Sr. Director:
Sr. Director:
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLos tiempos cambian... felizmente, porque de lo contrario seguiríamos constreñidos física, indumentaria y sobre todo, MENTALMENTE, a aquellos corsets (para personas menores de 50 años, “uniformes que impedían el desarrollo corporal de la cintura hasta el cuello de las mujeres, oprimiendo sus cuerpos “) que obligaban a pensar y actuar de acuerdo con determinados cánones considerados apropiados por el sistema dominante.
La laicidad, opción legal de nuestro sistema educativo, establece la independencia y prescindencia total de toda religión en su entorno educativo y físico. Por lo tanto, la tradicional túnica blanca y moña azul como atuendo aceptado y obligatorio para los alumnos de las escuelas públicas debe seguir siendo exigido para los mismos.
Si aceptamos la comparecencia a la escuela, de alumnos con cualquier símbolo externo de origen religioso, por ejemplo y sin ser un listado completo, cruces, crucifijos cristianos, quipás hebreos, burkas o las distintas variedades musulmanas o islámicas, cruces esvásticas nazis, etc., etc., deben ser absolutamente prohibidas para mantener la laicidad.
Se puede, dentro de ciertos parámetros de convivencia consensuada, la exhibición de los mismos en forma pública, pero nunca en ambientes estudiantiles donde la laicidad sea obligatoria.
Por lo tanto, la actual posición de ciertas autoridades de enseñanza primaria son ilegales y deben retractarse. Pongo como ejemplo extremo: si fuera integrante de un grupo que exige a sus integrantes la desnudez total como forma de expresión de sus ideales, tendría el mismo derecho que los demás a concurrir en traje de Adán a mis clases escolares. ¿Estarían dispuestas las autoridades a permitírmelo? Si no lo hicieran, me están discriminando y tendría yo el derecho a reclamarlo.
Propongo la discusión pública, abierta, libre, de este tema, pero insisto en hacer cumplir con la reglamentación vigente. Las excepciones son peligrosas puertas de entrada a situaciones que minorías pueden imponer a las mayorías, con argumentos muy débiles en un sistema democrático-republicano de gobierno, como el que intentamos mantener, a pesar de las nefastas influencias de las pseudodemocracias vecinas (solo a vía de ejemplo: Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Venezuela).
Un “nabo de siempre”, con permiso de Tomás Linn.
Lic. Juan Carlos Perusso Rodríguez
CI 1.032.781-0