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El lunes 29 de diciembre, Ernesto Murro llegó al Hotel Four Points con su selección ya hecha. En una hoja de papel llevaba anotada una lista con varios nombres de quienes, para él, serían los mejores exponentes para acompañarlo en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social a partir del 1º de marzo.
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Pero aún faltaba la aprobación del presidente electo Tabaré Vázquez. Uno a uno los miembros de su gabinete fueron dando sus nominados para cada Ministerio a la espera del visto bueno o el veto del próximo mandatario.
Llegó el turno de Murro. Nombró una decena de personas, entre las que se encontraron reconocidos sindicalistas, pero también empresarios. Vázquez los repasó y dio su aprobación.
Así quedó delineada la estructura del futuro Ministerio de Trabajo, con un “equilibrio” entre la representación sindical y empresarial en los cargos de conducción.
“Es una señal al mundo del trabajo de que no se busca incorporar solo en el discurso sino que la intención es extremar el diálogo en la práctica; es buscar un equilibrio”, explicó a Búsqueda el próximo director de Trabajo, Juan Castillo.
Para el ex coordinador del PIT-CNT esta es la clave de cómo Murro diagramó su equipo en concordancia con el compromiso de Vázquez de “contribuir a un gran diálogo social”.
“Si Tabaré lo pone como una de sus metas inmediatas, el Ministerio tiene que hacer lo propio”, agregó.
Los elegidos.
La lista de las futuras autoridades del Ministerio de Trabajo con pasado sindical incluye desde directores hasta el ministro Murro. El actual presidente del Banco de Previsión Social (BPS) fue secretario general del Soima (sindicato de la madera) en los 80, integró el secretariado ejecutivo del PIT-CNT y fue el representante de los trabajadores en el BPS en los 90.
El subsecretario Julio Baraibar militó en el sindicato del medicamento, lo que lo llevó en los inicios de los 90 a compartir con Murro la mesa representativa del PIT-CNT.
Otros cuatro integrantes de esa mesa representativa estarán en cargos de decisión. Castillo será director nacional de Trabajo. Eduardo Pereyra, quien representó al sindicato del transporte, será el director nacional de Empleo. Gerardo Rey, ex dirigente de los funcionarios de UTE, es el próximo inspector general de Trabajo y Seguridad Social. Y Jorge Mesa, sindicalista de la construcción, liderará la Dirección Nacional de Coordinación en el Interior.
En tanto, la Dirección General de Secretaría está a cargo de Ana Santiesteban, funcionaria pública administrativa que participó en la Oficina Nacional de Servicio Civil y en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. Junto a ella estará uno de los tres empresarios elegidos. Se trata de Álvaro Santiago, subgerente general de Cutcsa y asesor de los sectores empleadores del transporte.
Otra de las futuras jerarcas con pasado empresarial es Cristina Fernández, quien será adscripta a la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), acompañando a Castillo. Fernández fue la gerenta de la empresa de transporte interdepartamental CITA y la representante de la Cámara de Transporte en el Consejo Superior Tripartito.
Y el tercer representante del empresariado será el presidente de la Cámara de Fábricas de Pastas, Fernando Figueredo, como adscripto en la Dirección Nacional de Empleo.
Agitando fantasmas.
La designación de Castillo al frente de la Dinatra generó alegría entre los dirigentes sindicales. Varios se comunicaron con él y, entre bromas y felicitaciones, le transmitieron su satisfacción por el nombramiento.
Desde los empresarios no hubo reacción, a excepción del presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Perera, quien en diversas oportunidades cuestionó su elección y lo que puede ser su futura gestión.
“No lo puedo tomar mal porque no tengo nada contra el hombre. Pero déle a elegir a Castillo en un Ministerio de Trabajo entre el trabajador y la empresa...”, cuestionó Perera en el “El País” el domingo 4. “Las decisiones de todo este gobierno siempre fueron tendenciosas”, dijo en otra entrevista con “El Observador” el 30 de diciembre. Allí, además, agregó no tener “ninguna duda” de que la labor del futuro director de Trabajo será “tendenciosa”.
Ninguno de sus dichos preocupó a Castillo, quien definió a Perera como alguien que está “agitando fantasmas en torno al pasado”. Pero sí pidió que las críticas que podrá recibir se den en función de alguna decisión que tome en su futura función.
“Nunca puse en práctica aquello de vender la piel del oso antes de cazarlo y pido lo mismo. Y aclaro que yo no confronto con las personas, confronto con las ideas”, afirmó.
Diálogo, no monólogo.
El futuro ministro de Trabajo visitó la Cámara de Industrias del Uruguay como parte de su ronda de presentación ante los actores con quienes tendrá que interactuar. El presidente de la gremial patronal, Washington Corallo, valoró la reunión y destacó la voluntad de Murro por “establecer diálogos”.
La incorporación de empresarios en cargos de gobierno “es importante”, según Corallo, porque “habrá interlocutores que saben de lo que uno está hablando”.
“Si tengo un Ministerio de Trabajo con relaciones laborales, colocar empresarios ayuda porque hablo con pares, con gente que conoce lo que es una empresa”, agregó.
De todos modos, advirtió que “no hay que confundir optimismo con realismo”.
“Hay un gobierno nuevo con voluntad de generar una relación laboral seria que escuche a las dos partes. Pero diálogo es cuando uno presenta diez propuestas, se toman algunas, otras no y se negocia. Si se rechaza todo ya no es diálogo y pasa a ser un monólogo”, concluyó.