Lo que aún no hemos vivido
Murió Peter Brook, uno de los grandes refundadores de la dirección teatral
Vivió todas las vidas posibles para un artista del escenario. Fue el joven prodigio del teatro británico, reinó en Broadway y en la Royal Opera House, se sacó el esmoquin, recorrió el planeta para inspirarse y se mudó a los suburbios de París, donde vivió y creó durante el último medio siglo. Cada vez que alguien versiona un clásico está transitando un camino que en buena parte desmalezó Peter Brook, el gran dramaturgo, director teatral y cinematográfico y ensayista inglés, fallecido el domingo 4 a los 97 años de edad. La partida de uno de los principales renovadores de las artes escénicas contemporáneas generó múltiples manifestaciones de admiración y afecto en legiones de teatreros de todo el mundo. Este maestro de tres generaciones de artistas y considerado entre los mejores directores teatrales de la historia fue el artífice de montajes de alta significación estética, que resultaron de gran influencia. Fue distinguido una y mil veces con los premios Tony, Emmy, Laurence Olivier, Praemium Imperiale, Prix Italia y en 2019 ganó el premio Princesa de Asturias de las Artes, uno de los máximos galardones internacionales por detrás de los Nobel. En forma incansable y sin abandonar la trinchera independiente, abrió camino hacia terrenos desconocidos en la dramaturgia contemporánea al allanar el camino de regreso entre el epicentro occidental y las fuentes culturales primigenias de África y Asia, defenestradas durante siglos.
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