Marfrig suspenderá faenas en Colonia en agosto, mientras productores e industriales analizan “herramientas” para fijar precio del ganado

A modo de justificación de la decisión de Marfrig, Secco argumentó que “no hay materia prima y tenemos otros tres frigoríficos donde concentraremos la faena en el mes próximo”.

Por eso, la habitual baja de la oferta de bovinos en invierno se ve acentuada al arranque de la estación este año.

No obstante, ese ejecutivo manifestó la posibilidad de que “la faena pueda recuperarse antes que en otros años si el invierno es benévolo en el clima (no tan frío y con exceso de lluvias) y pueda anticiparse la primavera”.

Consultado sobre la visión de los inversionistas de Marfrig sobre las medidas preparatorias que inició la Comisión de Defensa de la Competencia sobre el mercado ganadero, Secco dijo que de parte de los inversores “no hay preocupación” por las declaraciones o temas planteados por el gobierno respecto a un eventual acuerdo entre los frigoríficos para manejar la faena e incidir en una baja de los precios de la hacienda. Aclaró, no obstante, que “sí llama la atención cómo se discuten ciertos temas, que acá se hacen más públicos”.

El planteo de las gremiales de productores sobre la caída de la faena y los precios del ganado también se da en otros países, incluso en Europa, como ocurrió hace poco en Irlanda”, comentó.

Precio mínimo

Los representantes del Poder Ejecutivo en el Instituto Nacional de Carnes (Inac) propusieron a los delegados de las gremiales rurales que productores e industriales acuerden un “precio mínimo” para el pago del novillo gordo, expresado como porcentaje del Novillo Tipo que publica ese organismo, según el comunicado remitido por la Federación a sus asociados, al que accedió Campo. Señala que “por su parte, el Inac sería quien calcularía y haría público dicho precio junto con la información del Novillo Tipo”.

Ese planteo se realizó el lunes 30 de junio y la Federación Rural (FR) consultó a las asociaciones que la integran qué opinan sobre ese tema. El lunes 14 el Consejo Directivo de esa gremial continuó analizando ese planteo del Inac con la presencia de integrantes de la Asociación Rural de Tacuarembó y se habló de la intención de “buscar caminos alternativos” ante la situación de la faena y los precios, comentó a Campo el representante de la FR en la Junta del Inac, Emilio Mangarelli.

Respecto a la reunión de las gremiales rurales con las asociaciones de la industria frigorífica, Mangarelli dijo que “no hay una decisión más que la de seguir trabajando con los frigoríficos en busca de una herramienta que permita encontrar puntos de acuerdo entre las partes”.

En cuanto a la participación del Inac en este tema, ese directivo ruralista dijo que el organismo “traducirá en una herramienta el acuerdo que pueda alcanzarse entre los privados”.

Fuentes del sector frigorífico dijeron a Campo que no están de acuerdo con la idea de establecer un precio mínimo.

Transmisión imperfecta

“Si hubiera transmisión perfecta (o casi) de los ingresos de exportación y los precios del ganado, naturalmente la serie debería mantenerse estable en el tiempo. Claramente no es lo que sucedió en los últimos diez años, lo que indica que es un negocio complejo y hay muchos factores adicionales a considerar en esta dinámica de la relación de precios”.

Así lo establece un informe técnico elaborado por el Inac y presentado en la Junta de ese organismo con la Asociación Rural, la FR, la Cámara y la Asociación de la Industria Frigorífica.

Al analizar el comportamiento anual de la relación de precios entre el novillo gordo y el ingreso de exportación, entre 2004 y 2014, el trabajo de Inac muestra “una oscilación importante que va de un mínimo cercano al 80%, en 2008, y un máximo de 98%, en 2013”. Esto indica “una amplitud de 18% en esa relación en el período en estudio”, indica.

Otro aspecto destacado en el informe es que “las caídas más fuertes se dieron de 2007 al 2008 con 17 puntos porcentuales y del 2013 al 2014 con 14,5 puntos porcentuales. La diferencia entre ambos períodos es que en el primero la baja relativa de la participación del precio de la hacienda con relación al ingreso de exportación estuvo acompañada por una caída de los precios absolutos del ganado (de U$S 2 pasó a U$S 2.6 el kilo entre años)”, compara. El Inac señala que “ese aumento fue compensado por un incremento del valor de las exportaciones, mientras que en el segundo período se da una caída en la participación relativa y también del precio absoluto de la hacienda (de U$S 3,7 a U$S 3,4 el kilo)”.

“Toda idea de intentar amortiguar las oscilaciones entre los precios de la hacienda y de exportación parte de bases diferentes en los novillos y en las vacas, de acuerdo con el análisis del comportamiento histórico”, advierte.

Considera además que “si la relación de precios es imperfecta entre el novillo y el de exportación, más aún lo es en el caso de la vaca”.

Para Inac, un aspecto que los actores del sector “no tienen tan presente, ni tan analizado, es la altísima volatilidad en la relación de los precios de las vacas respecto al ingreso promedio de exportación”. “Una parte de esto se explica por la colocación de esta categoría de bovinos en el mercado interno y otra es que generalmente constituye una categoría de ajuste en el stock ganadero, debido a factores climáticos”, señala.