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La montaña es algo más que una inmensa estepa verde. A diez años del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, se relanza el libro que se constituyó en un ícono del abatimiento de la repugnante dictadura de Anastasio Somoza.
El libro narra desde el momento que el autor se integra al Frente Sandinista en el año 1968, todas las aventuras guerrilleras en las montañas nicaragüenses y su acumulación de fuerzas para luego ir a los poblados y ciudades, hasta el triunfo de la revolución en el mes de julio del año 1979, con la toma de la capital, Managua.
En un lugar abierto, sobre una pequeña tarima, el autor del libro comienza su relato. Rodeado de público mayormente europeo y femenino, se destacan las rubias cabelleras en las primeras filas. Sobre un costado, una mesa formada con caballetes y mantel casi hasta el piso, soporta innumerables botellas de ron y escasos comestibles.
Una vez culminada la exposición, básicamente el público femenino se abalanza sobre el autor con el libro en su mano, en procura del tan apreciado autógrafo.
Los hombres, fundamentalmente “compas nicaragüenses”, se abalanzan sobre la mesa en procura de saciar su sed.
No había pasado mucho tiempo, cuando mis ojos no podían creer lo que veían: el autor del libro rodaba por el piso abrazado de dos o tres de las rubias visitantes, y a los manotazos y besuqueos completaron su destino bajo la mesa ocultos por el mantel.
Cuál sería la expresión de mi cara, que mi anfitrión local que me acompañaba manifestó: “Esto no es nada, tendrías que ver los bacanales que organiza un Comandante de la Revolución en su finca”.
¡¡Gulp!!, pensé para mis adentros, “este será el hombre nuevo que postuló el Che”.
Años después se supo que el jefe de esa banda y presidente del país, violaba sistemáticamente a su hijastra, con la complicidad velada de su esposa y madre de la niña. La esposa ahora va por su premio, luego del golpe de Estado que sucedió en estos días de parte de su marido, al expulsar del Parlamento a la oposición, va de candidata a vicepresidente en un simulacro de las elecciones que se proponen.
Lo que importa es cómo lo cuentas. Todos recordarán el regalo del libro del extinto presidente Hugo Chávez al presidente Barack Obama.
Ese libro, que al decir de alguien a quien mucho respeto, tiene la misma credibilidad que el Agente F86, ha envenenado a varias generaciones de jóvenes latinoamericanos.
El éxito de este libro demuestra que relatar una buena historia apunta directamente a nuestro sistema límbico (emocional) y más que capturar la atención, logra mantenerla, pues la atención tiende a orientarse a lo que nos resulta significativo. Los “relatos” logran algo que “las industrias de la atención” —la TV, el cine, la publicidad— saben muy bien (en Goleman, Daniel. FOCUS. El motor oculto de la excelencia. 2013. Ediciones B Argentina SA, pág. 266).
La narrativa mágicamente transforma la información en emoción y permite, al presentar los sucesos en escenarios dicotómicos de “buenos y malos”, que se estereotipen todos los relatos de forma tal que los buenos son siempre buenos y todo se justifica y los malos serán eternamente malos, todo lo que hagan serán acciones pérfidas y deleznables.
“Desde los griegos, el pensamiento occidental ha tenido el curioso vicio de asumir que el mundo es racional y que el conocimiento verdadero sobre ese mundo toma la forma de proposiciones lógicas o científicas que se someten fácilmente a la explicación (en Bruner, J. 1997. La educación, puerta de la cultura. Madrid: Visor, pág. 142), cosa que con estos ejemplos se observa no es así.
“No somos seres racionales, somos aún seres emocionales que aprendimos a pensar. Las emociones controlan mucho más la razón que la razón a la emoción, se puede ver hasta neurológicamente, hay muchas más avenidas neuronales que van desde lo límbico, desde lo emocional al córtex, que al revés” (en Bachrach, Estanislao. 2014. ENCAMBIO. Editorial Sudamericana Uruguaya SA).
El futuro. Por el avance de la tecnología y la abundancia de información, la dificultad de atraer la atención es cada vez mayor
(“La abundancia de información crea escasez de atención”. Herbert Simon, Premio Nobel de Economía, 1977).
Por tanto, esto sigue y posiblemente ya nuestros nietos conozcan de primera mano como ante una demanda de millones de argentinos que querían viajar a Paso de los Toros, las transnacionales, oligarcas y neoliberales del transporte boicotearon la propuesta progresista y popular del Tren de los Pueblos Libres.
También podrán ser ilustrados de cómo Sor Inés, la monja trucha y tupa del monasterio en el cual López, ex funcionario K de Argentina, escondía su dinero, era en realidad una integrante de las Misioneras de la Caridad, la congregación fundada por la Madre Teresa y recogía esas donaciones para enviarlas a las zonas de mayor necesidad.
Por último, nuestros nietos también serán informados de los actos heroicos, disimulados por una red de sobreprecios y coimas con los cuales se vació una petrolera estatal, que eran en realidad una nueva versión moderna de Robin Hood, que se hacía pasar por unos simples ladrones de gallinas…, pese a que por el monto de lo robado, eran gallinas de los huevos de oro.
