el gasto general del instituto también tendrá “ajustes a la baja” en función de los nuevos ingresos. Comentó que ya se ha ido “achicando” en varios proyectos de formación y capacitación el número de beneficiarios. Como ejemplo, mencionó que el Sistema de Cuidados aspiraba a lograr 5.000 capacitaciones, pero se optó por aprobar 1.900, la misma cantidad que se tuvo en 2018.

    En contrapartida dijo que el Inefop­ hizo inversiones importantes, como la compra del local en Ciudad Vieja, además de haber logrado un “ritmo de intervención” en el mercado laboral “histórico” en los últimos dos años, al llegar a 250.000 beneficiarios.

    “Estamos siendo más rigurosos para no tener sobresaltos y dejar una buena caja para el próximo período”, comentó Pereyra.

    Actualmente el fondo cuenta con unos US$ 60 millones.