El despacho de su estudio de abogados da a uno de los lugares más transitados de Montevideo: la Plaza de Cagancha. Mientras coordina reuniones de trabajo vinculadas a su profesión está al tanto de lo que sucede con la competencia por gobernar la capital del país. Hasta hace poco, la vida de Ricardo Rachetti estaba más vinculada a la abogacía y a su tarea como directivo de Peñarol. Pero eso cambió a principio de febrero cuando aceptó ser candidato a intendente por el Partido de la Concertación en representación de los colorados.
Rachetti —50 años, padre de tres hijas— tenía una militancia de bajo perfil en la interna colorada, pero ahora ya piensa en ser uno de los impulsores del “recambio generacional” de su partido. Se define como batllista y sostiene que el Frente Amplio “fracturó” en dos a la sociedad montevideana, perjudicando a quienes viven en el oeste. “El Frente tiene una mentalidad que favorece al poderoso”, dijo, y puso como ejemplo la relación de las administraciones frenteamplistas con el presidente de Cutcsa, Juan Salgado, quien además es socio en el Nuevocentro Shopping con otro de los candidatos de la Concertación, Edgardo Novick.
A continuación un resumen de la entrevista que Rachetti concedió a Búsqueda.
—Encuestas que señalan un favoritismo del Frente Amplio, un Partido Colorado en dificultades y un nuevo partido, el de la Concertación, que ha tenido problemas. ¿Por qué aceptó ser candidato a intendente con este panorama?
—Es un honor haber sido nominado como candidato del Partido Colorado en el Partido de la Concertación. Soy un militante de base que tiene la responsabilidad de trabajar por el partido. Represento al militante de base que siempre trabajó sin buscar un cargo electivo ni ejecutivo, simplemente trabajando por su partido. Creo que con esto se abre una puerta para otros militantes de base.
Soy una persona diferente a lo que estamos acostumbrados a ver los colorados. ¿Por qué? Porque justamente soy un militante de base. No estoy tan acartonado, digo lo que pienso y lo que siento, soy un humanista, creo que el hombre debe estar en el centro de cualquier gestión y, a su vez, creo que el partido necesita un recambio a nivel generacional. Eso ahora se puede dar con Conrado Rodríguez, Elena Grauert, José Garchitorena, Fitzgerald Cantero.
—¿Entonces usted quiere seguir en la actividad política?
—Sí, pero no siguiendo porque pretenda decir que soy el elegido, sino porque creo que hay que empezar un camino de recambio generacional y de ideas, que es un poco lo que no sucede en otros partidos.
—Cuando Luis Alberto “Ney” Castillo se bajó de la candidatura, se habló de problemas económicos para apoyar su candidatura, falta de respaldo de dirigentes. ¿Cómo es la situación con usted?
—Ney es un gran colorado, hasta tal punto que ha colaborado con todos sus técnicos en mi campaña. Tengo su apoyo y es una persona a quien aprecio muchísimo y lamenté su baja. Ahora estamos en la etapa en la que miramos a mayo y sobre eso tenemos que enfocarnos, en qué vamos a hacer por Montevideo.
—¿Pero siente el respaldo de la dirigencia colorada?
—Siento el total respaldo de la Convención y del Comité Ejecutivo Nacional.
—Pero hay dirigentes que están apoyando a Edgardo Novick. ¿Eso no le genera preocupación?
—El Partido Colorado es un partido de hombres libres y es un tema de cada uno de los dirigentes la conducta que asumen.
—En cuanto a la gestión, ¿cuáles son las tres principales cosas que necesita Montevideo?
