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“Con lo puesto y 100 pesos”. Así suelen salir la mayoría de las 6.500 personas que recuperan su libertad cada año en Uruguay tras cumplir su pena de prisión, según contó a Búsqueda Inés Bausero, al frente de la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado (Dinali). “Y muchos salen sin cédula de identidad y a horas en las que no encuentran transporte o un lugar donde quedarse, por lo que la Policía puede considerarlos indocumentados o fugados”.
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La Dinali —antes Patronato del Liberado—, que funciona en la órbita del Ministerio del Interior, alertó a la Suprema Corte de Justicia (SCJ) sobre las “pésimas condiciones” de salida de “muchos” reclusos, en particular de quienes obtienen la liberad anticipada y de las mujeres con niños. Esto provoca, además, problemas de seguridad pública debido al riesgo de reincidencia del liberado, advirtió la Dinali en una carta dirigida al presidente de la corporación, Jorge Chediak, con fecha 20 de junio.
“Hemos tenido situaciones de libertad un viernes en vísperas de Semana de Turismo. Por ejemplo, la liberación de una señora con su bebé con problemas de salud, la cual fue muy difícil de resolver”, expresa la misiva recibida por la corporación y difundida días atrás.
En Uruguay hay unos 11.000 presos —uno de los registros más altos en la historia del país—, y el sistema carcelario tiene poca capacidad para evitar que los reclusos repitan su conducta criminal una vez liberados. En 2010, el Ministerio del Interior aumentó de $ 30 a $ 100 el dinero que les da a los presos el día que son liberados. Esa medida permitió disminuir drásticamente la reincidencia en las primeras 24 horas de libertad (Búsqueda Nº1.772).
¿A dónde va?
A los reclusos se les avisa que abandonarán la prisión con poca antelación —por lo general un día antes— y la mayoría no tienen quién los pase a buscar. La directora general de la Dinali explicó a Búsqueda que “la mayoría” de los liberados tienen “enormes problemas para reubicarse”, sobre todo en las primeras horas de salida. “Es un tremendo problema de seguridad para todos, y también de humanidad para ellos”.
El liberado no puede permanecer en la cárcel una vez que el juez resolvió su salida, comentó Bausero. “Por eso, el recluso puede salir a cualquier hora y cualquier día”.
A finales de julio, Bausero se reunió con Gustavo Nicastro, secretario letrado de la Corte, para elevar estas inquietudes a los ministros de la corporación, “sin meternos en las competencias de los jueces”.
“La idea es que la Justicia tenga en cuenta que cuando decreta o planifica una libertad, se generan estos problemas, y pueda revisar o diseñar un plan de salida para darle soporte al liberado”, dijo. “Si una persona penada es liberada mañana, a las cero horas y un minuto debe abandonar la prisión. La pregunta es, si nadie va a buscar a ese individuo a la puerta de la penitenciería, si vive lejos o no tiene cobijo, ¿a esa hora a dónde va? ¿Qué hace?”
Esta inquietud también fue analizada entre la Dinali y el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) del Ministerio del Interior.
Para la responsable de la Dinali, la solución sería que los retenidos puedan salir en un horario acotado y acceder a lugares donde reciban una asistencia e información para orientarlos, y así evitar que queden en la calle.
De lunes a viernes, de ocho a cinco de la tarde, la Dinali recibe a los liberados que requieran ayuda. “Pero más tarde, no tienen a dónde ir”, dijo Bausero. En tales casos, suelen ser derivados a los refugios del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
“Pero a los refugios del Mides tampoco se puede entrar a la una de la mañana. Por eso es necesario coordinar los esfuerzos entre las instituciones y resolver un problema delicado”, agregó.
Bausero remarcó que el individuo “liberado” es un ciudadano libre, por lo que que también “se trata de un tema de derechos humanos”. Al respecto, lamento que “la gente piensa que cuando estas personas entran en la cárcel se acabó el problema, cuando ahí empieza otra forma de problema, y es bien complejo”.
La mayoría de esta población es “joven, pobre y con todas las contras que te imagines. Salen a la medianoche, con lo puesto y 100 pesos”, concluyó.