La despenalización del aborto (II)

Me llena de orgullo y gratitud que la inmensa mayoría de los ginecólogos uruguayos —incluidos catedráticos como Justo Alonso y ex catedráticos como Enrique Pons— se manifestaron a favor de la vida y de no admitir la dictadura de Briozzo que quiere imponerse a la fuerza. Qué buen ejemplo nos están dando a todos los ciudadanos de este bendito país, que la solución de los problemas no es matar a la gente, no es agregar más sufrimiento a la mujer que ya está angustiada con un hijo que nadie la ayuda a sacar adelante. De esto se tendrá que hablar en los futuros libros de historia, de estos nuevos 33 orientales que hicieron frente a todos los poderosos de la Tierra (legisladores que no defienden la vida, como Iván Posada, autoridades del MSP abortistas como Briozzo e incluso un presidente como Mujica que dice que Uruguay está despoblado y no se la juega por vetar la ley de aborto).

¡Firmes esos doctores que son criticados por Briozzo y compañía, no respetados en su libertad; ginecólogos pro vida que son atacados de mil maneras subrepticias! Aplaudo esa valentía de los ginecólogos que quieren salvar a cada mujer y a cada niño. Será un ejemplo para todas las generaciones de que vale jugarse la vida por salvar a todas las uruguayas y uruguayos. ¡Uruguay, que no ni no!