—Para ser intendente de Montevideo hay que tener una visión de ciudad. Después hay que tener voluntad política de cambiar esa ciudad en base a esa visión que tenés. Y después de eso tenés que tener la capacidad de administrar la ciudad en base a lo que tú pensás que debe ser la ciudad. Lo tercero es recién la gestión. ¿Cómo veo la ciudad? Quieta. Hace 25 años que nada cambia en Montevideo. Hay que hacer muchas modificaciones al tránsito y no pensar en ellas 55 días antes de las elecciones y después de 25 años de inacción en la materia. No hay que tenerle miedo a los cambios. Para ser intendente de Montevideo no hay que tenerle miedo a los poderosos. Quiero una ciudad para los montevideanos donde el montevideano de a pie sea el centro de la administración. Cuando hablo de modernidad, hablo de obras. Primero arreglemos el tránsito de Montevideo, y después vayamos a las obras. Hay un montón de cosas para que Montevideo sea moderna, como tren eléctrico, subte; llamemos a ideas y oportunamente Montevideo dará las respuestas. Por otra parte, el boleto tiene que bajar a 18 pesos. El boleto a 24 pesos está hecho para que ganen las empresas, no para el usuario. Con 18 pesos aumentó la cantidad de boletos. Como decía el guarda, es hora de dar un pasito para atrás a las ganancias de las empresas. No quiero empresas que hagan shopping centers y edificios. Quiero que los usuarios sean beneficiados. No le tengamos miedo. ¿Cómo lo podemos lograr? Sacando al Frente Amplio. Porque el Frente Amplio no solo no quiere bajar a 18 pesos porque protege intereses de poderosos, no quiere hablar del tema.
Tenemos que colaborar en lo que corresponda a la Intendencia en la seguridad. Montevideo es una ciudad oscura, aumentemos la luminosidad de Montevideo, en un 50 y 60% en un quinquenio. Montevideo está iluminado en el este, no en el oeste. Este gobierno fracturó en dos a la sociedad, entre el oeste y el este. Los residentes del oeste son ciudadanos B, y las residencias del este son de ciudadanos A. Quiero un Montevideo inclusivo.
Hay que hacer de Montevideo una ciudad más limpia. Hoy Montevideo es la ciudad más sucia de todo Uruguay. Entonces, la mugre es lo más desintegrador que hay. ¿Es razonable tener basurales 25 años después de que Vázquez dijera que los eliminaba en 100 días?
—Volviendo al tema de transporte, en una nota con “El Observador” usted dijo que no cree que haya competencia en el sistema y ahora habla de los poderosos. ¿Para usted es un problema Cutcsa?
—Para mí hay que negociar las líneas de transporte y las formas de transporte. En las horas pico, la gente no puede viajar como viaja. Eso no puede existir. Vuelvo al tema: el sistema está generado para ganancia de la empresa y no beneficio del usuario. Y ahí está el tema fundamental, el cambio de mentalidad. El Frente tiene una mentalidad que favorece al poderoso y no al usuario. Para poder cambiar el sistema de transporte, lo primero es que el Frente no puede ganar. Y lo otro que me preocupa es que me digan que no puede haber una rebaja del precio del boleto y la principal empresa de transporte colectivo es accionista de una sociedad que construye un shopping y viviendas.
—¿Y cómo piensa financiar lo que plantea en mejora de iluminación de la ciudad?
—Primero tenemos que hacer un convenio con UTE. Hay que salir de las bombitas y pasar a led para bajar el consumo, y después aumentar la cantidad de picos de luz. ¿Cómo se financia? Con mejor gestión. Hoy la administración montevideana no solo no tiene visión de ciudad, no tiene voluntad política de cambio, sino que aparte no tiene administración. Recauda U$S 1.700.000 por día y está pensando en aumentar los impuestos. Cuando dicen que van a reaforar la ciudad, no están diciendo que van a aumentar la contribución inmobiliaria y el impuesto de puerta. El gran problema que tiene el Frente Amplio es que Ana Olivera no defiende a Ana Olivera. Por eso no es candidata a intendenta de vuelta. Ahora vienen con todo, porque saben que tienen que tapar una muy mala gestión. Ninguno de los candidatos defiende la gestión de Ana Olivera, el Frente no la defiende.
Otro tema importante es el del barrido. Si la ciudad está sucia, hay que aumentar la cantidad de barrido, aumentar la frecuencia del retirado de los contenedores, detectar dónde están los basurales, tomar medidas para que no se formen.
—¿Pero la mugre de la ciudad es solo por un problema de gestión? ¿No hay un tema de la población que no ayuda?
—Esa es una respuesta de la Intendencia. Siempre es más fácil echarle la culpa a otro. La ciudad está sucia y no se educa. Los contenedores verde y naranja están bien hechos, pero no sirvieron. Se gastaron U$S 30 millones en inversión de equipos para limpieza. ¿Usted ve la ciudad más limpia? No.
