Los muros y monumentos enchastrados con grafitis, que se observan en la ciudad, inspiran sentimientos repulsivos en ciudadanos y extranjeros.
Los muros y monumentos enchastrados con grafitis, que se observan en la ciudad, inspiran sentimientos repulsivos en ciudadanos y extranjeros.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLos grafitis son actos de vandalismo, que buscan hacer daño sin obtener ningún provecho.
El grafitero es un joven ignorante y ordinario, que desprecia la belleza y la pulcritud, y que sigue tal vez el mismo impulso que hace unos años llevó a un deportista uruguayo a defecar al pie de una obra de arte en una ciudad chilena.
Tal vez algún grafitero se considere a sí mismo como un artista, pero si esto fuese cierto, cabría esperar que las paredes de su casa estuviesen decoradas con grafitis, lo cual parece poco probable.
Limpiar un muro enchastrado cuesta dinero y trabajo.
Algunos vecinos, se resignan a esta situación, porque saben que si hoy limpian el frente de su casa, mañana se enchastra de nuevo.
El grafiti es un delito porque daña la propiedad.
Cuando un artículo de prensa comenta o elogia un grafiti, está fomentando el orgullo de estos delincuentes.
El grafitero debe ser detenido y castigado.
Para las autoridades no debe ser difícil detenerlos porque algunos grafitis requieren horas de trabajo.
Ing. Ruben Castro Rivera